José Miguel Insulza llegó hablando de consensos. Insulza no está de acuerdo con que sea el pueblo quien reformule la estructura política de la nación. Para Insulza no es necesario el desarrollo de una asamblea constituyente, pues Chile no atraviesa por una crisis profunda. Insulza quiere retomar la política de los acuerdos con la derecha, pues a su juicio, es el único camino que garantiza gobernabilidad a un país como el nuestro.
Y es que para el secretario general de la OEA, cargo que le fue otorgado de premio por su obediente y disciplinada labor como ministro de los gobiernos de Frei y Lagos Escobar, el momento actual de la sociedad chilena no da para aventurarse con experimentos que pongan en peligro lo “logrado hasta ahora”. En entrevista concedida a El Mercurio, el otrora “Panzer” comparaba, con su característica prepotencia, la propuesta de asamblea constituyente con una especie de peligroso big bang político. Esta entrevista aparecía anunciada en la portada del diario de Agustín, justo debajo de otra en la que Camilo Escalona reivindica a la vieja política y piropea a la derecha.
He ahí a los cancerberos del statu quo, hoy amplificados por los mismos periódicos que ampararon a golpistas y torturadores. He ahí 2 socialistas desesperados, defendiendo al modelo de Jaime Guzmán. Lo defienden porque sin él, no serían nada. Lo defienden mientras toman ruta al cementerio de elefantes. Ellos saben que sus días de gloria terminaron y que sólo la derecha más rancia hoy les rinde pleitesía. El joven Chile les mira como miembros de la vieja y mañosa política que no queremos. Y bueno, también les queda la democracia cristiana, partido junto al cual negociaron el retorno de la “democracia”, en esa transa que hicieron a oscuras con el mismísimo dictador.
Para políticos como Insulza, los consensos y acuerdos son atributos de estadistas que están por sobre las pasiones mortales del pueblo. Ese mismo argumento fue utilizado para salvar de la prisión británica a Pinochet. En ese entonces, nadie podía entender, cómo un ministro del partido socialista viajaba por el mundo haciendo lobby en pos del dictador preso. Si hasta llegó a pedir al mismísimo Angelo Sodano que mediara a favor del anciano militar. Fue gracias a la mirada estadista de Insulza que el dictador más sanguinario de la historia de Chile abandonó la prisión europea y retornó con honores a su patria.
Insulza regresó a Chile en calidad de OEA. Porque una vez más, al igual que en la presidencial 2009, se le “hizo” ir de candidato en una elección donde la gente vota. No aceptó competirle al DC Senador Pizarro.Y eso que el PS hasta le había limpiado el camino sacando de carrera al diputado Marcelo Díaz. Insulza confirma que lo suyo, son las designaciones a dedo. Insulza nunca ha ganado elección alguna. Por lo mismo, Insulza defiende el modelo de las minorías políticas, el modelo de la UDI.
Este domingo recién pasado fue simbólico en lo político. Comenzamos el día con la entrevista de Insulza, un viejo socialista derrotado que vomitaba en contra del nuevo Chile a través del diario de Agustín Edwards. Terminamos el día con la confirmación de Giorgio Jackson como candidato único a diputado de la oposición en Santiago centro. Digan lo que digan, me quedo con el final del día. Los viejos ya comienzan a hablar pavadas y los jóvenes ganan terreno. Viva Chile!