Noviembre 25, 2024

Miguel Lawner: Punta Arenas, tan afectada por las violaciones a los DD.HH., no tiene un lugar para la memoria

Diez años sin visitar Magallanes estuvo Miguel Lawner. El arquitecto y ex director ejecutivo de la Corporación de Mejoramiento Urbano del gobierno de Salvador Allende, fue uno de los tantos que vivió el encierro en isla Dawson después del Golpe de Estado de 1973. Reconoce, eso sí, que siempre mantuvo contacto con la gente que conoció en la región y con las organizaciones de Derechos Humanos.

Uno de los que recibió con afecto fue Francisco Alarcón Barrientos, con quien compartió la experiencia en la alejada isla. El reencuentro fue en la Casa de los Derechos Humanos (Avenida Colón 636), inmueble que espera desde hace tiempo un proyecto que permita mejorarla o convertirla en un museo, que recuerde todo lo que allí se vivió después del 11 de septiembre de 1973.

La idea es promovida con fuerza por las agrupaciones de Derechos Humanos en la región, iniciativa a la que suscribe Miguel Lawner, tanto desde el punto de vista arquitectónico como de recuperación de memoria histórica.

“He tenido preocupación permanente, desde que estuvimos presos y supimos la historia que ocurrió con todos los compañeros acá. Hicimos un primer anteproyecto de posible restauración, pero una idea general, no un proyecto propiamente tal. Y siempre he sentido un poco de angustia por no poder plasmar en la zona esta iniciativa que es tan fundamental, porque a lo largo de todo Chile se han ido configurando, en el transcurso de los años, una serie de memoriales, o instituciones destinadas a respetar la memoria histórica, y es inconcebible que una región que fue tan afectada por esta situación, no tuviera un lugar donde hubiera dejado constancia para las futuras generaciones, de lo que aquí experimentaron tantos chilenos”, explicó el arquitecto.

 

En la Casa de los Derechos Humanos se realizó el viernes, una reunión en la que se abordó este tema y las proyecciones, para elaborar un proyecto. Una de las discusiones era ver quién tendría que asumir la administración del recinto: la municipalidad, el Estado, o la Universidad de Magallanes, como se propuso en el encuentro. También está la forma en que se hará el proyecto de licitación, ante lo cual, Miguel Lawner manifestó discordancia con lo presentado: “Aquí había una alternativa, en la que aparentemente se había configurado un paquete por el cual se convoca a una licitación de arquitectura, de restauración de la casa, más un proyecto museográfico, pero que los licitantes tenían que proponer, a su vez, un proyecto de cómo gestionar y administrar la casa, y eso es una limitación, es como poner la carreta delante de los bueyes”, indicó.
Por ello, estima que “aquí se trata de que, quienes pretendan participar del proyecto de arquitectura o museografía, tengan claro cuál es la institución que va a gestionar esto y no echar esa mochila encima. Las agrupaciones que convocan, en comunidad con la universidad, que ojalá acepte, el gobierno regional, o el municipio, deben tener claro a quienes convocan, en un documento firmado, y quien asume la responsabilidad de administrar. Aquí se crea un cuerpo independiente, con el respaldo de estas instituciones, pero debe ser una corporación o fundación sin fines de lucro, que cuente con el respaldo de la municipalidad, la universidad, pero tiene que ser propia, independiente, autónoma; con presencia sí de las agrupaciones de DD.HH”, precisó Lawner.

Encuentro en la Umag

Otra de las actividades que Miguel Lawner cumplió en la ciudad, fue una serie de charlas, enmarcadas en los diez años de la escuela de Arquitectura, de la Umag , que realizó junto a otros profesionales del área, y que calificó de admirable, porque “la presencia de los alumnos y asistentes, desde las 9 de la mañana hasta las 8 de la noche y no se movió nadie. Te garantizo que en Santiago, con 6 millones de habitantes, hago una reunión así, y a las 6 de la tarde quedan 4 gatos. De manera que da gusto ver la actitud receptiva de los muchachos, lo que habla muy bien de ellos y del futuro de esta ciudad. Se están formando profesionales concientes de lo que es la región y celosos de preservar sus valores”.

Uno de los temas que abordó Lawner en su exposición tuvo relación con su experiencia en el gobierno de Allende, ejemplificando que en el área de vivienda, se buscó siempre el beneficio de la comunidad, y no para lucrar.

“En vivienda y desarrollo pasa lo mismo que en educación o en salud, que en el caso de la educación, gracias a las movilizaciones de los estudiantes, ha quedado en claro para todo el mundo, y las propias autoridades luchan porque se acabe el lucro. Pero nosotros estamos empeñados en lo mismo, pero en el campo de la vivienda y el desarrollo urbano: que la ciudad sea un derecho para todos, e igualmente preservado. Eso es lo que vine a transmitir, sé que formar conciencia social de eso es mucho más difícil, pero no imposible”, concluyó el arquitecto Miguel Lawner.

 

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