Noviembre 29, 2024

Innovadores y racionalizadores: la ironía de Piñera

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piera_lamoneda600 Después de casi tres años, y al terminar su período, Piñera nos sorprende, al fin, con una cualidad: la de maestro de la ironía.

 

 

El Presidente acaba de nombrar su Comisión para la Innovación (¡), cuando le queda, vamos a ver, unos 9 ó 10 meses de mandato.

 

Lo impactante es la nómina de los componentes de la Comisión.

 

La encabeza don Bruno Philippi Irarrázaval. Este ejemplar demócrata asesoró a múltiples ministerios en tiempos en que la dictadura innovó en el sistema político (de democracia a dictadura) y en el sistema económico. Fue titular de la CNE (Comisión Nacional de Energía) entre 1978 y 1984, los años en que se vaciaron las arcas del estado a favor de amigos de los militares. Trabajó con Sergio de Castro y Hernán Büchi, entre otros.

La Comisión Investigadora del Congreso acerca de las privatizaciones estableció, hace poco, que la enajenación de Endesa significó una pérdida de 895,6 millones de dólares para el Estado, que la de Chilgener significó una pérdida de 171,1 millones de dólares para Chile, y que la de Chilectra significó una pérdida de 96,4 millones de dólares para el país.

 

“La privatización es una realidad sencilla: todo lo que hay que hacer es regalar activos a los amigos y esperar favores a cambio” ha escrito Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía.

 

Don Bruno y muchos altos miembros de la Comisión nombrada por Piñera, a su vez gran privatizador e innovador, creen a pie juntilla en la máxima de Stiglitz.

 

Piñera nombró también entre los innovadores destacados a Mariana Aylwin y a los militantes socialistas Ricardo Solari y Oscar Guillermo Garretón.

 

Antes, Piñera había nombrado a Solari en otra comisión: la de Mujer, Trabajo y Maternidad.

 

Oscar fue gran admirador de los innovadores cubanos mientras estuvo en La Habana, en los años 80. En Cuba existe la Asociación de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), que se dedica por ejemplo a trabajar para la sustitución de importaciones, la recuperación de piezas de repuestos, el ahorro de energía y el cuidado del medio ambiente.

 

Pero, precisamente por ser innovador, Oscar no aprendió nada de ellos. Ni él ni ningún otro de los nombrados ahora por Piñera podría ahorrar energía, porque afectaría el negocio de algún colega, ni tampoco recuperar piezas de repuestos, porque algunos importadores perderían billetes.

 

Si innovar es “alterar las cosas introduciendo novedades”, como dice la RAE., a Oscar Guillermo Garretón le viene de perillas el título otorgado por Piñera, de gran innovador.

 

Óscar Guillermo está alterando las cosas introduciendo novedades desde hace ya un buen tiempo y con gran éxito personal.

 

Nos ha impactado, a quienes lo conocimos muy de cerca, con las innovaciones que ha tenido, desde los años 90 a esta parte. No es el único pero sí el más destacado.

 

De Subsecretario de Economía del Presidente Allende, Secretario General del Mapu, preso político y dirigente de la izquierda socialista, pasó a ser, innovando con rapidez, un hombre de decididas ideas liberales y saltó a codearse con lo más granado del alto empresariado nacional, sin importarle que muchos de éstos hubiesen aplaudido su persecución y la prisión, tortura y muerte de muchos de sus compañeros.

 

¿Necesita acaso haber creado una nueva manera de producir, una motor que no utilice gasolina, una nueva machacadora de caliche, algún robot, como lo hacían, analógicamente, los innovadores y racionalizadores que tanto admiró Oscar en la Cuba de los años 80? Por supuesto que no. Su vida, de las últimas décadas, es en sí misma una profunda, permanente y constante innovación Sorprende a cada rato y a todos con sus piruetas. A nosotros y a Piñera, que ha terminado por premiarlo. ¿Habrá cambio más grande que el de él en la política chilena conocida? ¿Habrá otro que haya introducido tales novedades, alterando la realidad de un momento a otro, como si ésta fuese el reinado de la sinrazón y el oportunismo? No creo.

 

Sólo compiten con él, y desde lejos, Eugenio Tironi y Roberto Ampuero, pero éstos, habiendo sido militantes, no tuvieron importancia alguna para la izquierda y están muy ocupados con Chilgener o la embajada de Piñera en México.

 

¡Innovadores y racionalizadores, presente! ¡Ahora y siempre!

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