Noviembre 28, 2024

En España demandan una III República

bandera_republicana

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Mucha gente joven. Mucha más que cualquier otro año. La manifestación por la III República ha estado marcada por la alta afluencia de jóvenes que ha convertido la marcha en la más numerosa de los últimos años. Ciudadanos que no vivieron la dictadura y que crecieron como actores políticos dentro de un Estado monárquico. Nadie les preguntó jamás si preferían monarquía o república y cuando han intentado defender la opción republicana se han encontrado con esa frase tan manida: “Juan Carlos ha hecho mucho por la democracia”. Pero ellos no han visto nada de eso. Crecieron con el divorcio de Marichalar y se hicieron adultos con los escándalos de Urdangarin y Corinna. El rey no pasaba de ser el invitado especial de la cena de Nochebuena. Ahora, esta masa crítica de jóvenes, que quiere participar en la construcción de su futuro, ha salido a la calle para reclamar la celebración de un referéndum sobre la jefatura del Estado y defender la opción republicana. La manifestación ha congregado a decenas de miles de personas.

 

 

Este es el caso de jóvenes de Yeisan Morales, de 25 años. Hasta que estalló la maldita crisis este joven trabajaba de jardinero. Ahora, como tantos otros chicos de su edad está en paro y mira, boquiabierto, los desmanes de una familia real fuera de todo control democrático. Su reclamación es básica: poder elegir, poder votar. “Debería haber un referéndum en España sobre si queremos la monarquía o no. Hasta entonces esta monarquía será hereditaria de un dictador y, por lo tanto, no es algo que haya decidido el pueblo sino que fue impuesta por un fascista que durante 40 años gobernó el país. Queremos poder decidir nuestro futuro”, explica a Público este joven, que acude a la manifestación con una bandera tricolor.

 

Pocos metros más atrás que Yeisan, en una manifestación masiva que transcurrió entre Cibeles y la Puerta del Sol de Madrid, se encuentra Mónica Pérez, madre de familia de 35 años. Acude a la manifestación junto a su hija de apenas dos años. Mónica tiene claro el motivo que le ha llevado a salir a la calle esta mañana de domingo de 14 de abril: “Dejar a mi hija un país mejor que el yo me he encontrado”, dice. Esta mujer hace referencia a sus años de infancia para justificar su presencia en la marcha. A esos años cuando el maestro de la escuela le enseñaba las virtudes del sistema democrático y el importante papel del rey como garante del orden constitucional. Entonces, afirma, se lo creía todo. Pero la madurez le trajo a Mónica otro sentimiento: “la frustración”. “La capacidad de decidir no reside en nosotros”, afirma.

Una nueva Constitución

Sobre el derecho a decidir quiso hablar también Cayo Lara, líder de Izquierda Unida. El político marchaba en la manifestación a su antojo. No sostenía ninguna pancarta y trataba de caminar sin problemas ante las peticiones de fotografías de algunos manifestantes. Preguntado por Público Lara enumeró una larga lista de motivos para una Tercera República. Algunos de ellos son:

“El deterioro institucional que sufre el país, el grado de corrupción tan importante que sufrimos que pilla al partido que apoya al Gobierno, el sistema electoral injusto que no garantiza la igualdad de los votos, el deterioro de la construcción europea que se está realizando en clave de beneficios del capital financiero y, finalmente, el deterioro de la propia Casa Real”, señala Cayo Lara a Público.

¿Pero cambiar de un sistema monárquico a otro republicano solucionará todos estos problemas? Lara responde: “Es que no se trata sólo de cambiar al jefe del Estado. La elección del jefe del Estado debe ser hecha por los ciudadanos españoles y por el pueblo, pero el cambio va mucho más allá. Se trata de profundizar en una Constitución garantista en un estado democrático donde el poder no resida en la troika sino que resida en el pueblo español. Hay que avanzar en la democracia, en los derechos y hay que quitar de la Constitución el artículo 135 que garantiza el pago de la deuda y no los derechos sociales de los ciudadanos. Por tanto, cuando hablamos de III República hablamos también de una alternativa completa al deterioro del régimen actual”.

 

Pero si ha habido un protagonista en la manifestación ese no ha sido otro que el coronel Amadeo Martínez, condenado en marzo por “injurias graves” al rey. Ataviado con su habitual uniforme militar, Martínez paseaba de un lado a otro de la marcha coreando las consignas que lanzaban desde megafonía, fotografiándose con los asistentes y debatiendo sus ideas con todo aquel que se presente. Sus palabras pueden ser calificadas de muchas formas, pero no de ambiguas:

 

“La República es todo para mí. Un país moderno no se puede concebir sin República. En el siglo XXI ya es hora de que España entre en la modernidad, en la verdadera democracia. Esto que hemos tenidos estos años ha sido un posfranquismo, no una democracia. No tiene nada de legítimo. El pueblo español, ante el peligro del ejército, aceptó la monarquía como mal menor pero ahora ha cambiado todo. Es el final de ciclo del régimen juancarlista”, asegura a Público Amadeo Martínez, cuya opinión va en sintonía con la de la gran mayoría de los manifestantes, aunque estos no hayan vivido el régimen dictatorial del que habla Martínez. Porque si no se hace nada, como señala Sol Zaragüeta de 31 años, “España y Europa van a acabar muy mal”.

 

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