Sanaá.- Al menos 30 personas murieron y más de 200 resultaron heridas hoy en esta capital cuando fuerzas de seguridad abrieron fuego contra manifestantes que exigían la renuncia del presidente Ali Abdulah Saleh.
De acuerdo con fuentes médicas independientes, los policías dispararon indiscriminadamente y a quemarropa contra activistas concentrados en inmediaciones del campus de la Universidad de Sanaa y que se movilizaron después de los rezos musulmanes del viernes.
Medios televisivos regionales y videos de aficionados mostraron a opositores muertos con heridas de bala en la cabeza, pecho y brazos, mientras los más de 200 heridos eran socorridos por personal paramédico en hospitales de campaña en el centro de Sanaa.
Las manifestaciones antigubernamentales comenzaron en Yemen el 27 de enero con marchas cada viernes de oración islámica en demanda de la renuncia de Saleh, pero se fueron intensificando y radicalizando desde mediados de febrero con un saldo hasta ahora de más de 30 muertos.
Tanto efectivos policiales como simpatizantes afines al Gobierno han recurrido a la fuerza para tratar de sofocar las muestras callejeras de descontento, a las que se han sumado líderes de influyentes tribus yemenitas como la Hashed y la Baqil.
Precisamente, reportes de medios opositores aseguraron que junto con la manifestación en Sanaa ocurrieron marchas antigubernamentales multitudinarias en las ciudades de Adén y Taiz, dos de las que han sido escenario de choques con balances letales más elevados.
Además de la dimisión del jefe del Estado, los inconformes exigen combatir la corrupción y el desempleo, y reformas democráticas, pero se niegan a que esos cambios se produzcan bajo el mandato de Saleh.
El presidente reestructuró el gabinete, hizo varias concesiones como prometer que no se volvería a postular para el puesto y no designaría a su hijo para sucederle, pero descartó dejar el cargo antes de 2013, cuando expira su mandato