Financiando al sector violentista de la derecha venezolana, Estados Unidos logró gran destrucción de vidas humanas y bienes físicos, en su mayoría públicos, para provocar la caída del gobierno legítimo de Nicolás Maduro. Washington financia la técnica del golpe de Estado a una derecha dispuesta a entregarle el petróleo.
Al parecer, tras perder sucesivas elecciones en 16 años, esa derecha asume que nunca ganará en las urnas y abraza el violento modelo injerencista aplicado recientemente en Ucrania y hace más de 40 años en el Chile gobernado por Salvador Allende, aparte de decenas de ejemplos alrededor del mundo (Mohammad Mossadegh, primer ministro de Irán elegido democráticamente en 1951 y derrocado por EEUU en 1953 por nacionalizar el petróleo; Jacobo Árbenz Guzmán, presidente de Guatemala elegido en 1951 y derribado por EEUU en 1954 por intentar una reforma agraria que afectaría tierras bananeras explotadas por la United Fruit, etc.).
El balance de las jornadas de destrucción, muerte, barricadas y protestas violentísimas que afectan a toda la población urbana, la llamada “guarimba” en el lenguaje local, es de cuatro decenas de vidas y 15 mil millones de dólares en destrucción física, según fuentes oficiales venezolanas que preparan un informe para Unasur.
Entre las innovaciones que presenta esta estrategia golpista se encuentra la tala de árboles centenarios en calles y avenidas para su posterior utilización en barricadas, pero quizás lo más siniestro sea la criminal instalación de invisibles hilos de acero, llamados “guayas”, cables o piolas, a lo ancho de avenidas de gran circulación vehicular, instalados para degollar a conductores de motocicletas.
Entre las víctimas de la barbarie homicida que instaló tales “guayas” se encuentran Elvis Rafael Durán De La Rosa y Santiago Henrique Pedroza Longa, ambos de 29 años de edad, asesinados en diferentes episodios la noche del viernes 21 de marzo en la Av. Rómulo Gallegos de Caracas.
Similitudes con la táctica golpista anti-Allende
Revisando diarios chilenos antiguos y pensando en los hechos en curso en Venezuela, viene a la mente la pesadilla de los atentados terroristas perpetrados en Chile en 1971-1973 por el grupo de extrema derecha Patria y Libertad (PyL), Comando Rolando Matus y otros, en un clima de desabastecimiento provocado por quienes detentaban el poder económico y controlaban la producción, distribución y acaparamiento, mientras sus grandes medios -como El Mercurio y Canal 13 de la Universidad Católica- achacaban la escasez a una supuesta ineficacia del gobierno de Salvador Allende.
La rama política de esta elite oligárquica cívico-militar tampoco descansaba en exhibir su hostilidad al gobierno de Allende. Proponía al Congreso y aprobaba leyes antipopulares como la de “control de armas”, que permitió actuar como policía interior al golpismo castrense. En la notoria fractura de ese sector, los oficiales más reaccionarios amparados por esta ley familiarizaron a las tropas a su mando con la represión, maltrato y detención de militantes de izquierda, dirigentes y afiliados a sindicatos, miembros de la clase obrera y pobres en general, con el pretexto de “buscar arsenales clandestinos” que jamás existieron. Todo esto ocurría bajo el impotente gobierno de Allende.
La Cámara de Diputados terminó por declarar “ilegítimo” al gobierno el miércoles 22 de agosto de 1973, al aprobar por mayoría una propuesta de los comités del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y del Partido Nacional (PN), entonces el único de la derecha. Al día siguiente se vio forzado a renunciar el general constitucionalista Carlos Prats González y Augusto Pinochet Ugarte asumió la comandancia en jefe del ejército. El golpe fue 18 días después, el martes 11 de septiembre.
Los esquemas golpistas fabricados por EEUU nunca dan tregua. “Hacer chillar la economía” chilena -según la orden impartida a la CIA por el presidente republicano Nixon- era una tarea de todos los días, con atentados terroristas a infraestructura, ferrocarriles, sistemas energéticos y toda clase de bienes públicos. La única diferencia con Venezuela radica en la actitud de las fuerzas armadas, que allá apoyan el proceso de cambios y aquí hacían lo contrario. Por ejemplo, la marina chilena utilizaba a PyL para el trabajo más sucio, como las voladuras de oleoductos, según relató en sus memorias Roberto Thieme, el arrepentido ex jefe militar de ese grupo terrorista de extrema derecha. Otra gran diferencia con Venezuela fue la composición del parlamento, el poder legislativo que adversó a Allende.
Gastos en desestabilización y secesión
La acción contra Allende fue ordenada por un presidente estadounidense republicano, la desestabilización en Venezuela es el designio de un demócrata. Los partidos Republicano y Demócrata son gemelos univitelinos, sin perjuicio de alguna personalidad exepcional.
El gobierno del demócrata Obama financia a más de 300 organizaciones terroristas en Venezuela, a través de la agencia oficial para el desarrollo USAID y la Oficina de Iniciativas de Transición (OTI, su sigla en inglés), reveló el viernes (4/4) el diario caraqueño Correo del Orinoco. “Entre 2004 y 2006, la USAID donó unos 15 millones de dólares a esas organizaciones, y les ofreció apoyo técnico y de capacitación a través de su Oficina de Iniciativas de Transición (OTI). Para el 2011 y 2012, la cifra se multiplicó por 6, para llegar a 90 millones de dólares anuales”, indicó el matutino venezolano.
El Presidente Nicolás Maduro denunció el jueves (3/3) que existe un plan para “partir a Venezuela en 20 pedazos” y pidió máxima alerta a la Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB). Los primeros candidatos a la secesión son los extensos estados Táchira y Zulia, fronterizos con Colombia. Y en esta misma dirección, el analista José Vicente Rangel, ex vicepresidente de Venezuela, periodista y abogado, denunció en su programa de televisión que “informes de inteligencia militar revelan la concentración, en territorio colombiano próximo a la frontera con Venezuela, de importantes grupos de paramilitares”.
En la sección Confidenciales del programa dominical José Vicente Hoy, de la televisora privada Televen, el periodista dijo que en una localidad al norte de Santander, en Colombia, “están en la actualidad concentrados aproximadamente 200 efectivos de irregulares con armamento y logística (…) igual ocurre en otros lugares fronterizos”. Estos paramilitares colombianos esperan que se agrave la situación de orden público para cruzar la frontera, añadió el analista. La sección Confidenciales y el programa completo pueden verse y oírse en este vínculo http://www.aporrea.org/oposicion/n248107.html.
El control de estos grupos paramilitares colombianos lo detenta el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, un hombre que aparecía en las listas negras de narcos de la DEA pero ahora es amigo de EEUU. Casi un centenar de esos narcos fue capturado cerca de Caracas tan temprano como en mayo 2004. Según un análisis publicado el viernes en El Correo del Orinoco, la acción de los narco-paramilitares es uno de los 10 factores del plan estratégico de Obama para derrocar a Maduro. “Álvaro Uribe Vélez financia y dirige una red de paramilitares, con dinero del narcotráfico; esta red ha entrenado terroristas en Centroamérica y los lleva a Venezuela a liderar los ataques a las instituciones del país”, afirmó el diario, en una nota de Arlenin Aguillón.
Durante una jornada de trabajo con alcaldes y gobernadores bolivarianos en el Circulo Militar de Caracas, el Presidente Nicolás Maduro denunció el 4 de abril que “bandas criminales de narcotraficantes y paramilitares colombianos y de la frontera están directamente involucradas en dirigir, planificar y ejecutar las guarimbas”. Añadió que sectores de la derecha planean trasladar a esos criminales a la capital para que emprendan más acciones violentas. De hecho, EEUU promueve una transnacionalización del conflicto interno de Venezuela.
Los demás acápites del plan Obama:
• El Departamento de Estado canaliza el dinero y lleva la batuta en la planificación de la injerencia y todo el plan golpista. El siguiente paso sería imponer sanciones: “Si no hay movimiento, si no hay la posibilidad de diálogo, si no hay espacio democrático para la oposición, claro que tenemos que pensar en eso, y estamos pensando en eso’’, dijo Roberta Jacobson, la Subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental.
• La ONG Amnistía Internacional y su socia estadounidense Human Rights Watch reiteran la narrativa mediática que describe al gobierno de Maduro como represor y violador de los Derechos Humanos, táctica que legitima a los terroristas y justifica una eventual invasión.
• La Unión Europea repite el mismo discurso mediático de Amnistía desde el comienzo de la intentona golpista, contribuyendo a edificar una mentira uniforme y sistemática.
• El factor número 4 es la red narco-paramilitar de Álvaro Uribe Vélez.
• La jerarquía eclesiástica reedita el rol de la Iglesia Católica bajo el gobierno del Frente Popular y la posterior guerra civil en España. Utiliza su influencia sobre la sociedad, avala los ataques terroristas y algunos de sus obispos defienden y protegen a sus protagonistas.
• Existen vínculos entre algunos miembros del Congreso de EEUU y las mafias opositoras, merced al lobby e influencia de legisladores como Mario Díaz-Balart (Representante republicano por Florida), Ileana Ros-Lehtinen (Rep. R Florida) y Marco Rubio (Sen. R Florida).
• Panamá se ha convertido en un ariete internacional que utiliza Obama: solicitó abiertamente la invasión y nombró a la entonces asambleísta venezolana María Machado como embajadora alterna ante la OEA, designación que la condujo a perder el curul en su país.
• María Machado fue escogida por Obama como lideresa y principal operadora financiera de los ataques terroristas mercenarios. Vinculada con las oligarquías de la región, tiene agenda en Colombia, Perú, Panamá, España y Brasil.
• CNN lidera las operaciones psicológicas con el constante bombardeo mediático sintonizado con las políticas de Obama. Legitima a escala mundial las mentiras contra el gobierno de Venezuela.
• La ciberguerra contra de Venezuela contempla un inmenso despliegue de acciones con el uso de nuevas tecnologías. La mira está enfocada en la infraestructura más sensible de la nación: el sistema eléctrico nacional, las instalaciones petroleras, el cerebro de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), las empresas básicas del Estado, muelles y vías de comunicación. El arsenal de ciberguerra que Obama apunta contra Venezuela tiene un componente militar.
En Venezuela se juega el destino de América en esta coyuntura de la historia en que los gobiernos de la región abren caminos democráticos inéditos para lograr su independencia ganando elecciones libres, precisamente dentro de la prédica imperial “democrática”. En esta nueva situación el imperio no tiene propuestas alternativas, como en los 60/70 fue la Alianza para el Progreso y el apoyo cosmético a la reforma agraria, promovida incluso por gobiernos de derecha como el demócrata cristiano de Chile 1964/1970. Hoy el imperio sólo quiere petróleo y control absoluto, realizar el gasto militar, darle salida al material bélico que el complejo industrial-militar-mediático fabrica 24/7 y hacer guerras por doquier. Ya no tiene tiempo para fingir otra impronta que disfrace sus designios más allá del gastado discurso neoliberal, “la libertad” y “la democracia” como la entiende gente como Obama, Merkel y Cía. No es el fin de la historia. La historia no ha terminado, apenas re-comienza… La palabra la tienen los pueblos…
*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno
Fotos: “Manifestantes pacíficos” dotados de armas largas captados por fotógrafo de AFP difundidas por la ministra de Comunicación e Información de Venezuela, Delcy Rodríguez.
Foto AFP: Policía incendiado por manifestantes
Ver más fotos de “protestas pacíficas” en
http://www.aporrea.org/oposicion/n248107.html
Correo del Orinoco, edición impresa 04-04-2014
http://www.correodelorinoco.gob.ve/edicion-impresa/