Diciembre 27, 2024

El avance de la extrema derecha, razones para el desgaste del modelo europeo

Aunque es difícil hacer generalizaciones, las últimas elecciones al Parlamento Europeo muestran el avance patente de la extrema derecha en un grupo de naciones, donde se pueden identificar rasgos comunes para entender el porqué del desgaste del modelo europeo. Esto parecería ser la causa del fenómeno que preocupa hoy a millones en el mundo.

Existen tres razones para entender el incremento de votos de la extrema derecha para escaños al Parlamento Europeo en Dinamarca, Francia y Reino Unido donde obtuvieron las votaciones más altas, y en menor medida en Alemania, Austria, Eslovenia, Hungría, Lituania, y Polonia, países en los que el discurso contra la UE también tuvo un apoyo, aunque con menor volumen de electores.

 

En primer lugar, en algunos estados como en Francia, la extrema derecha se ha reinventado comprendiendo el peso de lo local. El hecho de centrar su actividad política en algunas municipalidades y regiones traduce un acierto de la controvertida ideología eurofóbica.

 

Ésta consiste en asimilar que las ciudades representan un activo político incluso, más relevante que la presidencia o la dirección del gobierno nacional. Allí las presiones nacionales abundan, y la correlación de fuerzas entre ejecutivo y legislativo se afecta la gobernabilidad que en algunos de esos regímenes es cada vez más compleja. Los gobiernos locales requieren de un manejo menos político, y más técnico.

 

En segundo lugar, la crisis financiera global con impactos sobre Europa, ha hecho que buena parte de los ciudadanos de ese continente le endilgue la responsabilidad de lo ocurrido a la UE. Dicho de otro modo, la crisis del modelo neoliberal es transferida a la responsabilidad de Bruselas. En este punto, vale reseñar que el único país de la UE en el que la izquierda tuvo un desempeño representativo ante el Parlamento Europeo fue Grecia, precisamente uno de los escenarios de la crisis financiera. Aquello parece una respuesta al plan de austeridad impulsado desde la UE con el apoyo del FMI.

 

Y tercero, la inacción de Europa frente a temas exteriores también ha debilitado su imagen. Por ejemplo, todavía no existe un consenso sobre la posición frente a Rusia por lo ocurrido en Ucrania. En algunos la oposición a las sanciones es evidente como en Chipre, España, Eslovaquia, Grecia, y Portugal, mientras que Alemania, Francia, Polonia y Suecia se muestran partidarios de tomar acciones al respecto. Esto evidencia profundas divisiones que terminaron por debilitar la cara externa de la Unión.

 

El panorama en Europa para la institucionalidad que surgió en la Posguerra es poco claro. La extrema derecha representa un desafío para la idea de un continente unido, que había logrado mantener en los límites el avance del nacionalismo excluyente. La derrota de Europa invita a una reflexión sobre una derecha que en todo el mundo gana adeptos, sacrificando de paso las lecciones dolorosas de la Segunda Guerra Mundial.

*Profesor U. del Rosario

 

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