La cuarta sala de la Corte de Apelaciones resolvió reabrir el juicio contra el sacerdote católico, Fernando Karadima, acusado de abuso sexual. En diciembre del año pasado, el juez Leonardo Valdivia cerró el caso y dejó sin investigar antecedentes relevantes proporcionados por las victimas.
El abogado de las víctimas, Juan Pablo Hermosilla, solicitó la designación de un Ministro en Visita lo que garantiza una investigación acuciosa de los hechos denunciados.
La resolución de la Corte señala que “en el mérito del proceso no aparece que se haya indagado como para poder precisar cuáles son los hechos que se dicen punibles y en qué época y circunstancias se realizaron, más aún si varios de los querellantes señalan que estos fueron no siempre iguales y se prolongaron en el tiempo, incluso algunos testigos dicen que lo más probable es que estos se hayan prolongado en el tiempo, sin que se haya hecho ninguna indagación”.
En enero de 2011, el Vaticano dio a conocer el fallo canónico que condenó al religioso como autor de abuso sexual contra menores de edad.
El dictamen de la alta jerarquía eclesiástica se produjo luego que la Iglesia Católica chilena aportara contundente documentación con testimonios aún aun no revelados en forma pública.
Los antecedentes en manos de la institución religiosa pueden ser requeridos por la justicia, en esta nueva etapa del proceso.
Sin embargo, es improbable que los testigos estén dispuestos a prestar declaración. Algunos de ellos provienen de “conspicuas familias católicas” y habrían entregado su testimonio aferrados al “secreto de confesión”.
“Es importante que todo el mundo coopere con la entrega de datos. Es importante que las personas que saben algo y fueron víctimas salgan a decirlo, pero no hay que forzarlas”, señaló el abogado querellante.
Uno de los denunciantes, el doctor en filosofía, Andrés Murillo; recibió con optimismo la reapertura del juicio. “Creo es signo del fin de una etapa de ocultamiento, de oscurantismo, de intento de tapar las verdades”, manifestó a radio Cooperativa.