Como un homenaje a Maitu Marillan, el menor de siete años herido por Carabineros durante la visita de Sebastián Piñera a la zona en el mes de octubre, y a todos los demás niños mapuche heridos y reprimidos por carabineros, calificó el triunfo obtenido nuevamente en tribunales el werken de la Pu Lofmapu Xawun, Mijael Carbone Queipul.
Al mismo tiempo expresó su reconocimiento a todos los que le apoyaron en el proceso, que tuvo condena judicial, clandestinidad y persecuciones. “En este momento solo puedo agradecer a quienes manifestaron su fe en mi inocencia, tanto desde otros países como en territorio mapuche, a los peñi y lamgen, a los chilenos que también me acogieron en sus casas y me dieron ánimo durante este difícil proceso, sabiendo que en este país no siempre la ley es la justicia”, señaló el jóven lider. El tribunal de Angol falló por unanimidad la inocencia de Mijael, a pesar de la enorme presión ejercida por el gobierno y el fiscal Chamorro. Cabe destacar que este último, en un indecoroso y paranoico esfuerzo por influir en el ánimo de los jueces, señaló en la audiencia de esta mañana, preliminar al fallo, que el entonces acusado tenía directa relación con la reciente muerte del matrimonio latifundista de Vilcún, ante lo cual los magistrados exigieron evitar expresiones que no tenían cabida alguna con el proceso.
Dirigentes mapuche de diversos territorios acudieron a Angol para apoyar al werken, algunos de los cuales coincideron en señalar que ahora es interesante escuchar la opinión del funcionario forestal y representante del ejecutivo en la zona Andrés Molina Malofke, el cual reiteradamente señaló a los medios de comunicación su deseo de encarcelar al vocero mapuche, al tiempo que sus empleados anunciaban la devolución de las tierras de Temucuicui a sus propietarios ancestrales. “Ambas cosas no ocurrieron durante este periodo y muestran una forma de entender la vida que rechazamos con toda nuestra fuerza”, concluyeron los líderes mapuche.
Todo ello ocurrió en el contexto de una ciudad militarizada; hoy en Angol al menos 500 efectivos de policia militar, 300 de ellos uniformados, armados con todo tipo de pertrechos de guerra y disuasivos, metralletas, escopetas, fusiles, lanzagases, micros y vehículos blindados, custodiaron la ciudad. Hasta ahora no sabemos si se cuidaban de Molina y Chamorro o de otras personas.