Diciembre 26, 2024

Respuesta pública a Sergio Bitar

Señor Sergio Bitar: No puedo dejar de responder a sus declaraciones hechas públicas a través del diario “La Segunda”. Debo recurrir a esta forma pues evidentemente ese tabloide mercurial no me brindará espacio. Su situación es distinta, su amistad con el dueño de esa cadena, el golpista y colaborador de la CIA Agustín Edwards, es sólida y se ha manifestado, por ejemplo, en sus intentos en hacerlo subir al escenario de la primera concentración democrática autorizada a la oposición a Pinochet en el Parque O’higgins en 1984. Esa falta de respeto al pueblo chileno no está olvidada.

 

No tengo interés en valorar sus comportamientos políticos como lo fue presentarse voluntariamente ante los militares el 73 a horas de que su jefe el Presidente de la República fuera asesinado en La Moneda. Tampoco haré comentario sobre la enorme deuda que usted echó encima de los estudiantes universitarios siendo ministro de educación demostrando que cualquier opinión suya sobre el derecho a la educación tiene el mismo valor de aquél homenaje que el vicio le rinde a la virtud..

Me interesa la hora presente, sus opiniones como parte  integrante de una Comisión presidencial supuestamente contra la corrupción. Digo supuestamente pues sus declaraciones, como veremos, parecen indicar que es una comisión para amparar la corrupción.

Usted fue nombrado por una presidenta cuyo hijo está siendo sometido a una investigación por parte del Ministerio Público, sin que hasta ahora se haya escuchado la más mínima condena de la progenitora sobre el comportamiento de su retoño y su nuera. En la ceremonia de asunción fueron invitados especialmente Ricardo Lagos Escobar y Sebastián Piñera, que de corrupción saben como queda consignado en la historia de los escándalos MOP-GATE y Banco de Talca. Concurrió también el entonces presidente de la UDI Ernesto Silva que debería renunciar a su cargo a consecuencias del escándalo de corrupción PENTA-UDI. Comparte comisión con usted la pinochetista notoria Olga Feliú, que coherente con lo anterior ha defendido a Colonia Dignidad judicialmente y colaboró activamente con la dictadura.

En sus declaraciones usted ha partido faltándole el respeto a los ciudadanos de Santiago al señalar que “ahora, esto no es una materia solo legal, también es cultural, y va desde la persona que se sube al bus sin pagar hasta el que comete fraude”.

No señor, no todos los chilenos somos ladrones como lo es la casta política.

Respecto de alguien que no pague Transantiago no olvide usted que: 1.- Es el pasaje más caro de América Latina conjugado con uno de los sueldos mínimos más bajos. El precio se impone desde una posición dominante y monopólica en el mercado cuya legalidad no ha querido ser investigada por La Fiscalía Nacional Económica. En el mundo el petróleo baja y en Chile el transporte sube. 2.- El 20% del precio se destina al Administrador Financiero de Transantiago, que ha sido refugio de políticos profesionales desempleados y otros similares 3.- Las ganancias de las concesionarias por el pésimo servicio son millonarias y son una no menos millonaria sangría al erario nacional por la vía de incomprensibles subsidios.4.- El pequeño empresario Ulises Urzùa ha llevado a Tribunales, con documentos notariales, la colusión empresarial con que se instalò Transantiago. 5.- El representante gremial de todas las concesionarias, sin haber trabajado nunca antes
en el rubro, es su correligionario Victor Barrueto. ¿Quien le roba a quien sr Bitar?.

La periodista de La Segunda le pregunta a usted. ¿Se habla de un acuerdo político con  impunidad?. Usted responde, “Un acuerdo político debe contener transparencia total y voluntad política para generar los cambios necesarios para que esto no se repita o disminuya considerablemente”.

En otra parte de la entrevista usted señala que “estamos frente a un problema sistémico en la relación entre política y dinero, que se corrigió en parte el 2003 con la ley de financiamiento de la política. Pero sus falencias aparecieron en 2005, 2009 y 2013. Eso hay que reconocerlo más explícitamente, porque si nos vamos a seguir con nuevos casos -que se van a encontrar- o con nuevos nombres, que van a salir”.

Un acuerdo político para resolver un problema sistémico que afecta a la casta política en su conjunto, la que celebra la instalación de la comisión anti corrupción. El destino de esta comisión, con estos textos y contextos, es uno sólo: la impunidad.

Es tanta la soberbia que  se desprecia a los chilenos. Creen que soportaremos mansamente la maniobra politiquera en pos de la impunidad. Ni la dictadura con todo su poder fue capaz de sostener su auto amnistía.

La peor perversión de un estado, que tiene por objeto dictar leyes y hacerlas cumplir, es llegar a acuerdos para no cumplir las leyes respecto a delitos tan  notorios como apropiarse del erario nacional o hacer trampas en los procesos electorales.

No toleramos el estado terrorista de Pinochet, no toleraremos un estado delictual al servicio de la corrupción de la casta política.

A quienes promovemos el cumplimiento de las leyes y una nueva constitución producto de una Asamblea Constituyente usted nos caricaturiza para poder descalificarnos y declara “¿Quieren echar a todo el mundo y que llegue un populista cualquiera? ¿Quieren que llegue un militar? No hay más camino que fortalecer la democracia y los partidos”.

Ni militares ni populistas Queremos un país decente en que sólo el trabajo sea fuente de riqueza, queremos leyes legítimas, elecciones sin trampas, un parlamento que no se auto asigne sueldos millonarios, que pare el saqueo a las empresas del estado, que no se siga regalando el cobre de todos los chilenos, que los parlamentarios no sean embaucadores que sólo responden al dinero que los grupos económicos les pasan por debajo de la mesa.

Y para todo esto queremos que se vaya la casta política, de la que usted forma parte.

ROBERTO AVILA TOLEDO

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