El congresista demócrata estadounidense por el estado de Maryland Elijah Cummings, dijo hoy que las protestas violentas recientes en Baltimore por la muerte de un afroamericano pueden repetirse en cualquier parte del país.
En una entrevista en el programa matutino New Day de la cadena televisiva CNN, el legislador señaló que es necesario tomar las medidas adecuadas para que estas cosas no sucedan, y hacer realidad las promesas de líderes comunitarios de que estos hechos no volverán a pasar.
Freddie Gray, de 25 años, falleció el 19 de abril tras sufrir serias afectaciones en su columna vertebral y otras heridas graves después de su arresto el 12 de este mes, pero tras los funerales el lunes, las manifestaciones se tornaron violentas y tuvo lugar una fuerte represión por parte de las fuerzas del orden.
En los enfrentamientos resultaron heridos al menos 15 policías, hubo más de 200 arrestos y 144 vehículos incendiados.
Cummings dijo que el maltrato a los afrodescendientes y la falta de oportunidades de acceso a la educación en las comunidades pobres de Baltimore, donde 60 por ciento de la población es negra, propician manifestaciones violentas como las que ocurrieron en los últimos días.
El integrante de la Cámara de Representantes rechazó el calificativo de gángsteres o mafiosos utilizados por el presidente Barack Obama y la alcaldesa de la ciudad, Stephanie Rawlings-Blake (también del Partido Demócrata) para referirse a los manifestantes.
No solo Baltimore, sino todo el país necesita percibir la advertencia que nos hacen llegar estos acontecimientos, tenemos que hacer mucho más por el bien de nuestros hijos, añadió el congresista.
Anoche comenzó en esa ciudad un toque de queda entre las 22:00 horas (local) y las 05:00 horas, y algunos grupos de manifestantes desafiaron la medida y salieron nuevamente a las calles para continuar los actos de desobediencia civil.
Sin embargo, reportes de la policía citados por la cadena CNN aseguran que la situación en la urbe era estable en las primeras horas del miércoles, tras el despliegue de más de cinco mil efectivos de la Guardia Nacional, el operativo de mayor envergadura desde que ocurrieron allí protestas similares en 1968.