El pasado domingo 09 de febrero el Presidente Piñera escribió en su cuenta twitter lo siguiente: “este año más de 9 millones de chilenos saldrán de vacaciones, más del doble que hace cuatro años atrás, mejorando así su verano y calidad de vida”.
Desconozco la fuente desde dónde el Presidente recoge los datos sobre las vacaciones de compatriotas ¿Será cifra del Censo o de algún informe del Sernatur? Lo cierto es que ni siquiera se detalla si esos más de 9 millones de chilenos vacacionan fuera de sus ciudades o en la pileta de la esquina.
Quedan muchas dudas respecto a la afirmación tuitera del Presidente-Empresario. Más aún sabiendo que el 80% de los chilenos gana menos de 400 mil pesos mensuales. Difícil ahorrar con esos sueldos, aunque la tarjeta de plástico aguanta mucho y permite adelantar la plata del futuro. Vacaciones para hoy, estrés-depresión para mañana.
Pero más allá de si el Presidente, una vez más y dada su ansiedad por llamar la atención de un pueblo que nunca le ha querido, infla o no la información expuesta. Y más allá de si efectivamente, dado el fácil acceso al sistema del débito, los chilenos a punta de deuda se arrancan a Cartagena o Mendoza. Más allá de eso, existe una triste y ruda realidad: Chile es uno de los países OCDE con mayores jornadas laborales del mundo.
El año 2013 “Business Insider” difundió el mapa en el que se compara el esfuerzo que los empleados de los países de la OCDE dedican a su puesto de trabajo. En este mapa Chile aparece casi puntero de las mayores jornadas laborales OCDE (y puntero en Sudamérica) al rozar las 2.050 horas anuales, muy próximo al primer lugar ocupado por Corea del Sur.
En la parte baja de la tabla aparecen países como Alemania y Holanda con las jornadas laborales más reducidas y las más bajas de todos los países de la OCDE, entre 1350 y 1450 horas anuales.
Respecto al tiempo de vacaciones pagadas, también Chile y sus 15 días de feriado legal, se asemejan más al de los trabajólicos países asiáticos, que al de los países europeos. En Francia se otorgan 30 días de vacaciones. El Reino Unido otorga 28 días. Noruega, Dinamarca, Finlandia y Suecia otorgan 25 días. Bélgica, Alemania, Nueva Zelanda y Australia otorgan 20 días.
Para columna aparte daría el tema de las jubilaciones. La edad de jubilación promedio del chileno (65 años) está por sobre la edad incluso de los fanáticos de Corea del Sur ( 60 años por ley). Los franceses suelen jubilar a los 59 o 60 años. En Luxemburgo se jubilan a los 58 años. En España se jubila como máximo a los 63 años. En Chile solo los miembros de las FFAA jubilan por debajo los 60 años de edad.
Y es que el modelo económico chileno no sólo ha generado un nivel de desigualdad en la distribución de la riqueza solo comparable con países como Haití o Burundi, también nos ha ubicado al tope de la tabla de los países con mayor carga laboral, tanto en horas de trabajo y edad de jubilación.
Lo anterior ha amplificado enfermedades que han ido matando y entristeciendo al compatriota del Chile post Pinochet. La mala calidad de alimentación, el poco descanso, el alto nivel de estrés y la violencia con que se aborda la rutina, desembocan en colapsos cardiacos, cáncer, depresiones y suicidios que tienen directa relación con la realidad de esclavitud que vivimos.
Una realidad que culturalmente asimiló aquel discurso del patrón fanfarrón afirmando que los chilenos, a diferencia de los europeos, éramos flojos, ociosos y buenos para sacar la vuelta. La verdad dice lo contrario: los chilenos trabajan más que el trabajador del viejo continente, jubila 5 años más tarde, tiene menos vacaciones y gana la mitad de sueldo.
Este verano, disfrute sus vacaciones, aproveche y sonría, le están cagando.