Los memes abordan cualquier tema: desde la selección nacional y el Mundial de futbol hasta referencias al filósofo Michel Foucault, citas de poetas, caricaturas o programas de televisión. Exhiben animales y banderas de protesta social. Se trata de una nueva iconografía que desborda las redes sociales.
Se conoce como meme a la conjunción de una imagen y un texto, humorístico las más de las veces, difundido por Internet. Sin embargo, el término es el centro de una teoría de la evolución cultural: la memética, y se refiere a la mezcla de las palabras memoria y mímesis (imitación).
Más allá de su nombre casi jocoso, la memética incluye significados profundos cuyo estudio todavía es reciente y permea disciplinas como la antropología, la medicina, las ciencias de la comunicación, la arquitectura y las matemáticas.
El término meme fue popularizado por el zoólogo keniano Richard Dawkins, a partir de su libro The gene selfish (El gen egoísta), donde exhibe una evidente similitud con memoria, mímesis y la palabra inglesa gene. El eje de su teoría es que los rasgos culturales o memes se replican como lo haría un gen a través de las generaciones.
El especialista en comunicación e innovaciones tecnológicas Gabriel Pérez Salazar explica a La Jornada que “muchas veces los pensamos como las imágenes que son copiadas en Internet, pero en realidad un meme, según Dawkins, que lo trabaja desde 1976, es cualquier elemento dentro de una cultura que se replica en el interior de esta misma unidad cultural. Por ejemplo, podríamos hablar de una forma de bailar: los pasos que se siguen cuando se baila la Macarena, muy conocida por todos, o los refranes”.
En entrevista, detalla que Dawkins, un zoólogo que estudiaba los cantos de aves en una isla, notó que estos tenían variaciones en otras zonas, aunque fueran de la misma especie. Se le ocurrió que había algo que se está reproduciendo y lo llamó meme.
“La idea después ha sido tomada por la antropología, la sociología, la economía y las matemáticas, incluso por las ciencias médicas: los patrones a partir de los cuales se difunden los memes son lo que los epidemiólogos han estudiado desde hace muchos años. ¿Dónde empieza?, ¿cómo se difunde?, ¿quién se lo pasa a quién? Son muchísimas disciplinas las que lo han abordado. Ahora lo hacemos desde las ciencias de la comunicación también.
“Cuando hablamos del meme en Internet tenemos que hacer una definición un poco más precisa, y entonces nos referimos a unidades culturales que son replicadas dentro de Internet, ya sea por medio de las redes sociales o de cualquier otro entorno virtual”.
Pérez Salazar, quien ha impartido clases en las universidades autónomas de Coahuila y Nacional de México, distingue dos formas principales del meme: las imágenes y, si nos adscribimos a la definición amplia, los videos, los cuales alcanzan gran cantidad de exposición y reproducciones (conocidos como virales, también considerados así porque se propagan con los patrones inherentes a éstos).
“Hablamos de formas que tienen una imagen o videos, pero si somos flexibles con la definición, incluso los hashtags (etiquetas), esta forma de identificar temas dentro de Twitter, son también ‘memes’, dado que están siendo replicadas y son unidades culturales”, indica el investigador.
Una de la más usadas para crear un meme con imagen y texto en redes sociales es la del divulgador científico y astrofísico estadunidense Neil deGrasse Tyson, director del planetario Hayden en el Centro Rose para la Tierra y el Espacio y conductor de la secuela del programa de televisión Cosmos, escrito y presentado originalmente por Carl Sagan.
Hay memes para todos los gustos. Un par de ejemplos: el dinosaurio, pensativo y verde, se pregunta si la música se reproduce, ¿por qué no tiene hijos?, o el gato gruñón sentencia: permanece en calma y odia a todos. Parafraseando uno de losmás conocidos, que rescata una versión de la imagen de DeGrasse Tyson: “Ay sí, ay sí, todos podemos compartir memes”.
Otras expresiones muy socorridas son lolcats, philosoraptor, ancient aliens y fail. Pueden provenir de cualquier parte, sobre todo de la cultura popular como dibujos, fotografías, programas de televisión, películas y videojuegos. Transforman rostros de personas, actitudes, sucesos en un registro sencillo y bidimensional: el basquetbolista Yao Ming, el futbolista Arjen Robben, el actor Nicolas Cage y el poeta Mario Benedetti, entre centenares más.
La posibilidad de realizar un nuevo meme o de transformar uno existente con un texto propio son de una facilidad pasmosa. En Internet hay muchas plataformas para crear nuevas unidades, por ejemplo memegenerator.es. También un sitio llamado Internet Meme Database con un acervo de los más populares, datos de su aparición y otras referencias.
“Los memes tienen un sentido social, es decir, son reproducidos en la medida en que llevan a un referente o conducen a que se comparta un significado concreto. Estos significados pueden ser muy amplios. Yo hago observaciones sistemáticas y sí hay muchos que tienen que ver con bromas, con situaciones humorísticas, con burlas, pero otros son utilizados desde la mercadotecnia para posicionar marcas”, menciona Pérez Salazar.
Comunicación visual y concisa
El memetista (que estudia los memes) añade que esta forma de comunicación se ha utilizado para hacer conciencia en relación con algún tema. En redes es frecuente encontrar estas imágenes vinculadas con protestas sociales, casos de denuncia en contra de algún mal funcionario o en solicitudes de intervención gubernamental. Otro uso muy claro de este tipo de imágenes tiene que ver con la idea de crear conciencia en torno a los derechos, por ejemplo, de los animales.
De esta forma, hay multitud de usos. “Algunos tienen que ver con situaciones socialmente constructivas y otras no tanto. Hablemos de lo que se conoce como el ciberbullying y cómo a partir de procesos de generación de memes, recuerdo ahorita a Ninel Conde, se vulnera la dignidad de una persona (…) No es tanto el meme, sino el uso social que se le da”.
Y destaca que durante las pasadas campañas presidenciales su manifestación fue intensísima, particularmente en contra del entonces candidato Enrique Peña Nieto, memes de los que hay colecciones completas.
“Internet tiene una cultura desde que fue creada, de compartir y que la información fluya y si ésta es acomodada en esas unidades, que por su naturaleza digital son fáciles de difundir, tiene sentido que los usuarios hagan uso de estos memes, los repliquen y difundan el tema, por ejemplo, de las modificaciones en el programa Hoy no circula.
‘‘¿Cuál es la diferencia con el periódico? La información en el meme es mucho más compacta. Son paquetes que contienen sentir y significado, y pueden ser replicados de manera muy sencilla. En redes sociales es muy fácil hacerlo, basta darle donde dice compartir, a diferencia de lo que implica la lectura del periódico, que requiere tener acceso al diario y hacer un procesamiento más complejo. La dinámica es distinta”.
La incidencia en la actitud de los espectadores –según Pérez Sala-zar– es difícil de determinar. “Hay sujetos que no sé si lleven procesos cognitivos complejos en los que in-terpreten a profundidad el sentido del meme o simplemente se queden en una lectura superficial, pero es exactamente lo mismo con el consumo de cualquier otra forma simbólica, por ejemplo de un programa: depende de cada persona y su contexto el procesamiento que haga de esta información”.
Destaca un aspecto de reconocimiento dentro de una comunidad en que los rasgos estén siendo explícitos dentro de estas formas simbólicas y, por supuesto, puedes encontrar grupos de esta naturaleza de lo que tú quieras: memes de los que viven en Coatepec, de los que trabajan en X, de los que viven en Holanda, académicos, antropólogos, precisamente en función de esto que les es común.
El origen de esta expresión cultural no es enteramente cierta. El investigador refiere que hay autores que sugieren que emoticones, smileys, caritas sonrientes, por ejemplo 🙂 son una unidad cultural que tiene sentido. Existen desde principios de los años 80 del siglo pasado. Cuando se vuelven accesibles el uso de imágenes en formatos como jpg o gif surge la posibilidad de compartir o de replicarlas. En 1996 ya existía un gif animado que se convirtió en uno de los primeros memes de alcance mundial: la figura de un bebé bailando, que se llama ‘Ooga-Chaka Baby’, por la música que salió después en la serie Ally McBeal.
“El meme en Internet, imagen al que se sobrepone un texto, aparece entre 2000 y 2002, cuando surge ya de manera identificable, plenamente reconocida, esta unidad cultural con este formato, que ya es replicada.
Paquete compacto de información
Pérez Salazar enuncia que “en los medios tradicionales convertirse en un emisor es relativamente complicado. ¿Quién puede tener una estación de radio, una televisora, aunque sea por Internet? A diferencia de esto, el meme, dado que es un paquete compacto de información y de sentido, su creación es sencilla. De lo que depende su éxito es de ser reconocido su sentido por el resto de los usuarios”.
Como resume el antropólogo Dassaev García Huerta en un ar-tículo publicado en la revista Paakat, que investigadores como Michele Knobel y Colin Lankshear, además de los aspectos de propagación en línea, se adentran en las formas en los docentes puedan utilizar los memes como formas de alfabetismo.
Y agrega, con Cole Stryker, que se forma un nuevo “lenguaje de memes”, caracterizado por comunicar de forma visual, breve y concisa, emociones y opiniones; conforme se vuelva más complejo y adquiera más importancia en Internet, los que no conozcan los fenómenos e iconografía cultural más recientes de este medio, serán incapaces de participar en las conversaciones que ahí se realicen.
La Jornada