En días pasados, se realizaron en Costa Rica (1ra vuelta) y El Salvador elecciones presidenciales las cuales según los resultados dan un repunte a los partidos de izquierda y centro izquierda, luego de que la región centroamericana ha estado marcada por el dominio de la derecha políticamente hablando.
Esta región tiene antecedentes de luchas antisistema que fueron detenidas gracias a la intervención del imperio estadounidense, derrotando a la revolución sandinista (1990) y debilitando los acuerdos de paz en El Salvador (1992) y Guatemala (1996). Luego de estos antecedentes para el año 2006 Centroamérica comienza a salir de las manos de la derecha con el regreso del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua obteniendo una nueva victoria electoral en el 2011, se suma a esto el triunfo del Frente Farabundo Martí en el año 2009, y el nacimiento del Frente Nacional de Resistencia Popular y el Partido Libre de Honduras en el 2013.
Aunque en Honduras el golpismo se impuso en el año 2009, el Partido Libre, resurge en estos momentos como fuerza política y social, atacando las políticas derechistas luchando en la incorporación de propuestas para reivindicar a los excluidos de esa nación. Vemos en Nicaragua el afianzamiento del sandinismo, consolidando derechos sociales, siendo uno de los principales promotores del ALBA, junto a Venezuela y Cuba. En Panamá y Guatemala, aunque se encuentran gobiernos de derecha, han proliferado movimientos sociales con tendencia humanista – izquierdista que se oponen al libre mercado y contra la imposición de empresas transnacionales.
Observamos con este escenario, de concretarse el triunfo en Costa Rica un fortalecimiento con El Salvador del ALBA, afianzando la unidad latinoamericana, con el objetivo en común de luchar contra las políticas neoliberales. En caso de no triunfar el partido Acción Ciudadana en Costa Rica, la importancia radica en que la centro izquierda recuperó un importante espacio luego de décadas de marginación, construyendo una maquinaria partidista de relevancia en solo 8 años de existencia partidista, siendo su esencia la resistencia social contra los TLC. Los progresistas, humanistas y revolucionarios aspiramos ver a Centroamérica lejos de la dominación imperial, separada de las políticas neoliberales que empobrecen a los pueblos y afianzando de una vez por todas su camino al humanismo que tanto hace falta a los excluidos en esa región.
(*) Politóloga/Analista Internacional.