Diciembre 27, 2024

La brutal dictadura egipcia

El presidente Morsi fue elegido por mayoría absoluta. Un golpe militar civil lo derrocó. Esto muestra que el sistema de elecciones competitivas no sirve por sí solo para garantizar el resultado ciudadano cuando se enfrentan propuestas de diferencias profundas. En esos casos generalmente se recurre a los golpes de fuerza.

 

Egipto enseña una vez más que solo una gran mayoría ideológica que ha penetrado en sectores militares puede ser una vía electoral exitosa de cambios estructurales. En Venezuela el 2002 se dio el golpe cívico militar y fue derrotado con ciudadanía y militares.

 

La caída de Mursi aconseja que sin un poder civil y militar suficiente se requiere el camino de la lucha de ideas para convencer con diálogos persuasivos sin agredir al pensamiento colectivo dominante. Implica una espera trabajando conscientes de que ganar una elección no basta.

 

La conducta de los dictadores egipcios fue sanguinaria, terrorista. Matar y herir a miles de personas que protestaban pacíficamente en carpas con niños es de mentalidad fascista.

Los hermanos Musulmanes tienen un programa de absolutismo religioso y obraron en consecuencia con Morsi. Aliados a Estados Unidos estuvieron por la intervención militar extranjera de estilo libio contra Siria. Había razones para enfrentarlos políticamente, no para asesinarlos.

 

Detrás de los responsables de estos hechos dolorosos están los agentes del orden internacional vigente con acciones y silencios.

 

Estados Unidos, sus socios occidentales e Israel, apoyaron la dictadura del general Hosni Mubarak cerca de 30 años, cuando no pudieron impedir su caída se unieron a los Hermanos Musulmanes, y ahora a los golpistas civiles y militares.

‘The Wall Street Journal’ detalla que Washington y El Cairo mantuvieron intensas negociaciones a lo largo de las semanas previas a los violentos choques que tuvieron lugar ayer. La Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono presionaron a los generales egipcios para que impulsaran la participación de los Hermanos Musulmanes en el nuevo proceso de transición política, a pesar del derrocamiento del presidente Morsi. Por otro lado, EE.UU. intensificó sus contactos con los Hermanos Musulmanas para instarlos a dar un paso atrás en su oposición a los militares. En respuesta, el movimiento islamista siguió insistiendo en que Morsi era el único presidente electo y legítimo, mientras que el Gobierno de Egipto advirtió a la Administración de Obama sobre la posible escalada de violencia, a pesar de la presión por parte de Washington.

El propio presidente Obama admitió el fracaso diplomático. Al comunicar este jueves la cancelación de las maniobras militares conjuntas con Egipto, insistió, entre otras cosas, en que Washington “no toma partido por ninguna formación o figura política en particular”, pero comentó también que muchos egipcios tienden a culpar “a un actor externo” de su situación actual. Admitió que una parte del pueblo egipcio critica a la Casa Blanca por apoyar a los Hermanos Musulmanes, mientras que otra le reprocha su respaldo al Ejército.

Según destaca ‘The Wall Street Journal’, la masacre egipcia del miércoles puso a la Casa Blanca entre dos fuegos. Por una parte, aumentó drásticamente el número de legisladores estadounidenses, tanto republicanos como demócratas, que piden que se califique el derrocamiento de Morsi de golpe de estado y que se revoque la ayuda anual de EE.UU. a los militares egipcios. El senador McCain insiste incluso en que Washington debe considerar la opción de ejercer influencia en el Fondo Monetario Internacional para que corte a El Cairo el acceso a préstamos. Por otra parte, Israel, el aliado estratégico de EE.UU., se dirigió a la Administración de Obama con la solicitud de no interrumpir la financiación de Egipto, que es un punto fundamental del tratado de paz egipcio-israelí de 1979.” [RT]

Washington estaba en contacto con los dos bandos, presionó a los Hermanos Musulmanes para someterse al golpe, consintió la violencia dictatorial que se le había dicho se realizaría.

Israel es menos reservado. “El viceministro de asuntos exteriores del régimen de Israel, Zeev Elkin, ha advertido este jueves de una posible intervención de su país en los asuntos internos de Egipto si los disturbios y movilizaciones siguen en ese país árabe. Anteriormente Amos Yadlin, exjefe de la inteligencia militar israelí dio a conocer cómo el régimen de Israel pudo penetrar en los asuntos políticos, económicos, de seguridad, y también militar de Egipto. “Hemos tenido éxito en provocar discordia entre el gobierno y la sociedad y que será muy difícil de resolver para el gobierno que sustituya a Mubarak”, aseveró.” [HispanTv]

Es útil considerar que en Egipto ni siquiera había una alternativa de soberanía antiimperialista como las que han surgido en Latinoamérica.

 

Más de 800 seguidores desarmados asesinados en las calles y 5000 heridos y nadie habla de sanciones. El sistema en el poder las reserva solo para Cuba, Corea del Norte, Irán…

En general no se ha sentido una repulsa internacional al crimen. No se conocen declaraciones condenatorias de los gobiernos de Rusia y China. No la hubo del Consejo de Seguridad de la ONU. En América Latina tampoco de algunos países opuestos a Washington.

En los medios de información la actitud de Telesur o RT ha sido clara, pero Ria Novosti, Xinhua, BBC, Prensa Latina, Cubadebate, han dado débiles rodeos sobre lo sucedido.

 

Las políticas criminales no son condenadas por su brutalidad sino interpretadas según quién las realiza. La denuncia o la atenuación pasa primero por los cálculos.

 

Al final, o al principio, la responsabilidad es de los miles de millones de personas indiferentes a lo que no sean sus intereses personales, pobres, medios o altos.

 

Este es el mundo democrático en que se debe dialogar, ganar voluntades y organizar para realizar la otra civilización sostenible y solidaria.

 

Contacto romulo.pardo@gmail.com

Rómulo Pardo Silva

www.malpublicados.blogspot.com

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