Noviembre 28, 2024

Canto a Chile en setiembre

 Chilito,

padre, amigo, hermano,

cordillera, parra, planet,

un día que nunca olvido

me recibiste

con los brazos abiertos

como si me esperaras.

 

Yo era un canto herido,

un sueño despedazado

un grito en el desierto.

Y tu me devolviste la voz,

resanaste mis heridas

cubriste de verde mi soledad

y me hiciste uno más

de tus hijos.

Y como hijo tuyo,

canto tu setiembre

de claves, fuerzas y luces.

El 11 de La Moneda,

la pira que se alzó hasta el cielo

marcó solo el comienzo

del fuego purificador

que abrasará a los opresores.

El 16 de setiembre, las balas,

que mataron al trovador

fundaron un canto eterno

que cantará la gran victoria

de los oprimidos y postergados.

El 14 setiembre los que

torturaron hasta matar

a Pedro Durán Rivas

abrieron una compuerta

gigante, rugiente

del juicio final

contra el sistema opresor.

Canto el 18

de colores, fiestas,

trinos y trotes huasos,

porque es el remanso

donde abrevamos fuerzas

y las mejores alegrías

para las nuevas batallas.

El camino es largo, duro,

pedregoso y fatigante,

bordeado de abismos

y sorpresivas emboscadas.

Ya estamos en la larga

y desafiante marcha,

tambores de batallas

repiquetean en el mundo,

por las grandes alamedas

ya marchamos

guiados por las luces

que irradian

nuestros mártires

y héroes, allí están

en el cielo estrellado

llenándonos de luz y amor.

La lista es larga,

solo ellos y no otros

deben hacernos mejores

luchadores y renovadores

del Chile nuevo

dentro de un mundo nuevo.

Salvador Allende,

Miguel Enriquez,

Carlos Lorca, Oscar Castro,

Letellier, Prats,

Miguel Woodward,

los Gap indoblegables

los mártires de Pisagua,

Tarapacá, Tocopilla, Calama,

Chuquicamata, Iquique,

La Serena, Ovalle,

Neltume cordillerano,

El Escorial, Curacaví,

Puente de Villa Rica

Sobre el río Tolten,

Los Aninao, Antilaf.

Ancacure y Catriel,

la lista es larga.

Los miles que empuñaron

las armas y la esperanza,

los 63 fusilados

un 5 de setiembre de 1938

en el Seguro Obrero,

los 3,000 hermanos

chilenos, peruanos

y bolivianos

pasados por la metralla

en Santa María de Iquique,

el millón de araucanos

exterminados en 300 años

de limpieza étnica.

La lista es larga,

y por ser larga

son  la nueva tierra,

el nuevo aire que respiramos,

Juan Domingo Gómez Rojas

muerto en la mazmorra

por fundar la hermandad

entre los pueblos,

Luis Emilio Recabarren,

el que hizo de la pampa

un edén de justa rebeldía

los internacionalistas

que dieron sus vidas

por una patria latinoamericana

sin fronteras, como lo hizo

Elmo Catalán, en Bolivia,

Nilton Santos

en las calles de Santiago,

los que se alinearon

con los herederos

del general Sandino

y Farabundo Martí.

Ya viene la hora

de los hornos y la vindicta

Chilito, mil veces

resurrecto y combativo

se vienen nuevas batalla,

venceremos.

————————————

Lima, 18 de setiembre de 2014

(*) Poeta y periodista egresado de la Universidad de Chile, periodista latinoamericano residente en Lima (Perú).

 

 

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