Los glaciares de los Andes en países tropicales se redujeron en promedio entre el 30 y 50% desde los años 70, y amenazan con un devastador desabastecimiento de agua dulce para millones de habitantes de la región, según concluyó un estudio científico publicado hoy.
De acuerdo a la investigación, realizada por expertos del Laboratorio de Glaciología y Geofísica Medio ambiental en Grenoble (Francia) y del Instituto de Investigaciones Geológicas y Medio ambientales de Bolivia, dichos glaciares se están reduciendo a su ritmo más rápido en los últimos 300 años.
Los glaciares de los Andes tropicales proveen de agua fresca a decenas de millones de habitantes en Sudamérica.
El estudio incluyó datos de la mitad de todos los glaciares de los Andes y responsabilizó del deshielo a un aumento promedio de las temperaturas de 0,7 grados centígrados, de 1950 a 1994.
Las conclusiones de la investigación fueron publicadas en la revista especializada Cryosphere.
Según el reporte, los glaciares se están reduciendo en todos los Andes tropicales, pero el descongelamiento es más pronunciado en los glaciares más pequeños ubicados en bajas altitudes.
Los glaciares a altitudes por debajo de los 5.400 metros perdieron cerca de 1,35 metros de hielo por año desde finales de los años 70, a un ritmo que fue el doble que en los glaciares más grandes, a altitudes mayores.
“Debido a que el espesor máximo de estos glaciares pequeños y a bajas altitudes raramente excede los 40 metros, con semejante pérdida anual probablemente desaparecerán completamente en las próximas décadas”, declaró el autor jefe de la investigación, el científico Antoine Rabatel.
Los expertos también concluyeron que hay pocos cambios en los patrones de lluvia en la región durante las últimas décadas, factor que se descartó como responsable por la reducción de los glaciares andinos.
Sin cambios en los patrones pluviales, la región podría enfrentar severos desabastecimientos de agua dulce, según explicaron los científicos del centro de Grenoble. En ese sentido, explicaron que el Valle del Santa, en Perú, podría ser la región más afectada, con miles de habitantes que dependen fuertemente del agua proveniente de glaciares para la agricultura, consumo doméstico e hidroenergía.
Ciudades más grandes, como La Paz en Bolivia, también podrían enfrentar serios problemas por desabastecimiento de agua dulce. “Los glaciares proveen cerca del 15% del agua que se consume en La Paz durante el año, y aumenta al 27% durante la temporada seca”, indicó uno de los co-autores de la investigación, Alvaro Soruco, del Instituto de Investigaciones Geológicas y Medio ambientales de Bolivia.
Los expertos indicaron además que el glaciar Chacaltaya, que solía contar con la pista de ski en la mayor altitud del mundo, ha prácticamente desaparecido.