Noviembre 25, 2024

Piñera está más machucado que membrillo de colegial

El pobre Presidente está terminando su gobierno con abolladuras insalvables. En este país de “mal agradecidos” no hay pocos primeros mandatarios que han concluido sus mandatos siendo despreciados, incluso, por sus partidarios: Federico Errázuriz Echaurren, un “putero” empedernido, más amigo de la “Pan de Huevo” que de doña Isidora Goyenechea, su mujer, terminó su gobierno con una enfermedad que lo llevó a la muerte, con una campaña feroz, por medio de los diarios de época, que no cesaban de denostarlo.

 

Germán Riesco, un Presidente sin gusto a nada, también terminó despreciado por partidarios y opositores; Pedro Montt, un negro, con cara de cochero, famoso por “su mala suerte”, pues de adorado en los inicios de su período, terminó vilipendiado y en grave estado de salud que, al poco tiempo, lo condujo a la muerte; Juan Luis Sanfuentes fue pifiado cuando entregó el mando al demagogo Arturo Alessandri Palma – de la popularidad sin límites, pasó al exilio, a raíz de un golpe militar, en 1924 -. Ejemplos como estos se pueden multiplicar al infinito.

 

Jorge Alessandri Rodríguez y Sebastián Piñera Echeñique han sido, hasta ahora, los únicos dos Presidentes de derecha elegidos popularmente, desde 1938, y los que une a estos dos personajes es haber hundido a sus combinaciones políticas. Alessandri, un solterón histérico, avaro y ególatra – con razón el diario El Clarín lo llamaba “la Señora” debido a habladurías sobre sus relaciones sentimentales – después de un éxito económico durante los primeros dos años de su gobierno, terminó siendo devorado por la inflación, con el consecuente malestar popular. Sebastián Piñera, narcisista hasta la médula, comenzó su mandato con un éxito sin precedentes, cuando sacó a los 33 mineros de “las entrañas de la tierra”, como él mismo bautizo su hazaña, con un 60% de apoyo – 20 puntos sobre el primer el gobierno de Michelle Bachelet, en su primer año -, pero a partir de desaciertos continuados, su popularidad cayó hasta el 28%, y hoy, apenas llega al 40%.

 

Es paradojal que en este país de mercachifles y adoradores, del dinero los Presidentes de la república, financistas y especuladores netos de la Bolsa de Comercio, hayan terminado sus mandatos tan desprestigiados y mal amados. Juan Luis Sanfuentes llevó a cabo una buena gestión económica, en un país que hábilmente, se declaró neutral en la Primera Guerra Mundial, (1914-1918), sin embargo, muy pocos ciudadanos reconocieron sus méritos debido a la crisis de dominación oligárquica. Algo similar ocurre con Piñera, que ha navegado en la abundancia, pero el problema surge al constatar que es para unos pocos. Nuevamente, la crisis del régimen de castas – tanto en la Concertación, como en la Alianza – pasan a ocupar el primer plano, sumado a la marcada incapacidad para enfrentar y resolver las demandas sociales, que agudizan la crisis de representación.

 

Sebastián Piñera un capitán de las finanzas, siempre ha sido una especie de “patito feo” respecto de ambos partidos de su coalición. Como especulador, debiera ser admirado por los Chicago Boys, sin embargo, lo desprecian pues, según ellos, no se amolda a sus “principios éticos” – hay un cierto canibalismo entre los dueños de Chile-.

 

Por sus raíces democratacristianas, el pobre Presidente Piñera es víctima de una guerra muy vieja entre socialcristianos e integristas católicos, entre seguidores nostálgicos de Franco, o de los curas vascos, entre los conservadores y la Falange. Cada día me queda más claro que Piñera debiera volver al Partido que lo vio nacer, la Democracia Cristiano – incluso, creo que podría lograr alguna pega con los buenos oficios de Michelle, por ejemplo, como ministro de Turismo -.

 

Durante estos días el maltratado Presidente está sufriendo fuego “amigo” por todos los costados: el senador electo Manuel José Osandón no pierde oportunidad para enviarle un “cordial” saludo de mierda, con ocasión de las fiestas de fin de año; el alcalde Sabat, muy amargado por su cuasi derrota en las municipales, lo culpa de sus padecimientos; Jovino Novoa lo acusa de haber traicionado los principios de la derecha, en fin, la derecha en pleno lo culpa de la derrota de Evelyn Matthei.

 

En el mes de septiembre, a cuarenta años del golpe de Estado, el Presidente acabó de enterrar a la derecha fascista que, en este país, se ha mantenido gracias a la traición de la Concertación.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas

19/12/2013

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