Madrid.- No nos vamos. Nos mudamos a tu conciencia, se leía en una enorme pancarta que informaba del inicio de los trabajos de desmantelamiento del campamento en la Puerta del Sol, el símbolo de la llamada revolución española
o del movimiento del 15 de mayo (15-M) en esta capital. Nuestra lucha continúa
, advertía la plataforma ciudadana, que ya cuenta con una extensa red en el Estado español y en numerosas ciudades europeas y del resto del mundo.
El plantón en la céntrica plaza madrileña se acordó en una asamblea de madrugada y con carácter de urgencia la noche del 15 de mayo, después de una multitudinaria manifestación en más de 50 ciudades españolas que culminó con la detención de 12 jóvenes, todos en Madrid. Unas 300 personas acordaron hacer una protesta pacífica en la Puerta del Sol con el único mensaje de exigir la liberación de sus compañeros. La madrugada del 17 de mayo la policía desalojó con violencia el campamento, lo que despertó la furia de los miles de simpatizantes de un movimiento que exige una economía más justa, una democracia más participativa y transparente y una política menos corrupta y más próxima a los problemas reales de la sociedad.
La operación policial provocó que miles decidieran manifestarse en la plaza y casi un millar acampar de forma indefinida. A partir de ahí se sucedieron marchas históricas, pues se logró realizar por primera vez una protesta simultánea en 150 ciudades españolas y 80 fuera del país, en las que además de exigir respeto al movimiento reiteraban su profundo malestar ante un modelo, el neoliberal, que tiene a casi la mitad de la juventud en el desempleo.
Luego de 28 días y después de un complejo proceso de asambleas, los manifestantes empezaron a hacer la mudanza
, a retirar las mantas, las pancartas, los centros de acopio, los muebles, la biblioteca y hasta el huerto urbano
que ya empezaba a dar sus primeros frutos. En menos de 30 días el movimiento del 15-M había logrado crear una biblioteca de más de cuatro mil ejemplares –que serán donados a centros sociales–, además de una infraestructura organizativa en la que compaginaban las típicas cartulinas con mensajes elementales sobre las nuevas convocatorias o los mensajes urgentes de las distintas comisiones
con la tecnología más puntera que les permitía lanzar su mensaje al mundo y, sobre todo, mantener informados a sus seguidores las 24 horas.
Desde la Puerta del Sol se lanzaron las convocatorias que contagiaron al resto de ciudades para exigir menos corrupción en las listas de los partidos políticos que concurrían a las elecciones municipales del pasado 22 de mayo –con 115 imputados–, así como para repudiar la reforma laboral que aprobó el gobierno el pasado viernes o para exigir que la crisis no la paguen únicamente los más desfavorecidos, y se mira más al ejemplo de Islandia, único país que ha sentado en el banquillo de los acusados a su elite financiera y política por la mala gestión de la crisis y sus devastadoras consecuencias en la población.
En estos casi 30 días los indignados
de la Puerta del Sol también han emitido mensajes de respeto a la opinión del otro
y de seguir con rigor algunas de las señas de identidad del movimiento: su carácter inequívocamente pacífico, su vocación de transformar la democracia y hacerla real
y su intención de trabajar en la base social, en los barrios, para estrechar la vigilancia de los poderes públicos y reclamar reformas que pongan coto al sistema financiero.
En la asamblea general también se aprobó convertir el plantón de la Puerta del Sol en itinerante
, con lo que llevará estos mensajes a los distintos barrios, además de que en la céntrica plaza madrileña se mantendrá de forma permanente un puesto de información y de presentación de propuestas. Al margen de que el movimiento advirtió que la calle es libre y pública, así que podrían hacer de nuevo asambleas y, si es necesario, volver a acampar.
Al cierre de esta edición se informó que los indignados
se plantaron la madrugada de este lunes frente al Congreso de los Diputados, la tercera acción de esta naturaleza en menos de una semana.
Tras levantar el campamento en la Puerta del Sol, los ciudadanos marcharon por la Gran Vía y pasaron por las emblemáticas plazas de Cibeles y Neptuno, donde también realizaron plantones bajo la mirada de la policía, que no intervino, para después llegar a la sede del Congreso de los Diputados, donde permanecieron hasta el filo de las dos de la madrugada, y al abandonar el lugar, advirtieron: hoy nos vamos, mañana volvemos
.
En el caso de la detención de tres supuestos integrantes de la red Anonymous, presuntos expertos informáticos que perpetran ataques cibernéticos, el grupo clandestino informó que hoy había logrado bloquear durante varias horas la página web de la policía española, en la que apareció un mensaje firmado por la red que decía que su objetivo sigue siendo luchar por los derechos humanos y la libertad de expresión, a pesar de que se procesa a presuntos culpables y se habla de cúpulas y células. No somos terroristas. Somos ciudadanos luchando por derechos que han sido coartados. Con este proceso, por tanto, acrecentan nuestros motivos para seguir con nuestra lucha
.