Sin tocar suelo sudamericano, el vicepresidente estadounidense Joe Biden tensionó aún más el ambiente bajo la sombrilla del cambio presidencial en Chile, al lanzar duras críticas al Gobierno de Venezuela. Y la respuesta del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, no se hizo esperar. En un comunicado oficial, Caracas expresó la indignación del jefe de Estado por las expresiones de Biden a El Mercurio.
Calificó como “agresión directa a la nación” las palabras de Biden e indicó que Washington, “principal promotor de la violencia a nivel mundial, experto en invasiones, bloqueos económicos (…), no tiene moral para objetar el respeto a los derechos humanos en Venezuela.
El segundo hombre de la Casa Blanca era esperado anoche aquí y antes de su llegada anticipó su interés por conversar con los presidentes de Perú, Ollanta Humala, México, Enrique Peña Nieto, y Colombia, Juan Manuel Santos.
El asunto adquirió ribetes más complejos al interior de Chile con la postura clara de la futura presidenta de la República, Michelle Bachelet, de dialogar con Maduro y coadyuvar a una solución pacífica al conflicto venezolano.
Chile ha tenido un papel muy importante de la defensa de los derechos humanos, pero también de los procesos democráticos…, “y no nos parece adecuado que pueda haber acciones violentas buscando desestabilizar un gobierno democráticamente elegido”, declaró Bachelet.
“Cuando entremos al gobierno lo que vamos a hacer es ofrecer apoyo al gobierno y al pueblo de Venezuela para realmente buscar los cauces democráticos, de paz social, para que los propios venezolanos puedan buscar ese camino, señaló en entrevista televisiva.
Empero, la asperezas estarán en el orden del día de las próximas jornadas. El mandatario saliente, Sebastián Piñera, y partidos allegados de derecha se alinean con la posición de Estados Unidos.
Incluso dentro de la coalición que estará ahora en el poder, la Nueva Mayoría, la Democracia Cristiana critica a Nicolás Maduro mientras el Partido Comunista recalca que las protestas son articuladas para desestabilizar al gobierno venezolano.
En el escenario chileno ya se convocó a una reunión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para abordar el asunto de Venezuela, y el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo que también los jefes de Estado harán un consulta.
Correa adelantó desde Quito que se aprovechará la asistencia de la mayoría de gobernantes suramericanos a los actos de investidura para mantener un encuentro de máximo nivel de Unasur.