La bolsa de Tokio se desplomó más de diez por ciento este martes, con el índice Nikkei ubicándose en 8 mil 600 puntos. Ayer el Banco de Japón decidió inyectar 170 mil millones de dólares, así como fondos récord a los bancos –más del doble de lo que anunció en los primeros minutos del lunes– en los mercados financieros con el propósito de aplacar temores tras el devastador terremoto del viernes, informó la agencia de noticias Kyodo.
Uno de los sectores más afectados y pilar de la economía del país, el automovilístico, acordó recortar la producción. Toyota Motors interrumpió la fabricación de autos durante tres días en sus 12 fábricas japonesas, por lo que dejará de armar 40 mil unidades. Honda detuvo su producción hasta el sábado. Sony cerró seis de sus plantas. El lunes la bolsa de Tokio se desplomó y el Nikkei cayó por debajo de la marca psicológica de los 10 mil puntos, por primera vez en tres meses y medio. El terremoto ha sembrado gran incertidumbre en los mercados internacionales de renta variable, con caídas marcadas en grandes grupos aseguradores y compañías eléctricas, como en las acciones de los productores de tecnología nuclear en todo el mundo. La más afectada fue la número uno del ramo en Japón, Toshiba, cuya acción cayó 16 por ciento. Mitsubishi Heavy perdió 10 por ciento.