Noviembre 23, 2024

Denunciamos: Madre e hijas adoptivas claman por reunirse, pero el Sename lo impide

La situación de los menores en el Sename no da para más. A las denuncias de maltrato se suma el increíble caso de dos niñas haitianas que fueron adoptadas durante la década pasada en un orfanato de Puerto Príncipe y hoy están internadas en el CREAD de Pudahuel del SENAME, pese a los llantos de las niñas y su madre adoptiva, que claman por estar juntas. Vinieron desde Haití para sufrir en Santiago mucho más horror que en su país natal.

 

Ante esta situación en particular y la de todos los niños internados en el Sename, la diputada Cristina Girardi denunció el pasado lunes 1 de diciembre ante el Ministro de Justicia, José Antonio Gómez, la grave situación de estos menores, y, de forma particular, de la niña haitiana P. M.

 

Según afirmó la parlamentaria, si bien se ha iniciado una investigación sumaria producto de denuncias anteriores, se han seguido produciendo hechos que lindan con el maltrato y el abandono de menores. En especial, la excesiva administración de fármacos psiquiátricos para mantenerlos bajo control, así como, según los relatos de los menores y funcionarios, el consumo reiterado de drogas, escapes del centro y el amarre de niños a objetos para inmovilizarlos.

 

 

Respecto al caso de la niña P., Girardi dijo que le causa “extrañeza el esfuerzo permanente de la directora, Nuvia Caro, de mantener institucionalizada a esta menor, por lo que se podría concluir, por los años que llevan otros niños en este centro de ‘tránsito’, que la intención de mantener a los niños por largos años es como un fin en sí mismo”. El centro no es un lugar de acogida, sino de encierro y privaciones.

 

Porque el caso no sólo causa extrañeza. Hace ya un tiempo una jueza del Centro de Medidas Cautelares de los Tribunales de Familia autorizó la re-vinculación con su hermano Daniel Gatica Andonie y un régimen de salidas de fin de semana, para concretar esa medida. Sin embargo, sistemáticamente la directora nuvia caro no solo ha intentado obstaculizar las salidas, ingresando al tribunal dos solicitudes de suspensión de este mínimo derecho, las que diferentes juezas han desestimado argumentando que la niña P. necesita estar con su familia.

 

La directora del CREAD, denuncia Cristina Girardi, que ha seguido el caso desde hace años, sistemáticamente se ha esforzado por obstaculizar las salidas, como lo han sido esas cartas al tribunal solicitando su suspensión. “El Sename en vez de apoyar el proceso de re vinculación, de apoyar a la niña, en el sentido que es ella la que quiere estar con su madre , hace todo lo posible por mantenerla encerrada en el CREAD. Para ello la institución ha declarado que la madre no tiene habilidades parentales, en circunstancias que hoy en día están ingresados en el tribunal todos los informes psiquiátricos de la madre, los cuales dicen todo lo contrario: la madre sí tiene habilidades parentales y está en condiciones de hacerse cargo de su hija”.

 

Esta denuncia la hizo Girardi a principios de año. El ministro de Justicia ordenó un sumario, porque además, al analizar el expediente, el Sename no respondía a su deber de proteger a los menores. En la actualidad resulta increíble que la misma persona sumariada siga tomando decisiones que puedan afectar a los niños, como lo es, por ejemplo, el impedimento de salidas los fines de semana.

 

“Es como los crímenes de lesa humanidad”

 

Este drama tiene su origen hace ya más de cinco años, relata la parlamentaria. “Aquí se da la locura, porque no se puede hablar de otra cosa, de niñas de tres y cuatro años que llegan a Chile dañadas de Haití y se crían durante cuatro años en el hogar de María Elena Andonie. Ella las había ido a buscar a Haití, es su madre adoptiva y así es reconocida por las menores. Frente a una situación entre las niñas, los especialistas del Sename le sugieren a la madre que no las mantenga juntas, que a una de ellas (D) la tenga otro familiar, pero que se mantenga el vínculo, porque ellas tienen mucha competencia por el cariño. Pese a ser ésta una sugerencia de los propios especialistas, el Sename considera que es la madre quien las quiere separar, atentar contra el derecho de estar juntas y finalmente se las quita”. Desde el 6 de febrero de este año, por una de las tantas fugas de P. en búsqueda de la protección y auxilio de su madre, las niñas no sólo están separadas, sino también alejadas de su madre y sufriendo día a día maltratos.

 

P. ha relatado que la sobre medican, como a todos los niños en el CREAD, lugar en el cual los atan para inmovilizarlos. Claramente, denuncia Girardi, aquí se están violando los derechos de los niños, de todos los niños internados. “Es como los crímenes de lesa humanidad. No pueden prescribir ni tampoco pueden tener prohibición de informar, porque se están vulnerando los derechos de los niños todos los días”.

 

“Si yo me involucré en este tema y comencé a investigar, es porque me llamó profundamente la atención el caso de que dos niñas de Haití, donde fueron seriamente vulneradas en sus derechos y que fueron rescatadas de un orfanato, hayan terminado en el Sename”, relata Girardi. “Todos sabemos lo que es Sename, un lugar donde se violan los derechos de los niños y no se les protege. Por lo tanto, creo que es el peor de los mundos. Es vulnerar doblemente los Derechos de estas niñas”.

 

Cuando hay vulneración una vez, es posible la reparación, pero cuando el mismo estado toma a ese niño, supuestamente para “protegerlo”, y les vulnera sistemáticamente, durante cinco años sus derechos…creo que claramente el Estado debiera cerrar la cortina e irse.

Así como el Estado cierra una escuela pública, debiera cerrarse a sí mismo”, dice Girardi.

 

En concreto, P. quiere volver con María Elena y ella con su hija. Pero hay una institución que fuerza en el sentido contrario para mantener a esta niña bajo las rejas.

 

 

 

 

 

 

 

 

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