El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció hoy más sanciones contra altos miembros del gobierno ruso, así como contra influyentes empresarios próximos al “círculo íntimo” del presidente Vladimir Putin, y también contra una entidad bancaria que respalda al Ejecutivo de Moscú por la crisis en Ucrania.
Además, reveló que ha firmado un nuevo decreto, el tercero en relación a la crisis ucraniana, que le permitirá imponer nuevas sanciones a “sectores enteros de la economía” si Moscú no cambia de actitud con la península ucraniana de Crimea.
La acción se produce apenas tres días después de que el lunes Obama ordenara una serie de sanciones que la Casa Blanca calificó en ese momento como las más duras desde el fin de la Guerra Fría.
En una breve comparecencia en los jardines de la Casa Blanca, Obama justificó hoy la necesidad de imponer “costos adicionales” al gobierno de Vladimir Putin por las “opciones” que ha tomado Moscú frente al “rechazo” de la comunidad internacional y de la propia Ucrania.
Las sanciones congelan cualquier bien o activo que los individuos sancionados puedan tener en territorio estadounidense y además prohíben a ciudadanos norteamericanos realizar transacción alguna con los sancionados.
Los funcionarios afectados por la medida anunciada hoy, 16 en total, forman parcialmente parte del “círculo íntimo” del propio Putin y se unen a los 11 sancionados ya a comienzos de semana, de ellos ocho rusos y cuatro ucranianos.
Entre los altos funcionarios sancionados hoy está el jefe del servicio de inteligencia militar ruso (GRU), Igor Sergun. Figuran en la lista también funcionarios muy cercanos a Putin: su jefe de gabinete, Sergei Ivanov, y el número dos, Alexei Gromov, así como el asesor del mandatario Andrei Fursenko.
Entre los sancionados hay asimismo altos miembros del Consejo de la Federación, la cámara alta rusa. Se trata del presidente del Comité de Seguridad y Defensa, Viktor Ozerov; el vicepresidente del Comité de Asuntos Interancionales, Vladimir Dzhabarov; el viceportavoz del Consejo de la Federación, Evgeni Bushmin, y el senador Niolai Ryzhkov.
A ellos se unen el vicepresidente de la Duma (cámara baja) Sergei Zhelenznyak, y los diputados Sergei Mironov, Oleg Panteleev y Sergei Naryshkin.
Completan la lista de altos funcionarios rusos sancionados el director del Servicio Federal Antidrogas (FSKN), Victor Ivanov, a quien Washington considera un “estrecho aliado” de Putin desde los tiempos de éste en la alcaldía de San Petersburgo en los años 90, así como el presidente de la compañía estatal de ferrocarriles rusa, Vladimir Yakunin, otro viejo amigo del mandatario, al igual que vladimir Kozhin, quien también ha mantenido altos puestos desde hace más de una década.
A los altos funcionarios se unen también cuatro empresarios considerados “miembros del círculo íntimo” del gobierno ruso que han “actuado en nombre” de altos funcionarios rusos o les han proporcionado “ayuda material”.
Se trata de Gennady Timchenko, uno de los fundadores de Guvnor, una empresa que comercia con petróleo y otras fuentes energéticas en las que Putin ha invertido. Los hermanos Arkady y Boris Rotenberg están señalados por haber logrado lucrativos contratos para los Juegos Olímpicos de Sochi recién finalizados y para la empresa estatal Gazprom.
Finalmente, Washington señaló a Yuri Kovalchuk, el mayor accionista del banco Rossiya que Obama también sancionó hoy por ser considerado “el banco personal de altos funcionarios rusos”.
Altos cargos del gobierno estadounidense que hablaron a periodistas en Washington bajo condición de anonimato aseguraron que las sanciones impuestas hasta ahora no son un “mero tirón de orejas” y que los afectados sentirán el impacto. Además, recordaron que el gobierno de Obama está dispuesto a seguir estudiando nuevos pasos.
Así lo reafirmó el propio Obama, quien subrayó que las sanciones ordenadas hasta ahora no son más que una reacción a las acciones realizadas por Rusia por el momento, y que no se descartan nuevos gestos si Moscú no cambia de rumbo.
Precisamente por si Rusia “continúa escalando la situación”, Obama firmó hoy la tercera orden ejecutiva desde el inicio de la crisis, que permitirá en un futuro sancionar ya no sólo a individuos sino a sectores económicos “clave” de Rusia.
Según las fuentes oficiales, los sectores que podrían ser castigados son el de servicios financieros, energía, metales y minería o el de ingeniería.
Obama subrayó que esto no es la salida “preferida” de su gobierno o de la comunidad internacional por el impacto que dichas sanciones tendrían no sólo en la economía rusa sino porque podrían “perturbar la economía global”.
Aun así, dejó claro que no dudará en dar ese paso si Putin no revierte su rumbo.
“Rusia debe saber que agravar la situación no hará más que aumentar su aislamiento de la comunidad internacional”, advirtió.