Irán y Turquía se mostraron dispuestos a reforzar su cooperación para atajar el conflicto del Yemen, en el que mantienen posiciones divergentes, y por impulsar sus lazos económicos, financieros y aduaneros, durante la visita oficial que presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hizo hoy a Teherán.
Esta visita, que llegó en mitad de un ambiente enrarecido tras un cruce duro de declaraciones entre ambos países con motivo de la crisis en el Yemen, dejó la sensación de que las posturas bilaterales se han ido suavizando y de que los temas económicos pesaron más que los políticos en las relaciones entre Ankara y Teherán.
“Los presidentes de ambos países creemos que debe cesar lo más pronto posible la guerra y el baño de sangre en esta región (en referencia al Yemen) y establecerse un alto el fuego total que detenga los ataques”, dijo el presidente iraní, Hasán Rohaní, en una rueda de prensa conjunta con su par turco al final de la visita.
Rohaní añadió que tanto Irán como Turquía tienen “completamente las mismas ideas de que la inestabilidad, la inseguridad y la guerra deben ser controladas” y de que se puede pelear contra el terrorismo y el extremismo con la “hermandad y amistad” de los países de la región.
Por su parte, Erdogan se mostró en la misma línea y añadió que Oriente Medio se está “quemando”. Por eso, entre ambos países “se ha aportado la posibilidad de que negociemos y revisemos juntos los asuntos”, explicó.
“Debemos unirnos los unos a los otros y negociar y prevenir este baño de sangre”, añadió.
Esta postura conciliadora entre dos de las mayores potencias regionales implica un cambio respecto a las declaraciones surgidas al inicio del bombardeo de Arabia Saudí sobre el Yemen hace dos semanas, que Erdogan apoyó públicamente al tiempo que acusó a Irán de fomentar la “inestabilidad” regional con su apoyo a los rebeldes chiíes hutíes.
Esas palabras causaron el rechazo de legisladores iraníes, que pidieron la cancelación de la visita de Erdogan y las disculpas del presidente turco.
Más allá de las declaraciones a favor del diálogo y la cooperación en el Yemen, el encuentro entre ambos mandatarios tuvo un sesgo fundamentalmente económico, en el transcurso del cual se firmaron ocho acuerdos de cooperación que fueron considerados “un paso importante en los lazos” bilaterales.
“Hemos tenido importantes entendimientos (…) en el tema de energía, transporte y tránsito, en las inversiones que puede hacer el sector privado de un país en el otro, y las que pueden hacer en un tercer país. Hemos revisado también cuestiones comerciales y temas de aranceles preferenciales, así como un acuerdo de comercio preferencial”, detalló Rohaní.
Según apuntaron los presidentes, la idea de ambos Gobiernos es alcanzar los 30.000 millones de dólares en intercambios comerciales en los próximos años, partiendo de los 14.000 millones que se contabilizaron el año pasado.
En este sentido, Rohaní dijo que el reciente acuerdo de su país con las potencias del Grupo 5+1 (EEUU, Rusia, Francia, Gran Bretaña, China y Alemania) para levantar las sanciones impuestas sobre Irán por su programa nuclear puede servir para incrementar los lazos comerciales con Turquía y “crear más facilidades para los inversores”.
Los presidentes participaron junto a varios de sus ministros en la segunda reunión del Consejo Bilateral de Asuntos Estratégicos, una continuación del primer encuentro de este tipo entre Teherán y Ankara tras el que se realizó en Turquía durante la visita de Rohaní en 2014.
Precisamente, ambos líderes adelantaron que habrá en los próximos meses una nueva reunión de este tipo que se llevará a cabo en Estambul.