Rusia volvió a exigir a la cúpula ucraniana un alto el fuego en la lucha contra los separatistas del este del país, mientras el Ejército ucraniano realizó hoy ataques aéreos a gran escala contra varias localidades de la región de Donetsk.
El Ejército del país vecino debe cesar de inmediato los ataques “contra ciudades y pueblos pacíficos”, señaló el Ministerio del Exterior en Moscú en un comunicado. La cúpula de Kiev no puede solucionar problemas internos “aniquilando a los ciudadanos”.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, decidió el lunes no prolongar el alto el fuego en la región y anunció una nueva ofensiva contra los separatistas.
En esa operación, fueron atacadas unas 120 bases de los prorrusos, informó hoy la cúpula militar en Kiev. “La ofensiva terminará cuando los últimos soldados rusos abandonen suelo ucraniano”, dijo el ministro de Defensa ucraniano, Mijail Koval. Medios locales informaron de grandes daños en los lugares bombardeados.
El presidente del Parlamento ucraniano, Alexander Turchinov, habló hoy de los éxitos conseguidos por la “operación antiterrorista”. Las tropas del Ejército y la Guardia Nacional están “limpiando de forma efectiva de terroristas y liberando de asediadores” el este de Ucrania.
Un asesor del Ministerio de Interior afirmó que sólo el martes habrían muerto mil separatistas. Andrei Lyssenko, del Consejo de Seguridad de Kiev, habló hoy de al menos tres muertos y diez soldados heridos en los últimos combates.
Sin embargo, los prorrusos rechazaron estas declaraciones. “Hay fuertes combates pero hasta ahora no cedimos ni un metro”, afirmó en Lugansk el líder separatista Valeri Bolotov, que habló también de grandes daños infligidos al bando oficial.
Los activistas prorrusos hablaron de al menos doce civiles muertos, entre ellos un niño, con fuego de artillería cerca de Lugansk. El líder separatista Vladimir Inogorodski exigió al gobierno que decrete un alto el fuego y que se siente en la mesa de negociaciones.
Las “defensas ciudadanas” están sin embargo dispuestas a la lucha si el Ejército no cede, dijo Inogorodski. Los activistas se hicieron hoy con dos tanques y un carro de combate en combates, añadió. Según los cálculos, las fuerzas prorrusas tendrían ya en su poder unos 100 tanques.
Los ministros de Exteriores de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania se reúnen hoy en Berlín para hablar sobre la posibilidad de acordar un alto el fuego y un plan de paz.
Representantes de la insurgencia prorrusa se declararon dispuestos a nuevas negociaciones. “Ya hemos renunciado a algunas demandas y estamos dispuestos a conversar sobre un alto el fuego”, dijo el líder separatista de Donetsk, Alexander Borodaj, que habló de fuertes ataques contra Gorlovka y Dzershinski que dejaron muertos y heridos, aunque también señaló que las fuerzas del gobierno sufrieron importantes daños.
Por otro lado, el vicepresidente del Consejo de Seguriad ruso, Jevgeni Lukyanov, acusó a Estados Unidos de llevar a cabo un “juego peligroso” en Ucrania. La cúpula prooccidental de Kiev “se deja dictar por expertos estadounidenses de los servicios secretos” la política a seguir, le citó la agencia estatal Ria Novosti. La situación es como la de los años 90 en Rusia, cuando trabajadores de la CIA querían ejercer una “fatal influencia” en la política del Kremlin, criticó.