Cuesta entender que todo lo avanzado por la Izquierda chilena durante las últimas elecciones presidenciales, en debate, en programa, todas las buenas intenciones, en trabajo concreto, y la suma de tantas voluntades, se haya diluido por decirlo de alguna manera.
Haber llevado un buen candidato a presidente como lo fue Jorge Arrate, hombre notable, mientras había un sector de la izquierda pactando con
Y si algunos pensaban que la Izquierda era cosa del pasado, están muy perdidos… nada de eso.
Es necesario dejar meridianamente claro que aquel programa electoral para un país indispensable, siempre vigente lo construyó la izquierda de manera democrática, y fue una respuesta muy contundente a las necesidades de lo que necesita el Chile actual, las urgencias de un país con tantos millones de pobres que no pueden esperar. La derecha tiene más tiempo y lo paga al contado, pero hay otros miles y miles que siguen atrasados, esos, ellos, deben ser la preocupación constante.
Normalmente luego de pasado algún proceso eleccionario se analizan los resultados, se constatan las debilidades, se conocen las deudas y, como dijo Salvador Allende cuando reconoció su derrota en 1958, “desde mañana compañeros, hay que empezar a pensar en las siguientes elecciones”.
Los tiempos actuales en este país real, con la historia reciente y sus deudas históricas pendientes, que tiene a una parte de sus protagonistas vivos, podría expresarse de manera diferente, que los pasos nuevos de reconstrucción en la izquierda serían fruto de la experiencia de todos los últimos tiempos… y no es así.
Hay que hablar desde y siempre de la izquierda, de situar y colocar en un lugar concreto las demandas y urgencias sociales de millones de hombres y mujeres. Todos sabemos que Chile no es país desarrollado, se está muy lejos de lo que la derecha insiste de manera reiterada, y también lo que algunos progresistas dentro de
Levantar un proyecto para la Izquierda es difícil pero no imposible y tampoco falta de voluntad, quedan cuentas en la historia pendientes, hay lecturas diferentes de la historia reciente, pero todo ello es menos importante que la batalla constante contra la derecha y el modelo heredado de la dictadura. En eso no hay que perderse nunca. La Derecha trabajará siempre para hacer de Chile un instrumento, su aparato, un apéndice en su cuenta de banco, en ese proceso de acumulación avarienta de más fortuna. La Derecha sabe que con dinero se convierte en poder. Es el dinero entre otras causas, las que hicieron que Sebastián Piñera fuera presidente de Chile… entre otras muchas.
Posiblemente el que la Derecha esté en el gobierno sea responsabilidad de todos…. posiblemente.
Chile con una derecha en el gobierno no avanzará más que los dos pasitos dados por
Y claro, hay una nueva generación que está interesada y deben ser los protagonistas de los tiempos que están por venir, la generación a la que se les robó la victoria de los ochenta, todos convencidos de las palabras nuevas y también de las creativas formas de construcción del pensamiento de la izquierda. Ellos deben ser sin duda alguna los nuevos actores de los tiempos del futuro cercano. Pero también es cierto que arrastran algunas causales que cuesta abandonar o dar por superadas, el sectarismo, las individualidades, el considerarse que son mejores que los otros. La nueva izquierda generacional debe estar atenta a la fragmentación que en nada ayuda, eso diluye el pensamiento y retarda la construcción de un proyecto.
Si algo tiene la izquierda en su esencia, si algo hemos aprendido tantos en estos tiempos, es que la generosidad es un valor altísimo. Todos aquellos que trabajan para la Izquierda deben saber en resumen, que están anteponiendo a sus intereses privados el bien común, una propuesta social desde Recabarren, Lorca, Miguel, Baucha, Liendo, Tamara o José Miguel… y otros muchos
Durante las últimas elecciones presidenciales, la izquierda construyó un programa de gobierno. Habló de la imperiosa urgencia de dotar al país de una nueva institucionalidad. Proclamó de manera fuerte y clara que Chile necesita una nueva Constitución Política, tarea que no hay que dejar, eso no es asunto menor….ahora
Es de público conocimiento que el actual andamiaje constitucional es proyecto de la dictadura militar, en el cual navegaron a su regalado gusto los concertacionistas, en su interior está el país que la derecha necesita sostener para mantener para sus intereses, y un Chile así, no es viable, no es posible… y debe ser reformulado.
La Izquierda debe levantarse ahora.
Es ahora que se necesita estar dando respuestas a las demandas de las miles de preguntas.
La izquierda no debe perder su norte ni su carácter de clase…nunca