El joven senador de origen hispano Marco Rubio lanzó este lunes su candidatura a la Casa Blanca, ampliando las opciones republicanas para las presidenciales de 2016, mientras los demócratas ya tienen en Hillar1974.
De ser electo, Rubio se convertiría en el primer presidente de origen latino de Estados Unidos.
Durante su discurso, en el que dijo alguna frase en español, idioma que habla fluidamente, insistió en que pertenece a una nueva generación de políticos, en una clara crítica a sus principales rivales, la exsecretaria de Estado demócrata Hillary Clinton y su exmentor republicano Jeb Bush.
“He escuchado que algunos sugieren que debo hacerme a un lado y esperar mi turno, pero no puedo, porque creo que nuestra identidad como nación excepcional está en peligro, y yo puedo cambiar las cosas como presidente”, dijo Rubio, quien al final del acto fue acompañado en la tarima por su esposa y cuatro hijos.
Rubio hizo varias menciones a sus padres, un mesero y una mucama cubanos que abandonaron la isla en la década de 1960 para escapar de la pobreza. Cuba es uno de los temas estrella del senador, que defiende el aislamiento de la isla de régimen comunista y rechaza el acercamiento iniciado en diciembre por Obama.
“Me encanta que es un estadounidense promedio, un candidato que no es el favorito, pero apasionado por este país”, dijo a la AFP Kelly Steele, una activista republicana que escuchó el discurso vestida con una camiseta con los colores de la bandera de Estados Unidos y las palabras “Marco Rubio presidente”.
Senador desde 2010 cuando logró contra todo pronóstico el escaño sobre la ola del movimiento ultraconservador Tea Party, Rubio tuvo un ascenso meteórico en la política de Florida, lo que le llevó a ser admirado por sectores del Partido Republicano que le auguran un futuro brillante.
No obstante, Rubio sufrió un golpe en 2013 cuando una iniciativa de reforma migratoria que impulsaba junto a otros senadores, que habría conducido a la regularización de millones de indocumentados, se hundió frente a la oposición de sus propios copartidarios republicanos en el Congreso.
Sus posturas intervencionistas en política exterior también han chocado con el ala aislacionista de los republicanos.
– Los pesos pesados –
Jeb Bush, quien fue mentor de Rubio cuando éste escalaba posiciones políticas en Florida, es el republicano que encabeza las encuestas hacia las primarias dentro de su partido. Aún cuando no la ha oficializado, su candidatura se da por descontada.
Su trayectoria es la más completa: fue gobernador de Florida por ocho años y sus redes políticas y financieras, heredadas de su padre y su hermano expresidentes, le dan ventaja.
Otros dos senadores republicanos han oficializado sus candidaturas, Rand Paul, que defiende la libertad a ultranza, y Ted Cruz, también de origen cubano, más próximo a la derecha religiosa.
Al contrario de Rubio, Cruz no habla español y tiene una postura mucho más dura frente a la inmigración.
Clinton, quien oficializó su candidatura el domingo en internet, es esperada el martes en Iowa, donde participará en una mesa redonda en una pequeña universidad.
Sin grandes discursos ni fanfarria, Clinton quiere mostrar que cree merecer su investidura y que no la considera ya adquirida, aunque sea la favorita entre los demócratas, tras su derrota en las primarias de 2008.
El video en el que anunció su candidatura, y en el que una radiante Hillary aparece con un mensaje enteramente consagrado a la política económica y social, sin una palabra sobre política exterior, y se concentra en las esperanzas de la clase media.
A pocas horas del anuncio, decenas de estrellas de Hollywood, entre las cuales Jennifer López y Scarlett Johansson, expresaron en Twitter su entusiasmo por la decisión de la política.
Los sondeos nacionales le dan una pequeña ventaja sobre sus eventuales adversarios republicanos, pero las últimas encuestas muestran que tendrá que pelear para ganar en las presidenciales de noviembre en 2016.