Del 8 al 10 de noviembre se llevó a cabo en Beijing, China, la reunión de los 21 países miembros del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) que incluye a Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, China, China Taipéi, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Rusia, Singapur, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam. El anfitrión –China- resaltó por su papel de líder global económico y diplomático ante un Estados Unidos debilitado económicamente por la crisis de 2008 y por sus fracasos militares en Medio Oriente. Desde la segunda guerra mundial Estados Unidos viene siendo considerado como el poder hegemónico en todos los planos: económico, político, diplomático, cultural y militar.
China aprovechó su posición de anfitrión para llegar a sendos acuerdos bilaterales con Corea del Sur y Rusia. Con el primero firmó un pacto bilateral para la reducción de las barreras comerciales que abarca 17 áreas, de las que destacan: el comercio electrónico y las compras estatales. Se exceptúan al arroz y al sector automotriz.
Con Rusia reforzó sus acuerdos de gas. El primer acuerdo por el que Gazprom vendería a la firma china CNPC 30,000 millones de metros cúbicos anuales de gas natural a través de la ruta oriental, para los siguientes 30 años, se firmó el pasado mes de mayo entre Xi Jinping y Vladímir Putin. Por ello, no es de sorprender un nuevo memorándum de entendimiento donde Moscú busca reorientar su potente sector energético hacia China, por las recientes sanciones impuestas por Europa y Estados Unidos por el conflicto en la frontera de Ucrania. Dichas sanciones han llevado a un acercamiento comercial, político y militar entre el Kremlin y el Gigante Asiático. Tan sólo una semana después de la cumbre de APEC, el 19 de noviembre los ministros de defensa de ambos países se reunieron en Beijing con la finalidad de reforzar sus lazos militares y con la aspiración de crear un sistema colectivo de seguridad regional. Desde 1989 –tras los hechos de Tiananmen- y debido al embargo militar decretado por parte de EEUU y la Unión Europea al gobierno Chino, Rusia funge como su principal proveedor de armas; aunque con restricciones a su tecnología militar de mayor avance.
Por otro lado, el camino de la integración comercial mostrado en la Cumbre de la APEC ha planteado una confrontación entre las dos economías mayores del mundo, con Estados Unidos auspiciando el Acuerdo Transpacífico (TTP, por sus siglas en inglés), sin la participación de China pero con la participación de Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam – cuyas economías representan cerca del 40% de la economía mundial-. China de su parte promueve el ALCAP –Área de Libre Comercio Asia Pacifico- entre los integrantes del APEC.
En el contexto de la economía mundial -llena de incertidumbres-, es incuestionable que se han venido gestando incidencias que han contribuido a los cambios tanto geopolíticos como geoeconómicos -especialmente a la luz de la crisis económica internacional- dando como resultado la aparición de nuevos actores e instituciones en la escena internacional. Según el CRIES, en su anuario de integración, “¿Atlántico vs. Pacífico? : América Latina y el Caribe, los cambios regionales y los desafíos globales” (2014), China tiene la potencialidad para financiar el comercio global a las naciones deficitarias por todas las razones vinculadas a su fortaleza económica siendo que no es aún emisor de una divisa.
China también logró reflejar su liderazgo global en materia diplomática y comercial en la cumbre. A Japón le mandó la señal que los dos temas de conflicto entre ellos y Estados Unidos para la conformación del TPP, no serán obstáculo para el ALCAP, por las excepciones que le dio a Corea del Sur. Esto fue a pesar de las disputas territoriales con Japón, siendo este encuentro el primer acercamiento entre los líderes de ambos países asiáticos después de tres años. Las islas Diaoyu, en mandarín o Senkaku, en japonés, según la BBC “Importan porque están cerca de rutas marítimas importantes, ofrecen zonas de pesca ricas y yacen cerca de reservas potenciales de petróleo y de gas. Tienen también una posición estratégicamente significativa, en la competencia creciente entre Estados Unidos y China sobre la primacía militar en la región del Asia Pacífico”. El conflicto existe desde el final de la primera guerra -sino- japonesa (1894-1895) cuando pasó de control chino a control japonés. Fueron reclamadas por China en la década de 1970 y continúan en disputa. El mandatario Chino tuvo también una reunión con el presidente Truong Tan Sang de Vietnam, país con el que también ha mantenido conflictos debido a la disputa territorial en el mar del sur de China (Islas Spratly).
Este escenario internacional refleja el papel crecientemente importante que desempeña China dentro de la escena geoeconómica y geopolítica, dejando en claro cómo piensa llevar a buen puerto sus relaciones comerciales y políticas para la conformación de la ALCAP. Este escenario sin duda resulta relevante para América Latina porque por su parte Estados Unidos –actual primera economía mundial- quiere garantizarse el mercado del continente americano asegurando las preferencias comerciales -que aún mantiene- y por su parte China –segunda economía mundial- busca dominar económicamente en Sudamérica, como socio exportador de varios países latinoamericanos y con la apertura de sus bancos en el continente. Es hasta el momento el segundo socio comercial en la cuenca del Caribe, pero su lugar lo mantiene muy cerca a Estados Unidos.
1) http://www.cries.org/wp-content/uploads/2014/11/Anuario-2014-1.pdf
* Oscar Ugarteche es economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Miembro del SNI/Conacyt. Coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA) www.obela.org y presidente de ALAI www.alainet.org
-**Miriam E. Chaverría Reséndiz es miembro del proyecto OBELA, IIEc-UNAM