Cientos de miles de personas en toda España han salido a la calle para protestar contra las políticas de austeridad del Gobierno de Rajoy y la corrupción de la clase política. En Madrid, después de una manifestación multitudinaria y pacífica, la Policía ha cargado contra los manifestantes frente al Congreso y los enfrentamientos han dejado en torno a 40 detenidos
En la misma fecha que Tejero entró en el Congreso de los Diputados pistola en mano y gritó el ya histórico “se sienten coño”, cientos de miles de ciudadanos de toda España han vuelto a salir a la calle para defender los derechos sociales y la democracia 32 años después. La Marea Ciudadana, que reúne a cerca de 300 organizaciones y colectivos, había elegido este día para manifestarse y unir a todos los movimientos que en los últimos años han luchado contra los recortes del Gobierno de Rajoy: desde el 15-M a Izquierda Unida, pasando por la Marea Verde de la educación, la Blanca de la sanidad pública y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Todas las marchas han transcurrido pacíficamente y sin incidentes. Sólo en Madrid, al terminar la manifestación, se han producido enfrentamientos entre manifestantes y antidisturbios en las inmediaciones del Congreso de los Diputados y que se han trasladado por todo el centro de la capital. La Policía ha detenido a unas 40 personas, según ha confirmado la Delegación de Gobierno a Público.
En cerca de 80 ciudades de todo el país, y en varias capitales europeas en solidaridad, se han repetido las manifestaciones masivas. Todos los movimientos que conforman la Marea Ciudadana también han querido señalar el pago de la deuda como uno de los argumentos que utilizan los gobernantes para aplicar los recortes amparándose en el déficil público. Por eso, apuestan por una auditoría pública y negarse a pagar la parte que no haya sido contraída de forma legítima, es decir, la que venga del dinero con el que se ha rescatado a la banca.
Los gritos de “dimisión” y “el pueblo unido jamás será vencido” se han oído en todas las marchas, mostrando así el creciente hartazgo de parte de la ciudadanía por los casos de corrupción y una situación económica que las políticas de austeridad del Gobierno conservador no logran atajar. Así, al final de las movilizaciones, los convocantes han leído un comunicado en el que han dejado claro que “el creciente desempleo, el ataque a la Sanidad y a la Educación Pública, a los derechos laborales y sociales, al medio ambiente, nos han hecho confluir en las calles, en las mareas ciudadanas””.
En Madrid, donde se ha producido la mayor movilización, cuatro columnas de miles de personas han salido en torno a las 17.00 horas desde la Puerta del Sol, Embajadores, Colón y Puente de Vallecas. Todas las marchas han transcurrido sin incidentes, en un ambiente de rabia e indignación contra los recortes y, a la vez, alegre y festivo por encontrarse, por primera vez, todos los movimientos juntos en las calles. Las batukadas se mezclaban con los gritos en defensa de los servicios públicos.
Las marchas estaban llenas de los trabajadores de la Sanidad y la Educación con sus colores insignia, la Marea Azul contra la privatización del agua, la Marea Violeta en defensa de los derechos de la mujer, el colectivo de bomberos, la Marea Naranja por los servicios sociales, los yayoflautas o los trabajadores de Telemadrid en lucha contra los despidos. La columna que ha partido de Sol ha estado encabezada por Cayo Lara y un numeroso cortejo de Izquierda Unida. También han estado presentes otras organizaciones políticas y sociales como Equo, Izquierda Anticapitalista, Ecologistas en Acción, Attac, Juventud Sin Futuro, los sindicatos CGT y CNT y una infinidad más de siglas y colectivos.
En la marcha que ha partido de Sol estaban también los funcionarios de Justicia. Uno de ellos, Fernando Buendía, ha explicado a Público que él y sus compañeros han acudido “porque lo que está haciendo Gallardón es un atentado a un derecho fundamental”. “La Justicia es un servicio público que utiliza todo el mundo. Y lo privatizan para dárselo s los amiguetes”. Cerca, había un bloque de cientos de estudiantes del movimiento estudiantil Toma la Facultad, surgido en las universidades al calor del 15-M. Su portavoz, Mikel Revuelta, ha explicado cómo les sobran los motivos para salir a la calle: “nos suben las tasas, reducen las becas y despiden a profesores”. A esto, hay que sumarle “el ataque que está sufriendo la Universidad pública desde la aprobación de la LOU”.
Al llegar al destino, Neptuno, un numeroso despliegue policial acordonaba las vallas frente al Congreso del os Diputados y las calles aledañas. Mientras miles de personas se amontaban en el Paseo del Prado y la Castellana y los bomberos hacían un cordón entre la concentración y los antidisturbios, los portavoces de la Marea Ciudadana han leído los distintos comunicados de cada movimiento. También han saludado a la delegación de mineros que se ha trasladado desde Asturias mostrar su solidaridad en Madrid. A las 20.00 horas, han desconvocado la manifestación permitida por la Delagación de Gobierno y los bomberos se han marchado pidiendo que la gente desalojara la plaza pacíficamente. Pero miles de personas han gritado: “¡No nos vamos!”.
Tras unos minutos de tensión frente a las vallas del Congreso, cientos de agentes antidisturbios se han trasladado al Paseo del Prado para desalojar la zona y se han producido incidentes con los manifestantes. Poco después, varios contenedores ardían en el Paseo de las Delicias y los alrededores de Atocha mientras decenas de furgones policiales recorrían las calles persiguiendo a pequeños grupos de manifestantes. Los enfrentamientos se han trasladado también hacia Puente de Vallecas y Lavapiés.
El saldo han sido alrededor de 40 detenidos, según ha confirmado la Delegación de Gobierno a Público, y 12 personas atendidas por los servicios de emergencia.