Hace pocas semanas, el Presidente de Chile, Sebastian Piñera, designó como nuevo Embajador ante la Confederación Helvética al empresario Carlos Schaerer Jiménez. Este nombramiento fue criticado en un comunicado público por la Adica (Asociación de diplomáticos de carrera del Ministerio de Relaciones exteriores de Chile) quien « lamenta esta decisión del ejecutivo (…) que va en el sentido contrario de favorecer la profesionalización de la diplomacia chilena». En efecto, podemos suponer que Piñera está retribuyendo favores políticos con ese nombramiento.
Para los chilenos de Suiza resulta penoso que la delegación diplomática de Chile en Suiza sea encabezada por un personaje activamente ligado a los intereses de la clase empresarial y, que por lo mismo, no ha demostrado méritos que lo hagan apto a representar a nuestro país. El señor Schaerer ha desempeñado lo esencial de su carrera en la Empresa « El Mercurio », donde ha ocupado altos cargos, el último de los cuales es el de Subdirector de este periódico. Es cosa bien conocida, en Chile y en el extranjero, que dicha empresa ha defendido tradicionalmente los intereses de las clases poseedoras y que se opone activamente a los necesarios cambios sociales y políticos en nuestro país.
Recordemos también, a 40 años del Golpe de Estado de Pinochet, el rol fundamental de « El Mercurio » en ese acto criminal a través del nexo entre su propietario Agustín Edwards y los Estados Unidos.
Por otra parte, Carlos Schaerer, fue Presidente de la ANP (Asociación Nacional de la Prensa) hasta 2004. Esta institución no hace sino garantizar la dominación de la información escrita en Chile por el « duopolio » de 2 grandes empresas, El Mercurio S.A. y COPESA S.A. y no movió un dedo en defensa de la libertad de la prensa en Chile, en particular en el caso del diario Clarín, confiscado desde el 11 de septiembre de 1973.
Por último, Carlos Scharer es un empresario del lucro en la educación, situación que ha estado al centro de las protestas y denuncias de los estudiantes chilenos desde hace varios años. En efecto, es uno de los socios propietarios del Grupo Educacional CEPCH, la red más grande de preuniversitarios privados de Chile (más de 50 establecimientos) cuyos profesores mantuvieron huelgas en 2009 y 2011 reclamando por las precarias condiciones salariales. En diciembre de 2011 la empresa despidió a 23 profesores que habían participado en esta protesta.
Por todas esta razones, el Comité Memoria y Justicia, de Ginebra –interpretando a la gran mayoría de los chilenos de Suiza- repudia este nombramiento, y señala al señor Schaerer, que en ningún caso le damos la bienvenida: por el contrario, lo consideramos persona non grata. Su nuevo –y probablemente efímero- cargo en Suiza no significa que su accionar en Chile, desde las columnas del “diario de Agustín” pase desapercibido en este país.
Ginebra, 20 de septiembre de 2013
Con copia a: la cancilleria Suiza en Berna, a la prensa en Ginebra, en Suiza y en Chile, a los representantes del Gobierno de Chile en Suiza (Berna y Ginebra).