El director chileno Pablo Larraín recibió esta semana las mejores críticas de los periodistas que asisten a festival de cine de Berlín, conocido como Berlinale. La razón fue su nueva película “El Club”, un filme sobre sacerdotes acusados de pederastia y otros crímenes no juzgados ni por la justicia católica ni por la civil.
Un día después de que el documentalista chileno Patricio Guzmán presentara “El botón de nácar”, Larraín mostró las vergüenzas de la iglesia chilena, en todos sus aspectos y niveles, y dejando que sea el humor negro el encargado de resolver lo peor.
En la conferencia de prensa en Berlín, el director de ‘El Club’, Pablo Larraín (Tony Manero, No) estuvo acompañado por Juan de Dios Larraín (Productor), Roberto Farías (Actor) y, Alfredo Castro (Actor).
Larraín respondió que la idea nació por los múltiples casos de pedofilia que hay en el país sudamericano y que no han sido juzgados.
“Fui a un colegio católico: conocí a tres tipos de sacerdotes. Unos que son personas buenas, gente respetable. Otros que están en la cárcel o en proceso judicial. Hay un tercer tipo de curas que han desaparecido. La iglesia los ha escondido pese a los crímenes que han cometido y nadie sabe donde están. Y de estos últimos casos sacamos la idea de hacer la película ‘El Club’ “.
Agregó Larraín que “la iglesia no cree que los procesos judiciales ni en la justicia civil sino que el proceso de pena debe ser ante Dios . Con esa excusa se han cometido atrocidades… el filme no intenta ser una denuncia, no hacemos periodismo”.
Denunció el director chileno que “la iglesia tiene miedo de ser juzgada por la gente, por el pueblo, que por la justicia. Asimismo, el problema de la iglesia es que está más preocupados de lo que se dice de ella de lo que hacen sus curas o sacerdotes. Esto significa que el relacionador público de la Iglesia tiene más poder que el Papa. Y eso no está bien”.
“Nosotros hicimos una investigación y hablamos con niños y personas que fueron abusados. Lo interesante es que los afectados no lean lo que nosotros estamos presenciando y que no tengan complejos. Y cuando hablamos con los afectados que en muchas ocasiones eran gente de bajo nivel social, ellos explican lo que les hicieron los curas y es igual a lo que mostramos en ‘El Club. Creemos que hay una falta de pudor en la iglesia y por eso se han repetido estos casos de abusos sexuales en niños'”, destacó Larraín.