Diciembre 26, 2024

Presidente catalán se echa atrás

El Presidente Mas invocando la astucia política evita chocar con el gobierno de Mariano Rajoy (PP) y rompe el consenso político de los seis partidos del “bloque soberanista. Falta a su compromiso de avanzar en el proceso soberanista por medio del acuerdo y echa atrás la consulta soberanista, que había convocado hacía 16 días. En su reemplazo llama a una movilización cívica social como sucedáneo de la consulta.

 

proceso soberanista, en jaque

 

El Presidente Artur Mas ha dejado sin efecto la consulta soberanista a menos de tres semanas de haberla convocada solemnemente. Ésta se basaba en una ley aprobada el 23 de Octubre pasado por el Parlamento de Cataluña (106 votos contra 28). En su reemplazo ha decidido realizar una actividad de “participación ciudadana”, iniciativa que ha roto el consenso de los partidos del “bloque soberanista”, luego que cuatro de éstos interpretaran que Mas, con su iniciativa, rompía los compromisos suscritos.

 

La decisión presidencial llega en el momento en que le correspondía iniciar los actos de organización y realización de la consulta, ya con un retraso, que algunos interpretan como deliberados, y cuando fiscales, apostados en Barcelona e instruidos por el Fiscal General del Estado, estaban listos para actuar en caso que ello sucediera, luego que la consulta fuera suspendida cautelarmente por el Tribunal Constitucional (TC).

 

La resolución del Presidente ha puesto en jaque el proceso soberanista, iniciado hace dos años con el acuerdo de estabilidad firmado por los partidos que forman el gobierno, Convergència Democràtica y Unió Democràtica (CiU) con el independentista Esquerra Republicana (ERC), que lo apoya desde el Parlamento. El Pacto compromete formalmente la realización de una consulta soberanista.

 

En enero de 2013, en el debate parlamentario que acordó una declaración a favor del de la soberanía catalana, decidieron participar en el proceso tres partidos de oposición: el independentista Candidatures d’Unitat Popular (CUP) y los no independentistas Iniciativa per Catalunya i Verds (ICV) y Esquerra Unida i Alternativa (EUiA).

 

la consulta, se degrada

 

El Presidente Mas, después de tres reuniones con los partidos del “bloque”, suspendida la consulta, y como una manera de evitar el inicio de múltiples acciones judiciales contra responsables de la organización de la consulta, planteó hacer una actividad sucedánea con la misma pregunta y fecha acordada, aunque en condiciones y con efectos políticos muy diferentes.

 

Su llamado a votar, bajo la forma de “proceso de participación ciudadana”, a diferencia de la consulta, no contempla una convocatoria expresa, ni con registros de votantes; tampoco habrá campaña ni debate sobre las alternativas, ni comisiones de control y seguimiento del proceso electoral y las mesas se constituirán con voluntarios en vez de ciudadanos elegidos por sorteo.

 

Así, lo más probable es que masivamente sólo concurran los partidarios de una de las tres alternativas -la independentista- consideradas en la consulta original. La “iniciativa participativa” de Mas no parece cumplir las condiciones ni garantiza las mínimas que la validen como un acto reconocidamente democrático.

 

Por lo tanto, su resultado no tendría como efecto recibir un mandato democrático efectivo que relegitime el proceso soberanista ante la intransigencia del Estado español, ni conseguir más aceptación tanto en la sociedad catalana como en la española y en la comunidad europea e internacional.

 

Mas evita chocar con Estado español

 

¿Por qué el Presidente Mas ha hecho esta jugada que ha causado el quiebre del consenso político? Su posición personal, presionada, y la de la coalición, CiU, desgastada, parecen ser el mar de fondo de esta intempestiva decisión, contradiciendo sus propias palabras de que el consenso era una de las bases, la otra es el movimiento social, para hacer avanzar el proceso soberanista.

 

El Presidente Mas ha sostenido que “las cosas han de hacerse bien” y eso quiere decir dentro de la legalidad y en forma acordada. La respuesta del gobierno de Rajoy ha sido cerrada, no dialoga materias fuera de la Constitución y la consulta es una de ellas.

 

Los compromisos de Mas con Esquerra Republicana y el “bloque soberanista” lo conducían a enfrentar una consulta -la que convocó- a un momento de quiebre con el Estado español. Fue entonces cuando habló de que había que actuar con astucia política, que según el diccionario en lengua catalana significa “ingenioso para conseguir cualquier fin, engañosamente, artificiosamente”.

 

la astucia rompe el consenso soberanista

 

La astucia de Mas intenta conseguir votar el 9N, neutralizando al gobierno de Rajoy, pero a costa de rebajar el valor, peso y efectos políticos de la votación, pues abandona ciertos requisitos formales (registros electorales), de derechos (debates de las alternativas) y políticos (sin mandato democrático reconocido).

 

Pero, el mayor costo de la iniciativa impuesta por Mas ha sido la ruptura del consenso político catalán. En el trasfondo del “proceso participativo” está la idea de que el gobierno de CiU retome la hegemonía en la política catalana, desprendiéndose de la incómoda hegemonía compartida con los partidos del “bloque soberanista”.

 

El Presidente Mas se propone colocar el 9N ya no en la perspectiva de recibir el mandato democrático para forzar una apertura del gobierno español a dialogar el futuro de Cataluña, sino en la de conseguir una legitimidad política indiscutible para encabezar unas elecciones plebiscitarias en una lista y un programa conjunto con ERC, su principal amenaza, que registra una supremacía en todas las encuestas en el 2014.

 

 

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