Dirceu Luiz Messias, ciudadano brasileño de 72 anos, vivió una pesadilla el sábado 7 en el aeropuerto internacional de Santiago de Chile: lo retuvieron 12 horas y luego lo devolvieron a su país de origen. ¿Por qué? Porque al parecer intento participar en Chile –donde vivió exiliado en los ‘70– en actividades relacionadas con la conmemoración de los 40 años del golpe militar de 1973, “evento” que hasta el Presidente Piñera “conmemoró” (no está muy claro por qué y para qué) el miércoles 11 de septiembre en La Moneda y al que se refirió, críticamente, en varias ocasiones de los últimos 15 días.
Si los chilenos, argentinos, uruguayos y brasileños podemos circular libremente por estos países sólo con la cédula de identidad, y desde muchos años previos al golpe en Chile de 1973, y además se invita a los turistas del cono sur del continente a visitar y gastar dinero en nuestro país, ¿por qué el sábado 7 de septiembre, en “plena democracia”, los policías del aeropuerto de Santiago, que obedecen al gobierno de Sebastián Piñera y a su primo, el ministro del Interior Andrés Pío Bernardino Chadwick Piñera, de la UDI (Unión Demócrata Independiente) y ex miembro del Mapu (escisión demócrata cristiana de los años 70 que en su momento incluso se declaró “marxista”), retuvieron antidemocráticamente por 12 horas a este ciudadano brasileño… y después terminaron por expulsarlo a su país?, como si aún viviéramos en esa dictadura por la que el gobierno actual muestra tanto asco y repugnancia.
La noticia publicada en el Journal de Comercio de Brasil, que conocimos recién este domingo, dice que el Comité Memória, Verdade e Justiça de Rio Grande Do Sul consiguió denunciar este incidente contra el ex-sindicalista brasileiro Messias, quien no pudo entrar a Chile, ante Tâmara Soares, directora de Derechos Humanos del estado Río Grande do Sul, quien solicitó una reunión con la asesoría internacional del gabinete del gobernador Tarso Genro (PT, Partido de los Trabajadores). La funcionaria solicitó que el estado riograndense consiga explicaciones del gobierno chileno sobre lo ocurrido, a través de la cancillería brasileña, más conocida como Itamaraty, y se pida una explicación a Chile, o sea, a los señores Piñera, Chadwick y afines. Otro lío internacional gratuito, generado por servidores policiales del gobierno, como si ya en el país no existieran bastantes problemas que requieren la atención urgente de policías de verdad, no politizados, que más bien intercepten en el aeropuerto a los narco-delincuentes que entran y salen como Pedro por su casa. ¿O esos tipos tendrán, para la policía aeroportuaria, el estatus y perfil de “emprendedores”, inversionistas u hombres de negocios (sucios)?
La noticia del Journal de Comercio, que no “pescaron” los medios chilenos, se encuentra en este link: http://jcrs.uol.com.br/site/noticia.php?codn=134022
Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, jurado de Project Censored, of Sonoma State University.