La necesidad de pelear por nuestros derechos está latente. La clase política ha dado muestras de inoperancia, de no ser representativa; nos han demostrado que simbolizan sólo a quienes financian sus campañas.
Los distintos casos de corrupción en los que Chile se ha visto inmerso nos presentan un escenario donde la decisión de nuestros derechos está en manos de las empresas multinacionales, de los financistas de campañas y no en las manos de los chilenos.
De este contexto no es ajena la UC. Hoy, nos vemos interpelados ante hechos que escapan de la coyuntura y donde nuestra universidad es protagonista directa. Casos como el de los profesores Costadoat y Miranda; la persecución a vendedores afuera del campus San Joaquín y el actuar antidemocrático de nuestra directiva FEUC -que encabeza Ricardo Sande- nos abre el camino para que, de una vez por todas, la UC sea protagonista de los cambios que necesita el país, a la garantía de una universidad democrática y que respalde la lucha por los derechos sociales.
Si bien la directiva FEUC fue electa por una amplia mayoría, ha demostrado su lejanía con la mayoría de los estudiantes que han reafirmado su compromiso con el movimiento estudiantil. Ejemplo de esto es la alta adhesión de las carreras de nuestra universidad que superaron de manera importante la postura del movimiento gremial.
La directiva FEUC ha levantado propuestas que escapan de las demandas históricas del movimiento social por la educación, utilizando su tribuna mediática para hacer de su discurso la falsa voz de los estudiantes de la universidad. Hoy en día, utilizan la vocería del CONFECh como la opinión díscola dentro del espacio máximo de representación estudiantil y de donde fueron ratificados (desde la UC) por el movimiento antecesor: la Nueva Acción Universitaria, movimiento que respaldó a Sande en la vocería del CONFECh, pese a falta estatutaria en su postulación y pasando por alto las decisiones de los espacios que representan. Resulta paradójico que un movimiento que dice estar con las demandas históricas del movimiento estudiantil apoye a un dirigente que intenta socavarlas. Construir en torno al movimiento estudiantil no solo se hace desde la FEUC sino también desde los espacios locales.
Este año es clave para la educación. Se presentará la propuesta de educación superior del gobierno y no podemos permitir que se cierre la discusión bajo sus propios términos. Los chilenos somos quienes debemos exigir nuestros derechos, en base a la representatividad de nuestras demandas, la que se ve reflejada con miles de personas en las calles, de la que los estudiantes de la UC nos hemos manifestado en la pasada movilización del 16 de abril con más de mil personas, muchas de las cuales somos las voces calladas de esta directiva FEUC.
Es por eso que somos l@s chilen@s quienes este 14 de mayo mostramos propuestas reales de la educación que queremos. Una educación gratuita universal desde instituciones que no lucren y que cuenten con estatutos democráticos; donde tod@s intervengamos en las decisiones de nuestra educación con instancias democráticas; con una revitalización de la educación pública y que el ambiente laboral sea óptimo y alejado de los vicios de la subcontratación.
Somos los encargados de poner sobre la mesa las condiciones en las que queremos nuestra educación, los estudiantes tenemos la responsabilidad de dar pie a una reforma educacional real, que carezca de corruptos en su legislación; que nuestra propuesta de una educación como derecho social sea la que enmarque años de lucha, de triunfos y derrotas. Que de una vez por todas seamos los chilenos y chilenas quienes decidamos nuestro derecho a la educación, libre de corruptos. Porque donde hay derechos, no hay mercado.
Beatriz Roque; estudiante de Ciencia Política.
Ismael Aguirre; Estudiante Antropología.
Encargados Políticos Unión Nacional Estudiantil Base UC