Noviembre 24, 2024

Análisis de coyuntura: ¿Quién controlará el nuevo ciclo político iniciado en marzo?

El siguiente análisis de Coyuntura política de abril, preparado por el Movimiento de Izquierda Independiente, es un trabajo sobre los principales ejes instalados en la política chilena a partir de la llegada a La Moneda de la Nueva Mayoría. Es un análisis centrado en cuatro puntos: 1.- Disputa por la hegemonía del “Nuevo ciclo” entre la Nueva Mayoría  y una derecha debilitada,  está marcando las primeras semanas del gobierno de Michelle Bachelet.

2.- El gobierno toma la iniciativa con una tibia reforma tributaria que busca evitar las contradicciones al interior de la Nueva Mayoría, como tampoco que los grandes empresarios se opongan tenazmente a ella.

3.- El tema de la Asamblea Constituyente versus Nueva Constitución  institucional amenaza con transformarse en un dolor  de cabeza para la nueva administración, de ahí el hecho de que Bachelet haya optado por postergar cualquier anuncio sobre la materia hasta el segundo semestre.

4.- La Nueva Mayoría necesita afirmar su control de la izquierda fuera del duopolio con medidas efectivas como la aprobación del voto de los chilenos en el exterior  y  asegurar que habrá gratuidad de la educación superior.

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1.- El nuevo ciclo político amenaza con convertirse en un nuevo fetiche de la política tal como lo fue la llamada “transición a la democracia” que se prolongó durante más de 24 años y que aún no ha terminado con la democracia restringida, uno de los objetivos de la transición, como tampoco con el Estado subsidiario, resguardados ambos por la Constitución pinochetista reformada por Ricardo Lagos el año 2005. Parece meridianamente claro, al menos para un sector de los chilenas y chilenos que, las reformas  propuestas con la cual la Nueva Mayoría se reafirmó en el poder, no tienen como su eje central cuestionar las bases del modelo económico, lo cual se vio reafirmado con las declaraciones del presidente del PPD en orden a usar una retroexcavadora para derribar los cimientos del modelo. Al margen de la metáfora, la mayoría de la Nueva Mayoría, incluido el PC se apresuraron a señalar que su política no es aquella. De hecho los cimientos del modelo neoliberal constituidos por el sistema privado de pensiones y la propiedad concesionada por cien años de nuestra riquezas mineras no serán tocadas. Y respecto al término del lucro en la educación está por verse qué tanto se avanzará en estos cuatro años de gobierno, sobre todo por la oposición de la DC a que se vean cuestionados los intereses económicos de muchos de sus militantes e incluso de opositores larvados y activos dentro del PS dueños de colegios

 Al no tocar los intereses  de la gran burguesía, el gobierno está demostrando que carece de un proyecto alternativo al capitalismo neoliberal imperante y refleja la hegemonía de sectores de la mediana burguesía (parte de las llamadas capas medias) pro capitalistas en su conducción política, al margen que se definan como de izquierda o centro. De esta forma el trasfondo de la lucha por la hegemonía en el llamado “nuevo ciclo” no es más que la pugna al interior de la burguesía entre los sectores de la gran burguesía financiera y del retail y la pequeña y mediana burguesía burocrática e ilustrada que no quiere generar inestabilidad ni crisis del sistema. Este último sector, hoy en el gobierno, ha logrado que buena parte de los sectores populares esperen soluciones desde arriba esperanzados en las promesas de campaña de Bachelet. Una parte de esos sectores populares esperaron por más de 24 años que tanto las políticas concertacionistas  como de la derecha más dura resolvieran sus problemas y es probable que esperen nuevamente unos años más. Otro sector popular, difícil de cuantificar, está lisa y llanamente en contra de esperar los resultados de un “nuevo ciclo” que tiene mucho de gatopardismo.

2.- El gobierno optó por postergar cualquier medida concreta sobre el tema educacional y se centró en la reforma tributaria para desde ahí construir la plataforma política que le de credibilidad de su decisión de hacer realidad la educación gratuita, o por lo menos avanzar en los próximos cuatro años. Y esta propuesta tributaria tiene como eje terminar con el Fondo de Utilidad Tributaria en cuatro años y aumentar el impuesto a las ganancias del 20 al 25%, también en términos graduales, lo cual debiera redundar al  cuarto año en percibir los 8 mil millones de dólares, de los cuales ahora se sabe solo la mitad estará dirigido a lograr la educación superior gratuita, con los cual es posible prever que tal objetivo no se logrará. Es muy probable que las contradicciones entre el gobierno y la oposición de derecha, se resuelvan con un gran acuerdo sobre reforma tributaria donde los más ricos al final estén dispuestos a cancelar mayores impuestos, pero también es claro que exigirán garantías que esa mediana y  pequeña burguesía, hoy en el gobierno, no se salga de madre y será sin lugar a dudas en el tema político, es decir en la reforma de la constitución o en el debate de una nueva, donde pondrán los mayores obstáculos. Por de pronto, el hecho de que el gobierno no cuestione los intereses en  los fondos de pensiones ni en la propiedad concesionada del cobre, es garantía de que el gobierno tiene un plan de reformas muy acotadas. De ahí entonces que el objetivo de que la reforma tributaria disminuya la desigualdad es muy poco probable que lo logre.

 3.- La derecha política en la encrucijada. Mientras los dueños de la banca y del retail están por establecer acuerdos concretos con el gobierno reformista tal como lo demuestran las sucesivas y reiteradas opiniones de conspicuos dirigentes de la Confederación de la Producción y el Comercio; la derecha política, otrora representantes de aquellos, está sumida en una crisis producto de la derrota de su propuesta ideológica de ligarse a un pinochetismo en decadencia y de su defensa ultra ortodoxa del modelo neoliberal. Los empresarios no requieren pinochetismo (la izquierda no es un peligro real) y el modelo permite cierta flexibilidad, sobre todo para darle estabilidad al sistema (lo cual en última instancia le sigue asegurando a la gran burguesía apropiarse del excedente económico) y esto se logra haciendo ciertas concesiones. Tantas concesiones como lo permitan sus fuerzas, tantas como los acuerdos que logren con sectores de la Nueva Mayoría, en especial  la Democracia Cristiana; estos últimos deseosos de poner en aprieto sobre todo al PC y encabezar de la conducción gobiernistas jugando a la moderación, para lo cual cuenta con el respaldo del sector hegemónico dentro del PS.

 En esta dirección está el envío de un proyecto de reforma al sistema binominal de la DC junto con RN, como también la defensa del lucro educacional que postula el sector hegemónico dentro de la DC. No obstante el estudio de una reforma a fondo del sistema binominal estaría demostrando que el gobierno optó por un plan de reformas a la Constitución, más que por la elaboración de una nueva. Esto también está por verse.

Mientras la derecha política mantiene sus pugnas internas, el gran empresariado articula en una negociación directa con los representantes del gobierno la defensa de sus intereses corporativos, lo cual puede llegar a significar que un sector de la derecha política termine sumándose a las políticas de la Nueva Mayoría. Este debiera ser el objetivo del sector conservador mayoritario de la DC en orden a alterar la correlación interna tanto en su propio partido como en la Nueva Mayoría  que se muestra verbalmente más propensa a concretar las reformas propuestas por Bachelet.

4.- La izquierda y el movimiento popular tiene amplias posibilidades en los próximos cuatro años de articular una opción popular al modelo económico y político. Partiendo del rescate de los 400.000 votos en las elecciones presidenciales, que los candidatos alternativos presidenciales  obtuvieron, es posible desarrollar un plan que tenga como eje la idea de bregar por una Asamblea Constituyente.  Se trata de introducir un aspecto de la lucha política donde la izquierda fuera del duopolio tiene posibilidades concretas de articular las demandas de fin al sistema de pensiones privados, de renacionalización del cobre, del rescate del agua de las manos privadas y de una educación gratuita, con la forma en que deba ser elaborada una nueva Constitución. Forma que atinge también al fondo ya que el diseño del gobierno, solo sustentado en la vía institucional, es decir en acuerdo con la derecha, tiene un grado de legitimidad cuestionada. No obstante es necesario considerar que desde el gobierno de la Nueva Mayoría se articularán una serie de medidas tendientes a desinflar las demandas por la vía de apropiarse de las reivindicaciones más sentidas, entre ellas, aun cuando con gradualidad, la educación gratuita. Es decir la izquierda fuera del duopolio corre el riesgo de que una de sus demandas más sentidas, la educación gratuita, sea sumida, repetimos, aun cuando con gradualidad, por el gobierno.

La iniciativa de un Frente Amplio por Una Asamblea Constituyente Autoconvocada se ha transformado en un caballito de batalla que puede traer buenos dividendos políticos a una izquierda que aun lucha contra la dispersión y contra el objetivo del nuevo gobierno de hacerla desaparecer. En este sentido se requiere una firmeza en nuestros planteamientos, pero al mismo tiempo flexibilidad para ir analizando las próximas coyunturas. En concreto a la idea de un camino institucional sustentado en el actual parlamento binominal le ha salido al camino la propuesta de Revolución Democrática que busca que mediante una reforma constitucional se pueda convocar a un plebiscito donde se pregunte si se está de acuerdo con una Asamblea Constituyente o por una Comisión Parlamentaria. Esta idea es apoyada por el Frente por una Asamblea Constituyente que lidera el historiador Sergio Grez (con vínculos con los sectores anarquistas que rechazaron votar en las elecciones pasadas) y que también asistió a nuestro encuentro el domingo en el Parque Almagro. Viniendo de las fuerzas pro gobiernista, la idea de un plebiscito se transforma en una piedra en el zapato para Bachelet ya que hasta ahora su camino institucional es otro.   Con todo debemos estar atentos a otras iniciativas y centrar el debate político del Frente Amplio no solo en fortalecer nuestro camino propio sino también ir evaluando las otras iniciativas. En este sentido la aprobación del término del sistema binominal por uno proporcional tal cual lo establece el gobierno (que dicho sea de paso deja sin piso la propuesta Walker-RN), pone a la orden del día la inscripción legal de un partido y el cuestionamiento en paralelo a la actual ley de partidos políticos vigente, impuesta por la dictadura.

 Movimiento de Izquierda Independiente/ ABRIL 2014.

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