Noviembre 19, 2024

El parlamento chileno se desmorona; es la hora de los ciudadanos

El Parlamento chileno de la IV República iniciada en 1990 tiene rasgos de ilegitimidad desde la cuna. Partió con integrantes elegidos con un tramposo sistema binominal. Su degradación llegó a  tanto que el propio Pinochet fue parte integrante de él sin haber comparecido jamás a una elección.

 

 

Andrés Zaldívar, profesional rentado durante años por Aguas Andinas, gratamente complacido le tomó juramento al dictador.


 

Sujetos como el ex general Santiago Sinclair, actualmente formalizado bajo acusación de homicidios en serie durante la dictadura, también fue senador “institucional”.

 

Surgido con escasas atribuciones reales ha  renunciado a ellas  voluntariamente. Por ejemplo, sólo se ha destituido a un Juez, Hernán Cereceda Bravo, en 25 años. Su actividad se fue transformando en un descanso muy lucrativo y el disfrute del boato del poder.

 

El parlamento chileno se ha hecho el tonto respecto a la defensa de los intereses nacionales. Así se mantiene impasible ante el colosal despojo del cobre y otros minerales de que es víctima el estado chileno. La semana pasada no dieron quórum para votar una comisión investigadora sobre un escandaloso fraude al Fisco cometido por AFP con la inexcusable pasividad de la superintendenta de AFPs.

 

Para llegar al parlamento se necesita de mucho dinero y el visto bueno de las camarillas partidarias. Ello hace que lleguen al parlamento personas como la buenamoza Marcela Sabat que no tiene la menor idea de la función legislativa.

 

Los propios parlamentarios, que por sí y ante sí se designan  sueldos millonarios, anuncian severas medidas restrictivas para fines de julio. Los chilenos no podemos creer en estos voladores de luces. ¿Se convirtieron súbitamente en patriotas con sentido enérgico de sus responsabilidades con la Patria? Claro que no, simplemente están asustados y como creen que los cargos públicos son propiedad privada, anuncian que cambiarán, como sino existieran otros ciudadanos.

 

El Parlamento chileno es impresentable.

 

La diputada Claudia Nogueira (UDI) fue sorprendida defraudando en 30 millones de pesos al Fisco, inventando sedes por las cuales el estado pagaba. Sin embargo, el Ministerio Público la perdonó por el simple hecho que devolvió el dinero defraudado. El diputado Rosauro Martínez (RN) está desaforado y suspendido en sus funciones bajo acusación de tres homicidios, pero no pierde el sueldo que sigue recibiendo mensualmente; el senador Carlos Bianchi está desaforado por fraude al Fisco, Cristián Urizar (PS), también fraude al Fisco, en tanto  dentro de poco serán formalizados el senador Iván Moreira por fraude al Fisco, el diputado Felipe de Mussy por Fraude al Fisco. Es evidente que también pasarán por instancias judiciales, los senadores, Ena Von Baer (UDI), Jaime Orpis (UDI), Jorge Pizarro (DC), Eugenio Tuma (PPD).

 

Hay parlamentarios como Guido Girardi que recibieron más de 500 millones de pesos para su campaña y dicen que no saben quién puso el dinero y más en cima quieren que les creamos. El ex diputado y ex ministro Jorge Insunza debió renunciar porque era presidente de la Comisión de Minería y simultáneamente empleado rentado de una Compañía Minera de Andrónico Luksic.

 

Se puede ya presumir que la entrega del mar de todos los chilenos a 7 familias se consiguió a punta de sobornos.

 

 La situación actual del Parlamento chileno es impresentable. Si esto fuera la directiva de una modesta asociación gremial, de un club deportivo o un directorio de empresa, hace harto rato que habrían renunciado. 

 

Han anunciado que darán a conocer a fines de Julio una serie de medidas de autocontrol en materia de probidad. Creo que la ciudadanía tiene la obligación de efectuar ese mismo día una movilización pacífica, serena y propositiva exigiendo la renuncia de un poder del estado que está institucionalmente corrompido.

 

ROBERTO AVILA TOLEDO

 

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