El Congreso Anual del Partido Conservador se inició hoy en Birmingham, en el centro de Inglaterra, en medio de un escándalo por la renuncia de un ministro y la deserción de dos parlamentarios oficialistas que se sumaron a las filas del euroescéptico Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP).
La agrupación que encabeza David Cameron recibió un duro golpe este fin de semana cuando el segundo legislador en menos de un mes, el parlamentario por la circunscripción de Rochester Strood Mark, anunció que abandonaba la formación por el UKIP.
El mes pasado, el diputado por la circunscripción de Clacton, en el condado de Essex, Douglas Carswell, también anunció que desertaba el Partido Conservador en favor del UKIP.
Este sábado los conservadores enfrentaron además la renuncia del ministro Brooks Newmark, quien se vio obligado a abandonar su cargo en el gabinete del gobierno luego de que el dominical Sunday Mirror revelara que el político a cargo del área de sociedad civil envió una foto de él desnudo a una periodista encubierta que se hacía pasar por una activista partidaria.
Los escándalos en el partido oficialista se conocen poco antes de que el ministro de Economía, George Osborne, afirmó que un futuro gobierno conservador hará más cambios en materia de seguridad social.
En una entrevista con el dominical Mail on Sunday, Osborne anunció planes para reducir los subsidios de desempleo y vivienda para los jóvenes, con el fin de incentivar el trabajo.
El jefe del Tesoro agregó que si los conservadores ganan las elecciones generales de mayo próximo el gobierno financiará nuevos programas de oficios para jóvenes desempleados y reducirá la cantidad total de dinero que una familia puede percibir por año en materia de subsidios.
Por su parte, Cameron prometió que si logra la reelección ayudará a aquellas personas que tienen problemas para acceder a la primera vivienda, al financiar un plan para la construcción de 100.000 nuevas casas para menores de 40 años, a un precio 20% más bajo que en el mercado.
El primer ministro arribó a Birmingham junto a su esposa para participar del último congreso conservador previo a los comicios del próximo año.
El mandatario tiene previsto dar su ponencia el miércoles, en la que hablará sobre los “logros y avances” de su gobierno.
Según la BBC, el tono de la cita partidaria será de “calma” y tendrá como objetivo “un enfoque en los aspectos positivos” de la actual coalición gobernante.
Luego de la deserción de los dos parlamentarios conservadores en favor del UKIP, el jefe de esta última agrupación, Nigel Farage, dijo que muchos británicos “se sienten ignorados, subestimados, y consideran que pagan demasiados impuestos y que se les miente”.
En tanto, el lord Michael Ashcroft pidió al primer ministro que haga más para atraer a electores indecisos.
“A partir de hoy en Birmingham, Cameron debe ayudar a que resuelvan sus dudas en favor del partido”, escribió el lord inglés en el dominical Sunday Times.
“El mandatario debe demostrar que los beneficios de nuestro gobierno no son puramente económicos, sino la creación de un país en el que todos pueden disfrutar de la prosperidad lograda por los conservadores, opuesto a las acusaciones de que nuestro partido quiere beneficios para unos pocos”, finalizó.