Madrid.- El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, negó hoy ante el Parlamento que haya habido financiamiento ilegal en el gobernante Partido Popular (PP), por lo que rechazó el reclamo de la oposición de renunciar o convocar a elecciones generales anticipadas, al comparecer para explicar el escándalo de corrupción que sacude a su partido. Admitió haber recibido remuneraciones complementarias, pero aseguró que eso se hace en todas partes.
No me voy a declarar culpable porque no lo soy. No me voy a declarar culpable porque no tengo constancia alguna de que mi partido se haya financiado ilegalmente, afirmó Rajoy, quien sostuvo que su partido y él mismo están siendo víctimas de una especie de complot que inició en 2009.
Afirmó que en el conservador PP ni se ha llevado a cabo una doble contabilidad ni se oculta algún delito. En ese sentido, aseveró: ni voy a dimitir ni voy a convocar a elecciones legislativas, que quede muy claro, al rechazar la exigencia del conjunto de los partidos de oposición que ven en el actual gobierno un lastre para la democracia española.
El líder de la oposición española, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, le espetó: váyase cuanto antes, váyase por bien de este país. El PP ha ganado elecciones durante dos décadas con financiamiento ilegal, además, Rajoy no ha dicho la verdad a los españoles cuando dijo que todo era falso, pero que la doble contabilidad era cierta y que allí estaban los sobresueldos que sus líderes cobraban.
Rajoy, quien acudió al debate parlamentario arrastrado por las amenazas del conjunto de la oposición de que si no daba una explicación sobre la corrupción en el PP le someterían a una moción de censura, reconoció que es una práctica habitual en su partido el pago de sobresueldos como en todas partes, porque es de justicia pagarse por un trabajo.
Sólo admitió que se había equivocado al mantener la confianza en el ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, el principal imputado, de quien dijo: ahora sabemos que no la merecía. Un escándalo que ha sido ventilado por la prensa y que ha ido creciendo, tras develarse la supuesta contabilidad en la sombra que Bárcenas llevaba en documentos desde hace dos décadas.
Bárcenas, a quien se le descubrieron 47 millones de euros en Suiza, se encuentra en prisión desde finales de junio por presunto fraude fiscal, y en sus declaraciones ante la justicia admitió haber llevado una contabilidad oculta del PP, con donaciones anónimas de empresarios, que se utilizaban para pagar sobresueldos no declarados a dirigentes, entre ellos Rajoy.
A partir de reconocer que se equivocó en confiar en Bárcenas, aun cuando ya había sido imputado, al que después tildó de delincuente, el mandatario español arremetió contra todos los grupos de oposición, a los que incluso llegó a acusar de poner en riesgo la supuesta recuperación económica de España al exigir su comparecencia o al dar crédito a las acusaciones del ex tesorero.