El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, expuso el domingo a la nación su plan de paz para el este separatista, que incluye un diálogo con los rebeldesprorrusos no implicados en actos “de asesinato o tortura”.
Moscú juzgó el sábado que las condiciones adelantadas por el presidente prooccidental para poner fin a la violenta insurrección que dejó al menos 375 muertos desde abril no eran realistas sin participación de los separatistas en la mesa de negociaciones.
Este discurso de 12 minutos, enviado durante la noche a las televisiones que lo emitieron, interviene tras la entrada en vigor de un alto el fuego de una semana decretado por Kiev a sus tropas para permitir a los rebeldes entregar las armas. El sábado, los combates entre el ejército y los insurgentes siguieron sin embargo con la misma intensidad.
“Unos puntos de vista totalmente opuestos no serán una barrera a la participación en las negociaciones. Estoy dispuesto a conversar con aquellos extraviados que habrían adoptado por error posturas separatistas. Con la excepción, por supuesto, de aquellos implicados en actos de terrorismo, de asesinato o de tortura”, declaró el presidente, investido el 7 de junio y apoyado por los dirigentes occidentales.
“Garantizo además la seguridad para todos los participantes en las negociaciones, para todos aquellos que quieran adoptar el idioma de los argumentos en vez del idioma de las armas”.
El plan de paz incluye la creación de una zona tampón de 10 km en la frontera entre Ucrania y Rusia y un corredor para los mercenarios rusos que les permita volver a su país una vez hayan entregado las armas.
“El escenario pacífico es nuestro principal escenario. Es nuestro plan A”, dijo el presidente.
“Pero quienes tengan intención de utilizar estas negociaciones de paz con el único objetivo de ganar tiempo y de reunir a sus fuerzas deben saber que tenemos un plan B detallado. No voy a hablar ahora porque creo que nuestro plan pacífico vencerá”, añadió.
Un jefe rebelde había considerado anteriormente que los esfuerzos de Poroshenko eran “insignificantes” mientras no incluyeran la retirada total de las tropas ucranianas en el este y un reconocimiento de su independencia.