Ignacio Walker llamó a los altos personeros y personeras del gobierno de Michelle Bachelet para sostener conversaciones en sigilo. Bilaterales privadas del jefe de la DC con Ministros y Ministras. Un hecho algo inusual. No se sabe que hayan operado así otros presidentes de partidos del oficialismo.
Hasta donde se sabe, Walker quiso plantear aprehensiones y posturas respecto a las designaciones y los planes de distintas carteras. Lo planteó como una mirada de su partido.
Según se pudo reportear, ningún Ministro o Ministra se rehusó, pero hubo incomodidad. Y en los medios se supo, por ejemplo, del encuentro con Nicolás Eyzaguirre, titular de Educación, con el jefe democratacristiano donde no todo habría sido coincidencias.
Esto ocurrió cuando la administración de Michelle Bachelet no llevaba ni diez días. Walker actúo rápido.
Parte de movimientos comunicacionales –de claro alcance político- como cuando cuestionó que los Ministerios de Educación e Interior no quedaran en manos de sus partidos y con poca presencia democratacristiana (en Interior sólo se sumó como asesor, Víctor Maldonado, secretario nacional de la DC).
En una entrevista en la revista Qué Pasa fue más explícito. Mandando el recado a quien corresponda, Ignacio Walker declaró sin complejos: “Nos hubiera gustado estar en los ministerios sociales –Educación, Vivienda, Desarrollo Social, Sernam-, pero quiero pensar que ahí hubo un descuido”. Da por hecho que se cometió un error. ¿De quién fue el descuido? Lo claro es que la Presidenta Michelle Bachelet es la que nombra a las y los Ministros.
Pero en el quehacer político, el presidente de la DC no ha dejado de maniobrar para imponer sus criterios e instalarnos comunicacionalmente, muchas veces provocando la reacción de actos relevantes de la Nueva Mayoría.
En declaraciones y entrevistas se encargó de precisar, una y otra vez, que la Nueva Mayoría “no es una coalición política”, sino que, simplemente, “una acuerdo electoral y programático para cumplir los objetivos del gobierno de Michelle Bachelet”. Tácito: terminado eso, se termina el acuerdo. Esta precisión incluso se la habría hecho a altos dirigentes españoles en días recientes cuando le consultaron sobre la Nueva Mayoría, en medio de los homenajes a Adolfo Suárez, uno de los artífices de la transición española.
Walker fundamentalmente piensa que las diferencias con el Partido Comunista “de principios” no permite hacer una coalición o conglomerado conjunto. Inclusive insiste en tratar temas de Derechos Humanos, donde quiere que el PC dé cuentas, sobre todo por situaciones en Cuba o Chile…pero se ha molestado cuando los comunistas plantean que hay que hablar de los derechos humanos en Chile y el rol de los partidos en el Golpe de Estado de 1973.
En esta línea de moverse para dejar en claro por dónde irá la DC y qué no estará dispuesta a aceptar, el jefe de la colectividad se pronunció por la libertad de empresa en la educación y relativizó lo de “educación pública y gratuita” abriendo un flanco de fuerte disputa en la que se metió Camilo Escalona a defenderlo, pero se topó con declaraciones críticas de Camila Vallejo y Jaime Quintana, entre otros. Luego se sumó a la postura de la derecha y los derechos de parejas homosexuales y planteó que “vamos a defender el matrimonio entre un hombre y una mujer, es decir, el matrimonio heterosexual”. Siguió como bandera de política interna, hablando de situaciones en Cuba y Venezuela, lo que trae fuerte tensiones en el oficialismo. En eso, el senador tiene ligas estrechas con la dirigencia más conservadora de la Organización Demócrata Cristiana de América (OCDA) que dirige planes en contra de los gobiernos cubano y venezolano.
Donde hizo una maniobra que pasó desapercibida para algunos, fue en la entrevista en la revista Qué Pasa, donde planteó que la Nueva Mayoría, finalmente, debe buscar acuerdos con la derecha, en la línea de planteamientos de representantes de la oposición conservadora que insisten en alianzas y coincidencias con la DC.
“Los acuerdos hay que buscarlos más allá de la Nueva Mayoría y estar muy atentos a los cambios que se están produciendo hoy en la centroderecha, donde hay sectores que están buscando una legitimidad democrática y un discurso más abierto…”, dijo Walker, pensando en los grupos conservadores instalados en Amplitud, Evópoli y en segmentos de Renovación Nacional. Piensa que derechistas como Lily Pérez, Joaquín Godoy o Andrés Allamand podría alcanzar la “legitimidad democrática”.
Quizá por eso, y otras razones, se sabe que en las reuniones con presidentes de la Nueva Mayoría, Ignacio Walker busca consenso, no gatillar temas “duros”, cuidar las formas, todo en aras de una supuesta “aparición coordinada” pero que tendería a que desde la agrupación oficialista salgan declaraciones que se aparten de la moderación del presidente de la DC.
No se descarta que desde el círculo cercano al presidente democratacristiano haya salido la versión publicada por un diario matutino, de que en la Nueva Mayoría estarían buscando la manera de “ordenar” las vocerías ahora que estará en manos del PC, luego de la Izquierda Ciudadana y después del MAS.
Parte las maniobras que van y que vienen, en un contexto donde, en efecto, la DC perdió ciertas colocaciones, tiene pérdidas comunicacionales, no lograr instalar su ideario en temas de la coyuntura y particularmente Ignacio Walker quiere imponer ideas más conservadoras al interior del oficialismo.-
Publicado en Reporte.cl