Los restos de Pablo Neruda serán exhumados el próximo 8 de abril para saber si el premio Nobel de Literatura fue asesinado, como lo denunció su chofer, confirmaron ayer fuentes judiciales. En la exhumación participarán un equipo multidisciplinario del Servicio Médico Legal (SML), un equipo forense argentino, peritos españoles y observadores del Comité Internacional de la Cruz Roja.
La exhumación fue ordenada por el juez Mario Carroza, que está a cargo del sumario abierto tras la denuncia por homicidio presentada por el Partido Comunista de Chile, al cual pertenecía el autor de Canto General.
Hasta comienzos de 2011, la versión oficial sobre la muerte de Neruda, ocurrida el 23 de septiembre de 1973, era que se debió a un cáncer de próstata.
Pero en mayo de ese año, su antiguo chofer, Manuel Araya, denunció que el autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada recibió una inyección letal en el hospital donde estaba internado, lo que suscitó la sospecha de que podía haber sido asesinado por el régimen del general Augusto Pinochet.
La denuncia motivó que el Partido Comunista, a cuyo comité central pertenecía Pablo Neruda, presentara una denuncia, que fue admitida por la justicia chilena, con lo que se abrió así una investigación sobre su muerte. En la querella se solicitaba además la exhumación de los restos del Nobel de Literatura para verificar si fue envenenado. Pablo Neruda está sepultado actualmente junto a su esposa, Matilde Urrutia, en su casa museo de Isla Negra, una localidad del litoral central de Chile, a 120 kilómetros de Santiago.