Iniciativa gubernamental Festival de las Artes de Valparaíso 2014:
Museos que no existen, que están cerrados desde el terremoto del 2010 y espacios de exhibición que oscilan entre paseos peatonales y salas de exposición que no cumplen propósitos museales, aparecen en la “Guía de Museos de Valparaíso”, elaborada por la iniciativa estatal Festival de las Artes de Valparaíso 2014. ¿Se puede revertir el escaso interés por visitar los museos chilenos y mejorar la experiencia de recorrerlos con una guía impresa de 500 ejemplares, inexacta, sin aprobación de los directores de museos, carente de plan de distribución, y con una web inexistente? La cultura también demanda transparencia.
La noche del viernes 31 de enero el Festival de la Artes de Valparaíso (FAV), dependiente del equivalente al Ministerio de la Cultura de Chile (Consejo de la Cultura y las Artes, CNCA), organizó la Noche de los Museos y presentó,en el Museo Municipal de Bellas Artes de Valparaíso,la Guía de Museos de la Región con su versión digital www.museosregionvalparaiso.cl (que no estaba “on line” al momento de su presentación).
A diferencia de Buenos Aires, Madrid o incluso Santiago, en la Noche de Museos de Valparaíso no se vieron largas, medianas o cortas filas de público esperando entrar a algún museo. Tal vez la situación fue distinta en el resto de las comunas como Viña del Mar, Quilpué o Villa Alemana. Sin embargo, el FAV no informó por ningún medio sobre los museos especialmente abiertos para la noche del viernes, ni difundió la programación especial que organizaron para esa ocasión.
A decir verdad, los museos no diseñaron actividades atractivas esa noche, tampoco establecieron conexiones con los eventos y acciones ya organizadas por el FAV (intervenciones y experiencias artísticas urbanas), para lograr aumentar el número de visitantes y su participación. Lo evidente fue que no hubo coordinación alguna entre los museos y el FAV para la Noche de los Museos.
En los hermosos jardines del acceso principal al Palacio Baburizza, edificio del Museo Municipal de Bellas Artes, vibraban los acordes de un saxofón y resplandecían las burbujas de las copas de champaña mientras los funcionarios del FAV distribuyeron entre los escasos asistentes (una decena de turistas y el doble de funcionarios del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes)los 500 ejemplares de la Guía de Museos, edición “cero” porque se imprimió y comenzó a distribuirsin contar con la aprobación de todos los implicados pues, según indica la contratapa,falta que “sea revisada y visada por los directores de los museos” (¿?). Tal parece que faltó coherencia una vez más.
La guía “tiene por principal misión acercar al habitante conlos museos existentes de nuestra región”, propósito inalcanzable con 500 ejemplares repartidos en una actividad tan selecta como la descrita. El resto de los ejemplares no repartidos quedará “en la Biblioteca del CNCA”, según informó una funcionaria, y no en un punto de información turística por ejemplo.
La guía “pretende ser un oportuno material en los colegios de la región como apoyo efectivo en el trabajo en aulas y donde los docentes puedan planificar visitas”, sin embargo, la guía se presenta en verano, cuando el público escolar (profesores y estudiantes) se encuentran de vacaciones y el FAV no dispone de un plan de distribución hacia el sistema educacional. Pero tampocola guía está diseñada desde una vocación pedagógica pues confunde museos y colección (no toda colección es un museo, pero un museo no existe sin colección).
En la guía no se distingue entre museos abiertos, cerradospor terremoto e inexistentes;tampoco entre espacios de exposición, salas históricas y colecciones en exhibición. Aparecen como museos la Sala de Exhibición George Slight (conocida como Faro de Puntángeles); la Sala Histórica Tarapacá, al interior del Regimiento Maipo, con una colección de armas; y el Castillo Wülff, conocida sala de exposición de Viña del Mar sin colección propia.
Sin embargo, siguiendo ese criterio no figura el Museo Lord Cochrane de Valparaíso, que también es una sala de exposición en un edificio patrimonial. El Museo Naval de Cañones no es museo, es una colección de armas a la intemperie, en el borde costero peatonal de Viñadel Mar, que hace las veces de juegos infantiles. El Museo ex Hospital Alemán no existe;es tan solo una promesa de la inmobiliaria que demolió el antiguo centro de salud de la colonia alemana en Valparaíso para construir lofts.
Pero siguiendo ese criterio se debería colocar también al Museo Universitario del Grabado de la UPLA, que tampoco existe como infraestructura pero tiene fondos regionales asignados para su ejecución y dispone de una colección de 8 mil grabados, en permanente itinerancia, como la selección que actualmente se expone en el Castillo Wülff.
Según el Observatorio Cultural del CNCA, el 79,2% de la población chilena no asiste a museos, y quienes van regularmente pertenecen a estratos socioeconómicos altos y medios, mientras los más bajos no alcanzanal 5% de asistencia. Es difícil determinar el modo en que la Guía y Web de los Museos de Valparaíso contribuye a revertir esta situación objetiva. Es más fácil reconocer que su presentación pública, a un mes del término del gobierno saliente, cumplió objetivos más bien distantes de la finalidad que declara en la introducción.
El público exige hoy a las autoridades y a las instituciones culturales, como los museos, participación, acceso, precisión y transparencia en la información. Sobre los museos en particular hay más requerimientos, pues la gente espera (en especial los jóvenes) que sean, además,espacios abiertos, participativos, sociables, dialogantes y generosos con toda la información (desde horarios hasta conocimiento especializado). Éstas son las demandas de la sociedad contemporánea, que superan el intento de una guía inacabada y sitio web.
* Javiera Carmona, Dra. (c) en Historia, académica e investigadora Universidad de Playa Ancha (Valparaíso).