La Fuerza Interina de las Naciones Unidas para El Líbano (FINUL) ha denunciado este jueves que el ejército israelí atacó el miércoles la zona libanesa de Ghayar, donde murió un casco azul español, sin advertir a la FINUL para que evacuara la región.
Una fuente de un país miembro de la FINUL ha afirmado, en declaraciones a EFE, que el ataque se produjo 20 minutos después de que el régimen de Tel Aviv amenazara con responder a un ataque previo perpetrado por el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) contra una patrulla militar israelí.
Según la fuente, a pesar de que en estos momentos el régimen israelí podía avisar a la FINUL sobre el ataque, no obstante, lanzó varios ataques de mortero en el sur de El Líbano y la zona fronteriza de Ghayar, donde se despliegan efectivos españoles y de otras nacionalidades.
La fuente, que habló bajo las condiciones de anonimato, ha agregado que uno de los obuses impactó en la torre en la que hacía guardia el soldado español, Francisco Javier Soria Toledo, mientras que podría haber sido evacuada de haber recibido un aviso del régimen de Israel.
Asimismo, ha reiterado que las investigaciones responderán a lo sucedido, al igual del porqué de esta irresponsabilidad israelí ante la vida de las fuerzas de las Naciones Unidas.
El embajador de España ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Román Oyarzun, culpó el miércoles al régimen de Israel por este hecho, criticando que este régimen disparó contra la “línea azul” marcada en el año 2000 por las Naciones Unidas para confirmar la retirada del régimen de Tel Aviv del sur de El Líbano después de 22 años de ocupación.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, José Manuel García-Margallo, exhortó a la ONU a llevar a cabo una “investigación urgente, exhaustiva y completa” sobre el suceso.
La tensión se ha acrecentado en las fronteras entre los territorios ocupados, Siria y El Líbano, después de que, el 18 de enero, el régimen de Israel librara un ataque contra un convoy de Hezbolá en la región de Quneitra, en los altos de Golán sirios, que se cobró la vida de seis miembros del movimiento libanés y un comandante iraní.
Por su parte, Hezbolá lanzó el miércoles un ataque de represalias con misiles que impactó contra un convoy militar israelí en la zona fronteriza de Shebaa, en el norte de los territorios ocupados, la ofensiva que, según el ejército israelí, ha cobrado la vida de al menos dos de sus soldados además de dejar otros ocho heridos.