El Presidente Sebastián Piñera convocó para el próximo lunes en La Moneda al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) para, según dijo, estudiar “los antecedentes jurídicos de la defensa de nuestro país ante el Tribunal Internacional de La Haya, con motivo de la controversia marítima con Perú”. La convocatoria ha generado confusión y rechazo entre sectores políticos.
El Cosena está integrado por los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, el general director de Carabineros, el presidente de la Corte Suprema, los presidentes del Senado y la Cámara, y el contralor general y ya está generando malestar en sectores políticos extrabinominal.
El Cosena no había sido convocado hace casi diez años. La última convocatoria la hizo Ricardo Lagos el 2005 para tratar también un límite marítimo con Perú.
Si bien públicamente el gobierno ha destacado el clima de “tranquilidad” de cara a la lectura del fallo del 27 de enero, la convocatoria del Cosena generó expectativas sobre eventual información del dictamen que pudiese manejar La Moneda. “El solo hecho de convocarlo es una alarma que nos preocupa, las razones que debe tener el Presidente deben ser de mucho peso”, afirmó el senador del PPD Eugenio Tuma al diario La Tercera.
En tanto, algunos parlamentarios también manifestaron sus aprensiones por las reacciones que podría generar en Perú. En este sentido, el senador de la UDI Hernán Larraín dijo temer que “esto pueda generar más tensiones”.
Molestia
En tanto, Esteban Silva, presidente del Movimiento del Socialismo Allendista, rechazó totalmente esta convocatoria. “El país no necesita la convocatoria de un órgano innecesario que debe ser drásticamente modificado por una nueva Constitución nacida de una Asamblea Constituyente”.
En segundo lugar, dijo Silva, la reciente convocatoria sobre el fallo de La Haya por parte del gobierno a los dirigentes de los partidos de la Derecha y de la Nueva Mayoría que tienen expresión parlamentaria, gracias a un sistema binominal excluyente que no representa a todos los chilenos, no nos representa como fuerza y movimiento político ni representa a miles de chilenos. “Por lo tanto no compartimos la supuesta unidad nacional creada frente al tema, la política exterior chilena es un asunto del conjunto de los ciudadanos del país y no de un sistema duopólico representativo de un sector acotado”.
Silva agregó que “el mar chileno y sus delimitaciones forman parte de un litigio no solo con el Perú en La Haya, sino que también el tema forma parte de un debate pendiente entre los propios chilenos a causa de la Ley de pesca que ha privatizado el mar chileno hoy, en una controversia en favor de un puñado de familias y de grupos económicos pesqueros”.