Los esfuerzos por aliviar la crisis nuclear en Japón tuvieron hoy como centro el enfriamiento de la planta Fukushima-1, donde se vertió abundante agua de mar, pero sin calmar las preocupaciones asociadas a esta tragedia.
Con la máxima prioridad en el reactor 3, esa tarea la cumplieron helicópteros de las Fuerzas de Autodefensa para tratar de aliviar el sobrecalentamiento en su piscina de almacenamiento de las barras de combustible usadas a fin de evitar males mayores.
Poco después de la operación con las aeronaves se informó que la radiactividad en el área se mantenía sin cambios.
La misión responde a los crecientes temores de escape de vapor radiactivo de esa unidad luego de posibles daños en su vasija de contención. Esta situación es adicional a accidentes como explosiones e incendios en algunas instalaciones de la central.
Otro objetivo de supremo interés es el reactor 4, como parte de una misión que, según se anunció, debe abarcar los seis de Fukushima-1 con el apoyo de camiones con cañones de agua.
También se intensificaron los esfuerzos para suministrar electricidad a la central con vistas a restablecer los sistemas de enfriamiento de varias de sus unidades.
Las nuevas labores están por calmar la tensión vinculada al desastre nuclear surgido con el terremoto de 9.0 grados en la escala abierta de Richter del pasado viernes y el tsunami que provocó, ambos responsables de una devastación histórica en el noreste del archipiélago japonés.
Estas preocupaciones se hacen evidentes en la recomendación de embajadas a sus nacionales para que abandonen, en algunas casos la región de Tokio, y en otros, el país, con lo cual el éxodo se incrementa.
Medios de prensa indicaron que Estados Unidos aconsejó la evacuación a sus ciudadanos que residen en un radio de 80 kilómetros de la planta como precaución.
Las autoridades japonesas aplicaron la medida para un área de 20 kilómetros y orientaron a quienes viven entre ese límite y 30 kilómetros mantenerse en sus hogares.
Según se informó, luego de los sucesos en la citada planta cerca de 10 mil personas acudieron a centros de evacuación o de salud en la prefectura de Fukushima para pruebas de radiación.
Mientras, las labores de búsqueda de sobrevivientes y recuperación de cadáveres continúan en medio de muy bajas temperaturas, solo para confirmar los pronósticos de que la cifra de víctimas aumenta.
De acuerdo con un parte difundido por la Policía a las 16:00 hora local, los muertos se elevan a cinco mil 429 y los desaparecidos a nueve mil 594, en tanto 380 mil personas permanecen en refugios.
Estas tareas se realizan en medio de las limitaciones materiales surgidas con los enormes daños a la infraestructura, agravados en el caso del servicio eléctrico por lo ocurrido en la mencionada central.
Ante esa situación se aplican cortes y el racionamiento se refuerza, medida que se extenderá hasta finales de abril, según informaciones oficiales.
La Agencia para la Gestión de Desastres e Incendios estimó en 100 mil 396 los edificios parcial o totalmente destruidos por los referidos fenómenos.