La ciudad-puerto de Caldera a partir de hoy se encuentra en paro. Luego de una decisión unánime de no atender buques en ninguno de los terminales portuarios, hacen un llamado a los trabajadores portuarios de Chile a solidarizar con su manifestación.
Los trabajadores tienen el objetivo de viabilizar mecanismos de presión tendientes a mejorar las condiciones de trabajo de los estibadores y portuarios, siendo éstas exigencias proporcionales a los estándares generales del sector a nivel nacional, al alza del valor de la vida y al volumen de ganancias de las empresas.
Este llamado de lucha fue convocada por la Unión Portuaria de Atacama, que incluye Caldera, Chañaral y el Huasco. Adherida a la RED SINDICAL de ATACAMA, alianza estratégica de la clase obrera minero-portuaria. Según lo explicado por Robinson Ávalos, “si no hay respuesta en 48 horas, los demás puertos del país se movilizarán en apoyo”.
Actualmente en la zona operan tres empresas: SERVIPORT, B&M y ULTRAMAR. De estas, sólo la primera posee un Convenio de Provisión de Puestos de Trabajo (C.P.P.T) vigente. Sin embargo, ésta posee una vigencia de 1 año y finaliza hoy. Este convenio consiste en un acuerdo de mejoras salariales y bonos.
Solo la empresa SERVIPORT tuvo un acercamiento formal. Sin embargo, no atendió a las peticiones. Por este motivo, con fecha 20 de Noviembre se hizo llegar una carta a las 3 empresas informando que de no haber respuesta formal en un plazo prudente, los trabajadores paralizarían sus labores.
Los portuarios son responsables de que más del 90% de las exportaciones nacionales lleguen a destino. Sin embargo, declaran que “también somos hombres y mujeres que estamos dispuestos a defender lo nuestro y lo justo. Esperamos ser atendidos y escuchados y que no se busque un camino distinto al dialogo, pues nos obligarían a radicalizar nuestro accionar llegando incluso a la detención de las exportaciones e importaciones del país.”
Según los datos obtenidos por la Fundación Sol, hoy un gerente general de una gran empresa chilena gana más de 100 veces lo que gana un trabajador con un salario mínimo. Actualmente, el sindicalismo en nuestro país se encuentra fuertemente limitado por la legislación laboral. Esto deja a los trabajadores en una situación de desamparo.