La enfermedad y muerte del presidente venezolano Hugo Chávez dio origen a una serie de conjeturas acerca de la posibilidad de que tanto el cáncer que padeció el mandatario como los ataques cardíacos que afectaron a otros gobernantes de la región casi al mismo tiempo, pudieran haber sido provocados.
Una parte de la opinión pública rechazó de plano la idea, otros la consideraron propia de historietas fantásticas,pero también hubo quienes la consideraron posible y son los que al parecer estuvieron en lo cierto.
Sobre el tema se había especulado mucho en los últimos tiempos, pero ha sido la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez la que ha abierto los archivos y han empezado a fluir las informaciones que señalan que no se trata de historietas fantásticas.
Existen tanto los estudios como las armas que permiten inocular el cáncer y provocar los infartos cardíacos.Los experimentos en estas materias no son nuevos y se mezclan con acontecimientos políticos.
Press Core tiene al respecto un importante reportaje que ha sido reproducido por Global Research, sitio que dirige el catedrático canadiense Michel Chossudovsky, quien a su vez señala quien es el que da en Estados Unidos las órdenes para este tipo de acciones.
PROVOCAR CÁNCER
De acuerdo a este reportaje, ya en 1931 Cornelius Rhoads,un patólogo del Instituto Rockefeller para la Investigación Médica , que se encontraba en Puerto Rico, inyectó células cancerígenas a un grupo de ciudadanos de ese país, 13 de los cuales murieron.
Posteriormente, un médico puertorriqueño descubrió que Rhoads había ocultado algunos aspectos porque consideraba que todos los habitantes de Puerto Rico debían ser eliminados.
Rhoads se estableció después en el Centro Biológico de la Armada estadunidense en Fort Detrick, Maryland, UTA, y en Panamá. La nota recuerda que está vinculado al origen del virus del sida y del A-H1N1.
Rhoads también fue adscrito a la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos donde, señala Press Core, inició una serie de experimentos exponiendo a radiaciones a soldados estadunidenses y a pacientes civiles en hospìtales .
Con estos antecedentas, la respuesta a si se le puede provocar cáncer a una persona es sí, señala el reportaje.
Pero no es el único documento informativo que ha circulado al respecto.Hace un año atrás, el diario inglés The Guardian publicó un artículo sobre este mismo tema, el que ha vuelto a circular, precisamente a raíz de la muerte del mandatario venezolano Hugo Chávez.
El artículo de The Guardian, reproducido en México por el periódico Milenio, recogía el comentario hecho por Chávez acerca de la “coincidencia” de que a varios presidentes latinoamericanos se les detectaran tumores cancerosos y que todos fueran dirigentes de izquierda,pero también proporciona otros antecedentes.
Recuerda que Wikileaks informó que Estados Unidos le solicitó a su embajada en Paraguay ”todos los datos bométricos,incluyendo el ADN, de los cuatro candidatos presidenciales”.
El artículo apunta que durante una investigación del Comité Selecto del Senado estadunidense, referido a los complots y asesinatos cometidos por la Agencia Central de Inteligencia, CIA, se dio a conocer que ésta “había desarrollado una pistola con dardos venenosos que causaban ataques cardíacos y cáncer”.
En lo relativo a los ataques cardíacos, el asunto parece ser más sencillo.Se diseñó un revólver pequeño, que dispara un proyectil recubierto de hielo que sale disparado a gran velocidad y no deja marca al entrar al cuerpo.
También Wikileaks ha proporcionado abundante información sobre este punto y sobre los experimentos que se realizan en los laboratorios destinados a desarrollar guerras biológicas y que funcionan bajo la supervisión del Departamento de Defensa, de la Agencia Central de Inteligencia, Cia, y del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
¿QUIÉN TOMA LA DECISIÓN ?
A raíz de las informaciones que responsabilizaban a Estados Unidos de atentados contra autoridades de otros países, asunto que se había tratado en el Senado estadunidense se adoptó una resolución que prohibía a todo funcionario de ese país conspirar o participar en asesinatos políticos.
Esto se determinó a raíz de varios crímenes cometidos, así como intentos de asesinato y la norma fue mantenida por los gobiernos que se sucedieron hasta la llegada a la Casa Blanca de George W. Bush.
Esos cambios determinan que la única persona que puede autorizar ese tipo de acciones es el presidente, según lo ha señalado Michel Chossudovsky en un documentado artículo publicado en Global Reasserch el 10 de marzo.
El Presidente Encargado de Venezuela y candidato presidencial para los próximos comicios, Nicolás Maduro, ha anunciado desde ya que se va a actuar para establecer todo lo relativo al cáncer que acabó con la vida del Presidente Chávez.
Se ha anticipado que existirían ya indicios reveladores del tipo de cáncer que le habría sido inoculado y se creará una comisión especial que incluirá a científicos venezolanos y de otros países.
Esto, como ya lo hemos señalado en otra oportunidades, se une a situaciones similares ocurridas en los últimos años, como así también permitiría descifrar crímenes cometidos hace más tiempo.
Obviamente, la disposición existente en Estados Unidos crea una situación cuando menos incómoda para el actual gobierno de ese país.