No creo necesario traducir el título, que pertenece a Beppe Grillo, el verdadero triunfador en las elecciones italianas y que, además, envió al “Vaffanculo” a la casta política. En estos días, Roma se encuentra sin su Obispo (el Papa), y sin su Primer Ministro, y habría que remontarse muchos siglos para encontrar en la historia una situación parecida. En una de sus agudas expresiones, Grillo propuso que Italia le regalara el Papa a Francia, enviándolo a Avignon, contra el perdonazo de la deuda con ese país.
El sistema político italiano es el más complicado de Europa: Junto al sistema parlamentario, tiene un bicameralismo simétrico, es decir, ambas Cámaras tienen los mismos poderes; además, en el caso de la Cámara de Diputados, el Partido que llega primero recibe un regalo adicional en número de Diputados, que le permite tener mayoría. El Senado se elige por regiones, siendo favorecida la Lombardía, la zona más rica de Italia –donde está Milán -. La ley electoral subvenciona también al Partido ganador en el Senado, con aumento de senadores.
En estas últimas elecciones, la Alianza de Centro-izquierda, compuesta por el Partido Democrático – que contiene retazos de los Partidos Democratacristiano, Comunista y Socialista y del SEL – sigla en italiano, que corresponde al partido de izquierda Ecología y Libertad – donde milita mi mejor amigo, Camilo Duque – cuyo candidato era el ex comunista Pier Luigi Bersani que, en la Cámara de Diputados logró el 30,06% de los sufragios y, en base a la ley electoral, le entregó la mitad de los 630 Diputados; en segundo lugar llegó el derechista Silvio Berlusconi, con 18,7%; en tercer lugar, Beppe Grillo, con 25,4% de las preferencias; en cuarto lugar, Mario Monti, con el 10,6%.
En la Cámara, parece que el asunto está solucionado, pues la combinación de Centro-izquierda cuenta con mayoría absoluta, sin embargo, es importante recalcar el avance, tanto de Berlusconi, como de Grillo: el primero, un empresario corrupto, dueño de medios de comunicación y equipos de futbol, que está usando su candidatura para evitar caer en prisión, a causa de una serie de delitos, de distinta índole – incluyen el proxenetismo y el abuso de menores -; el segundo, Beppe Grillo, un cómico de 62 años, encabeza un movimiento de descontento ciudadano llamado Cinco Estrellas, que expresa el rechazo a la casta política.
La elección también demostró el rechazo de los italianos a los recortes impuestos por el tecnócrata Mario Monti, el “niño” mimado de la Canciller alemana, con una ínfima votación y una representación intrascendente en la Cámara y en el Senado, lo que una verdadera cachetada para la Troika – ojalá, el fin de la tecnocracia saintsimoniana.
En el Senado, la situación fue distinta: Berlusconi logró 123 senadores, Bersani, 104, Grillo, 57 y Monti, 17. La derecha fue favorecida por la votación de la región de Lombardía. Al no contar con mayoría en ambas Cámaras, la combinación de Centro-izquierda no puede gobernar.
Ante esta situación, se presentan las siguientes alternativas: 1) Bersani podría gobernar con Berlusconi – una alianza entre la derecha y la izquierda – lo cual parece muy difícil, pues el SEL rechaza toda conversación con el mafioso derechista – pero esta convergencia espuria podría durar muy poco tiempo; 2) una alianza entre la Centro-izquierda y el movimiento de Grillo – desde un comienzo, lo rechazó de plano, pero hoy parece un poco más abierto -; 3) llamar a elecciones sólo en la Cámara Alta, pero no hay precedentes al respecto; 4) llamar de nuevo a elecciones generales.
El fenómeno Grillo se puede asimilar a los movimientos de los “Indignados”, surgido en España, sin embargo, se diferencia por el poder político adquirido en las pasadas elecciones. Para este líder, el motor de su filosofía no es la anti política, sino la hiper democracia: el movimiento Cinco Estrellas lleva al extremo la democracia directa y sus candidatos son elegidos en votaciones por Internet; los 103 diputados y los 57 senadores son jóvenes profesionales, amas de casa, obreros, es decir, italianos con “cara de pueblo” y, la única condición es que no sean políticos de profesión y no hayan pasado por los tribunales de justicia.
Dentro del programa de Beppe Grillo y sus “grillines” resaltamos: 1) rechazan los medios de comunicación y sólo utilizan el Blog, que tiene 907.800 personas que lo visitan, además del twitter, que tiene 160.000 visitantes diarios. Este candidato es partidario del Internet gratuito para todos los italianos; 2) en el mes de mayo de 2013 deberá ser nominado un nuevo Presidente de la república italiana; Beppe Grillo propone al Premio Nobel de Literatura, Dario Fo, un controvertido de ese país que, en la actualidad, tiene 85 años de edad; 3) respecto al Euro, Grillo propone un plebiscito que permita la implementación de un Euro devaluado para los países pobres de Europa, y otro Euro para los ricos; incluso, plantea un nuevo trato con la Comunidad Europea, por el cual Italia tenga una posición similar a la Gran Bretaña, es decir, que pertenezca a la Comunidad, pero sin la misma moneda; 4) que las tropas italianas abandonen Afganistán y Malí a la brevedad posible; 6) el movimiento Cinco Estrellas plantea que el salario mínimo sea de mil Euros al mes; 7) plantea, además, que ningún parlamentario tenga causas judiciales, sosteniendo que “la honestidad está de moda”; 8) en el gobierno de Sicilia, los diputados “grillines” rebajaron sus salarios en un 70%, en consecuencia, propone dejar el sueldo de senadores y diputados en un tope de 2.500 Euros – en la actualidad ganan 5.489 Euros y más de 4.000 Euros en asignaciones; mucho menos que los pobres conscriptos chilenos -.
Grillo es tildado de populista por sus enemigos, pero este calificativo poco le importa y, en las grandes manifestaciones, la mayoría de sus partidarios gritan: “populista, populista”. Por lo demás, como lo he sostenido muchas veces, hay un populismo positivo y otro negativo; rechazar el populismo es una torpeza, pues éste es muy superior al nacionalismo, al neoliberalismo y al clericalismo.
Rafael Luis Gumucio Rivas
01/03/2013