Diciembre 27, 2024

17 años de neoliberalismo. Si no puedes vencer al enemigo, únete a él

Con este título no intento referirme a los 17 años de dictadura pinochetista en Chile. Esos 17 años no fueron de neoliberalismo, sino de preparación de todas las condiciones para su instalación, con bases estipuladas en la Constitución de 1980, tan sólidas que ni el más voluntarista de los gobiernos democráticos osara cambiar, con o sin binominal. En verdad, con el título, quiero recordar que luego de la derrota sufrida por la Revolución Sandinista en 1990 se instalaron en Nicaragua una serie de Gobiernos neoliberales que, por 17 años, crearon las actuales condiciones de vida de los nicaragüenses.

 

 

Después de los 17 años, Nicaragua, con un PIB de US$2.500 per cápita, es el país más pobre de América Latina después de Haití. La ciudad tiene algunos malls, llenos de marcas importados de los EEUU, obviamente fabricados en el Asia como ocurre con toda la manufactura en el mundo. El outlet de las Zonas Francas, que también Nicaragua mantiene con mano de obra barata, queda para los mercados populares. En los últimos años, después que el matrimonio Ortega regresó al poder en 2007, se han construido algunas carreteras con el apoyo de Venezuela y se han comenzado a implementar algunos programas de ayuda a los más pobres. Pero los 17 años están firmemente grabados en la vida, y sobre todo en el alma, de los nicaragüenses, como los 10 años previos de guerra, revolución y contrarrevolución.

 

Después de la derrota, los somocistas recuperaron sus propiedades y, otros nicaragüenses, que acumularon dinero en los últimos 35 años, sea por la guerra fraticida, que siempre es un buen negocio, o por algún tipo de maniobra, han podido construir casas similares a las que tuvieron en Miami, o a las que aspiraron tener, porque para la mayor parte de los nicaragüenses, EEUU es un modelo. Hay barrios y casas en dichos barrios, de los que sus habitantes solo salen en auto, porque andar a pie para ellos es prohibido. Tanto porque temen un asalto, como porque no hay veredas, ni caminos peatonales. El caminar es una audacia o actividad de pobres o mochileros. Pero caminar no es peligroso, porque en Nicaragua prácticamente no hay delincuencia, me refiero a la moderna, la malvada o la violenta, especialmente en comparación con sus vecinos. Honduras ha sido considerada entre los países más violentos del mundo. En dicho país, como en Guatemala y El Salvador hay “maras”, es decir pandillas de adolescentes formados como tales en los EEUU. En San Salvador, las maras exigen peaje prácticamente en todos los barrios, secuestran y hacen daños mayores. En Guatemala, esta actividad delincuencial, se une a la del propio Estado, acostumbrado a asesinar al que discrepa.

 

Pese a que a comienzos de los 90, hubo pandillas de adolescentes que aspiraban neoprén, rápidamente estas desaparecieron gracias a la efectividad de la Policía Sandinista, no en la represión, sino en el trabajo con los jóvenes. Lamentablemente, pese a las cualidades que ha mostrado dicha Policía y a su éxito con la delincuencia juvenil, ya ha vuelto a algunas de las prácticas de la Guardia Nacional de Somoza. En el camino a San Juan del Sur, a la altura de Nandaime, la policía para y exige pago. Dos veces lo viví con nicaragüenses al volante, que les pagan poco, pero si va manejando un extranjero, como me ocurrió, es imposible pasar, sin pagar una coima descarada de unos 350 dólares sin haber cometido infracción. Esto no se vio nunca en los diez años de Revolución Sandinista.

 

Las playas maravillosas, vírgenes y solitarias, especialmente las cercanas a Costa Rica, antes de los 90, estaban pletóricas de productos del mar. Gran parte de estos, al igual que en Chile gracias a las siete familias que expolian esa parte de nuestra riqueza, han desaparecido. Lo más triste, es que la gran mayoría de las costas, donde antes se ingresaba libremente a las playas, o se podía gozar su belleza desde los precarios caminos, han sido tomadas por próceres que compran la tierra, cierran con altas vallas el borde costero, dejando caminos peatonales estrechos para que ingrese al escaso público que logra descubrirlos o que ingresa a través de un único restorán. Los poseedores de las costas privatizadas corresponden a nombres por todos conocidos. El grupo económico más grande de Nicaragua, la familia Pellas1, es prácticamente propietaria de una playa maravillosa, Majagual, que ha cercado con una mansión con torreones para la vigilancia de las pocas veces al año que la familia puede acercarse al lugar. Y así se repite el fenómeno en toda la costa, con los apellidos connotados, Chamorro, Cuadra, Barrios, Bolaños y otros. Los habitantes del lugar comentan que cuando los dueños están en sus casas y en sus playas los expulsan de los lugares y que incluso prohíben a los botes de pescadores acercarse al área.

 

La era neoliberal se caracterizó por el empobrecimiento de la población, por la descolectivización y el despojo, restringiendo a las cooperativas que tenían títulos de dominio, acceso al crédito y a los servicios de apoyo. Así, perdieron la tierra o se vieron obligados a vender por no poder hacerlas producir. El equivalente a la contra reforma agraria chilena, pero incluyendo la devolución de tierras a sus anteriores dueños. Los campesinos emprendieron diversas respuestas, como acciones colectivas, innovación social e impulso a la organización popular. Ello no fue fácil al perder el apoyo del estado, ya que no sólo perdieron tierras y crédito, sino que la liberalización de la mayoría de las funciones que tenía el Estado y su consiguiente empequeñecimiento, clausuró una enorme cantidad de fuentes de trabajo, lo que ya se venía produciendo durante la misma revolución por los costos de la guerra.

 

La mayoría de las organizaciones comenzó a funcionar con el apoyo de ONGs internacionales, pero, en la misma medida que se ha desarrollado la crisis en Europa ha ido disminuyendo el apoyo financiero, de manera que la mayoría de las organizaciones que existen actualmente, carecen de autosostenibilidad como ellos llaman al no poder enfrentar sus gastos.

 

En los últimos años se han desarrollado una serie de iniciativas en torno a la igualdad de la mujer frente al hombre, contra el maltrato y el femicidio. Programas como Hambre Cero que favorecen a la mujer campesina han sido muy importantes en el nuevo gobierno sandinista. Se destaca la promulgación de la Ley 717 de junio de 2010, la Ley Creadora del Fondo para Compra de Tierra con Equidad de Género para Mujeres Rurales, con el fin de lograr apropiación jurídica y material de la tierra por mujeres para mejorar la calidad de vida del núcleo familiar, acceso a recursos financieros, priorizando Mujeres Jefas de Familia, aunque demoró la elaboración del reglamento. Es un avance, pero han aumentado las tareas de la mujer, ya que sigue siendo la que cuida a niños, ancianos, enfermos y discapacitados, como suele ocurrir entre las pobres de todo el mundo.

 

La pobreza sin embargo no cede, hay sectores particularmente afectados, por ejemplo, la Coordinadora Nacional de Oficiales en Retiro, que reúne más de 60 mil socios, informa que aún hoy carecen de pensiones. Que siguen igual que en 1992. Informan con desaliento que, después de 16 años de una guerra sin cuartel, de sábados, domingos, de día y de noche, en el lodo y en el sol, carecen de todo. En 1998, se les informó que solo había pensiones para los oficiales. Agregan que la situación de pobreza y desprotección se intensifica con 100 mil discapacitados y que “en GUINEA se puede ver a los retirados arrastrándose porque no tienen sillas de ruedas”. Afirman que “los tres gobiernos liberales convencieron a grupitos dándoles dinero para resolver el problema, compraron gente, pero que, en general, a ellos nunca se les dio atención 2.

 

Pese a la desgracia que ha afectado al pueblo nicaragüense en su historia, jamás se rinden y continúan organizándose. Los trabajadores por cuenta propia poseen una fuerte organización que une hasta a los trabajadores que venden diferentes productos en los semáforos. Existe el Movimiento de Productores Agroecológicos que desarrollan producción orgánica y establecen acuerdos con organizaciones del comercio justo y responsable. La Juventud Sandinista y estudiantes secundarios sin militancia política, han elaborado múltiples iniciativas en torno a la agroecología y a la protección del medio ambiente. En 1994 nació el Club de Jóvenes Ambientalistas de Nicaragua. En 2012, el Movimiento Rock Nica Ecológico quienes mediante festivales de rock, con canciones propias, educan sobre la materia. También el Movimiento de Jóvenes Ambientalistas Guardabarranco de la Juventud Sandinista que ha emprendido campañas de educación con el Ministerio de Educación, Universidades y Alcaldías, como El Día Nacional del Árbol, Nicaragua sin Latas y otras. Todos ellos, usando su tiempo libre y sus vacaciones han desarrollado estas campañas y con sus propias manos han recuperado lagunas de la basura y los desechos industriales.

 

Esperamos que algún día este pueblo hermano pueda ver la luz.

 

 

1 Grupo económico que fabrica el ron, la cerveza, importa los autos, you name it.

2 Entrevista a CNOR

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