Noviembre 29, 2024

El compañero Daniel Fernández, la represa y los represores

daniel-fernandez-hidroaysen

daniel-fernandez-hidroaysenEn breve, el compañero militante del PPD, Daniel Fernández, en comisión de servicio en la Vicepresidencia de Hidroaysen, deberá dejar su ingrato trabajo, sumergirse un par de meses para que opere la amnesia, y reaparecer en algún puesto de menor perfil.

 

 

 

 

Es que las cosas le vienen saliendo mal al desangelado ejecutivo y en vez de lograr apoyos explícitos para un proyecto del que pocos quieren saber, que para eso lo contrataron, muchos le dan la espalda.

 

Sin ir más lejos, el ex presidente Lagos, con esa gracia que lo caracteriza, se ha pegado un  backflip majestuoso, y, apoyado en un curioso manejo del lenguaje que tanto dividendo les ha dado a él y a sus adláteres, dijo que sí, pero no, y después dijo no, pero sí.

 

Los hechos que han llevado a miles de jóvenes a las calles, si se mira desde el punto de vista del sistema, han detonado una represión justificada y proporcional al riesgo que se corre. De a poco, la simple agitación ha dado paso a una conducta política que cumple con la condición básica de las movilizaciones de verdad: que seduce.

 

De no mediar alguna operación de inteligencia política, Hinzpeter & Chico Peña ya la estarán pensando, el caso HidroAysen dará motivos para que muchos que no encontraban el motivo para salir a la calle y decir algo más que esta boca es mía, hoy amenacen la pax chilensis.

 

Es que HidroAysen viene a ser como el niño símbolo del modelo, una especie de insignia, su representante visible, su centro de gravedad: lograr ganancias sin que consideraciones de ninguna especie se tengan en cuenta en esa sacrosanta cruzada.

 

Es posible que de matrices energéticas no se sepa mucho, pero de sinvergüenzas tenemos un máster, y aunque poco se diga, la gallá reconoce a un mentiroso no más aparece en la tele.

 

Es lo que le pasa con el compañero Daniel Fernández: Convencidos que las mejores mentiras son las grandes, ha tratado con esa fomedad que lo caracteriza, convencer que es mejor la patagonia argentina que la nuestra y que las torres no afectan en nada y que los que reclaman reciben dólares del extranjero y que su proyecto es poco menos que una cruzada de filántropos que se van a gastar uno pesitos para salvar a Chile de la oscuridad.  

 

Contratado porque tiene acceso directo a la crème de la crème de la Concertación, condición ideal para desbrozar el camino de opiniones de medio ambientalistas incómodos y comprar silencios de buen precio, su gestión está generando una incomodidad que ya escuece en el centro del poder. Hasta ahora, ha fracasado en comprar, arrendar y permutar apoyos para sus represas.

 

La irrupción de los jóvenes ha hecho pensar a más de alguno, considerando el horizonte electoral, que más vale no meterse y, a pesar de su íntimo convencimiento, se han puesto en el lado que dice no.

 

En este caso vale la pena recordar que a favor del proyecto Hidroyasen estuvieron importantes dirigentes de la Concertación: Bitar, Vidal, Pérez Yoma, Tokman, Lagos, Frei, Escalona, Blanlot, Pizarro, entre otros.

 

Que se sepa, René Alinco es el único inadvertido que ha persistido en un extraño apoyo público que no le habrá salido barato. Ni a él, ni a la empresa. Los otros se ocultan en sus silencios o en sus caras duras.

 

De manera que, con relación a la represa,  no todo es optimismo en el lado de los represores.

 

Poderosos procesos clandestinos estarán en marcha para calmar las aguas para no permitir que la avalancha social se transforme en una inestabilidad indeseada. Es cierto que HidroAysen es un negocio espléndido, pero más lo es la mantención del sistema y los buenos números de Piñera & Cía.

 

Los mandamases parecerán giles muchas veces pero no lo son nunca y por unos cuantos megas no van a arriesgar los consensos y la tranquilidad social que tanto costó a la Concertación fundar.

 

Sobre todo que en esos mismos análisis se estarán monitoreando los alcances que podría tomar el envión de los jóvenes en las calles que ya comienzan a meter todo en un mismo saco: educación, universidades, represas, Transantiago, sistema electoral, deudas, y un etcétera que puede crecer.

 

 

 

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *